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lunes, 6 de julio de 2020

Rutinas

¡Buenas tardes!

Llevaba tiempo queriendo escribir esta entrada porque este problema se ha convertido en algo muy prevalente y además me parece muy interesante.
Voy a hablaros del autismo o Trastorno del Espectro Autista -de ahora en adelante TEA-. Seguiré el esquema que suelo utilizar en estos casos.

Fue descrito casi a la vez (1943) en dos lugares diferentes. Uno de estos sitios fue EEUU, donde Leo Kanner documentó varios casos; el otro lugar fue Austria, encargándose de ello Hans Aspergar (seguro que os suena el apellido, ¿a que sí?). Desde ese instante hasta hoy se ha intentado profundizar en este síndrome a fin de prevenirlo.

1) ¿Qué es?
El autismo NO es una enfermedad sino un síndrome, pues engloba un conjunto de signos concurrentes unos con otros y que acaban dando lugar a una situación específica.
Para ser más concretos se trata de un trastorno generalizado del desarrollo, que por desgracia no presenta marcadores biológicos (no puedes por ejemplo solicitar una analítica de sangre para saber si el niño es autista o no). De igual forma se le considera trastorno porque sus manifestaciones aparecen de manera distinta en cada persona; y también en cada persona tienen una gravedad diferente. Debido a esto hay gran variedad en sus manifestaciones y repercusión, y por ello también se le llama "espectro": porque oscila en un amplio rango de sintomatología.
El TEA interfiere en tres áreas principalmente:
I.- Interacción social.
II.- Comunicación.
III.- Comportamiento.
Son estas tres áreas afectas en las que se agrupan los síntomas. Por tanto y teniendo en cuenta que estamos hablando de un espectro, no todos los autistas tienen afectada de igual manera una cosa, la otra o las tres.

Vamos a explicarlas una por una según la CIE-10 (1); luego me detendré en los otros criterios diagnósticos:
1.- Deterioro de la interacción social. No utilizan como cabría esperar la mirada, la postura, los gestos, tienen falta de interés en los otros o en otras cosas -por ejemplo, no señalan algo que les llame la atención, no mantienen contacto visual, no se abrazan a sus padres-. De igual forma no regulan su comportamiento en ciertas situaciones.
2.- Comunicación. A las personas con TEA les cuesta mucho también este punto. El lenguaje verbal puede aparecer más tarde de lo esperado o no aparecer, si bien esto no quiere decir que no se comuniquen. Lo hacen de otra manera (balbuceos, gestos concretos...). Asimismo el lenguaje es muy estereotipado, poco flexible y pueden tener una entonación muy "rígida", muy forzada. También pueden repetir una palabra o expresión hasta la saciedad.
3.- Comportamiento. Quizá éste sea uno de los rasgos más conocidos del TEA junto a los problemas de interacción social. Las personas con autismo son muy repetitivas: pueden tirarse horas enteras haciendo el mismo movimiento una y otra vez. Tienen estereotipias y también rituales que vistos desde fuera quizás no tienen sentido. De igual manera puede obsesionarse con algo que a priori no tiene ninguna utilidad (es decir, no son juguetes, ropa o algo que pueda gustarle o interesarle a un niño o adulto). 

Añado además que el DSM-V tiene estos tres criterios también, pero  aquí van juntos la comunicación y la interacción; el comportamiento está separado. Según este manual también aparecen otros síntomas, pero no se consideran nucleares (2). Pueden destacar:
- Respuesta a estímulos alterada: ruidos que no son demasiado fuertes pueden angustiarles mucho, rechazan por ejemplo ropa o comida por tener un color concreto... incluso pueden llegar también a no responder cuando te diriges a ellos.
- Trastornos del comportamiento: esto quizás sí lo conozcáis aunque sea de oídas. Pueden manifestar auto o heteroagresividad como respuesta a la frustración o a cambios de rutina.

Es de igual forma interesante hablar de lo que se conoce como "regresión autística".
Es justo eso: al menos el 30% de los niños con autismo diagnosticado a una edad temprana, de pronto y aún no se sabe muy bien por qué, hace una regresión. Es decir, van "hacia atrás".
Pese a no estar muy claro aún el motivo de esta regresión autística, se barajan varias hipótesis como una crisis convulsiva, encefalitis, intoxicación... (3)


2) ¿Cuándo aparece? ¿Y en qué proporción?
El autismo aparece antes de los tres años (1), y es más frecuente en varones (4). Se ha visto también que la prevalencia ha aumentado, pero no está muy claro si es porque ahora se diagnostican más que antaño o por un aumento real; en los años 90 de hecho se llegó a hablar de una "epidemia de autismo" (5).


3) ¿Y las causas?
Lo primero que quiero decir en este apartado es que...

 LAS VACUNAS NO CAUSAN AUTISMO 

La culpa de esta falsa creencia la tuvo un indeseable señor (por no decir otra cosa), que escribió un artículo en 1998 donde se hablaba del tema. Lo más grande de todo es que llegó a ser publicado en "The Lancet"... y la revista obviamente se retractó luego. A este hombre se le llevó a juicio e incluso parece ser que había conflicto de intereses de por medio (6). En fin, que fue un escándalo y posteriormente motivo de vergüenza y de hacer examen de conciencia.
Desde ese día han surgido diversos artículos que refutan la creencia ABSURDA de que las vacunas causan autismo; el último del que yo tengo constancia es de marzo del año pasado (7). Pero nada, que no hay manera: existe aún gente empecinada en que sí, que las vacunas causan autismo.
A esos les lanzo una reflexión: Si eso fuera así, todos los que nos hemos vacunado siguiendo el calendario infantil y ya somos adultos seríamos autistas, ¿no? Digo yo.

Una vez cerrado este apasionado inciso, vuelvo a mi cauce natural. A ver... una etiología más que probable es, cómo no, la genética. Sin embargo también queda mucho por investigar y descubrir en este sentido. No podemos desdeñar tampoco la influencia del ambiente, que es directamente proporcional a la evolución del TEA: si el entorno es adecuado, estructurado, tranquilo y se recibe la información suficiente, el pronóstico será mucho mejor.


4) ¿Puede haber otros problemas (comorbilidad con otros trastornos)? 
Lamento decir que sí... De hecho hay estudios que contemplan que las enfermedades comórbidas podrían acentuar la gravedad del TEA. Sobre todo pueden aparecer trastorno obsesivo-compulsivo -siglas TOC-, ansiedad que se canaliza mediante las auto o heteroagresiones, o trastornos alimentarios en general. No obstante tampoco es raro ver un niño que tenga al mismo tiempo TEA y TDAH (siglas de "trastorno por déficit de atención e hiperactividad")(8).
En otros estudios se mencionan también patologías asociadas como la epilepsia -bastante frecuente por cierto-, y discapacidad intelectual (9).


5) ¿Cuándo y cómo se diagnostica?
Los primero indicios de que algo va mal en el desarrollo del niño suelen aparecer antes de los tres años. De hecho se establece que el inicio es antes de los 30 meses de edad (2 años y medio), así que si a partir de ese momento detectamos que algo no va bien tenemos que ir al pediatra, el cual derivará al niño a Salud Mental para una valoración más específica.
Hay diferentes instrumentos para detectar y valorar el TEA. Uno de ellos es el M-CHAT -siglas de Modified Checklist for Autism in Toddlers-, que se encarga de la detección precoz del trastorno. Se le pasa a los niños entre los 18 y 24 meses. Os dejo aquí el checklist modificado (9):




Hay más pero éste es el principal. Quiero mencionar también otros dos: el ADI-R y el ADOS-2, siglas de "Entrevista Diagnóstica de Autismo-Revisada" y "Autism Diagnostic Observation Schedule", respectivamente. Con la primera, que se le pasa a los padres, se sabe si su hijo tiene TEA u otro TGD. Con la segunda, que se le pasa al niño, se sabe si es autismo o no. En cuaquier caso son prubeas farragosas y largas.


6) ¿Tiene tratamiento? (10)
Sí, pero no. Me explico: No tiene porque el autismo es un trastorno que no se cura. Pero sí que se puede dar tratamiento para sus síntomas. Dicho tratamiento combina la farmacoterapia con otras intervenciones. Los fármacos son antidepresivos (ISRS), antipsicóticos o anticonvulsivos. Se usan como he dicho antes para mitigar la ansiedad, las estereotipias, la posible agresividad... Pero lo interesante es combinarlos con intervenciones psicoeducativas diversas: SAAC, TEACCH, Programa Hanen, modelo Lovaas, el modelo Denver, el de terapia de análisis de conducta aplicado (ABA)...
Y obviamente no podemos olvidar a los padres, ellos también necesitarán apoyo y herramientas que les ayuden para que ellos a su vez puedan ayudar a sus hijos.

Como veis, el trastorno del espectro autista es algo que se ha estudia mucho en los últimos años y por otro lado hay una gran variedad de asociaciones que aportan información adecuada y veraz.
Espero no haberos aburrido con el post... ¡un saludo, nos leemos pronto!

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
1) OMS. CIE-10: Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y pautas para el diagnóstico. (1992) Madrid. Ed. Méditor.

2) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013.

3) Ruggieri V., Arberas L. Regresión autista: aspectos clínicos y etiológicos. Rev Neurol 2018; 66(1): 17-23. Disponible en:
https://www.researchgate.net/profile/Claudia_Arberas/publication/331091758_Regresion_autista_aspectos_clinicos_y_etiologicos/links/5cf812d44585153c3db72cbd/Regresion-autista-aspectos-clinicos-y-etiologicos.pdf

4) González M.C., Vásquez M., Hernández Chávez M. Trastorno del espectro autista: Diagnóstico clínico y test ADOS. Rev Chil Pediatr 2019;90(5):485-491. Disponible en: 
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rcp/v90n5/0370-4106-rcp-rchped-v90i5-872.pdf

5) Alcantud Marín F., Alonso Esteban Y., Mata Iturralde S. Prevalencia de los trastornos del espectro autista: una revisión de datos. Siglo Cero 2016; 47-4, (260): 7-26. Disponible en:
http://riberdis.cedd.net/bitstream/handle/11181/5344/Prevalencia_trastornos_espectro_autista_revisi%C3%B3n_de_datos.pdf?sequence=1

6) Página web del periódico "El Mundo":  
https://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/01/28/medicina/1264697711.html

7)Hviid A, Hansen JV, Frisch M, et al. Measles, Mumps, Rubella Vaccination and AutismA Nationwide Cohort Study. Ann Intern Med. 2019; 170: 513–520.
Disponible en: https://annals.org/aim/article-abstract/2727726/measles-mumps-rubella-vaccination-autism-nationwide-cohort-study

8) Romero M., Aguilar J.M., Ángel RM, Fermín M., M., Peciña M., Barbancho MA., Ruiz-Veguilla M., Lara, JP. Comorbilidades psiquiátricas en los trastornos del espectro autista: estudio comparativo entre los criterios DSM-IV-TR y DSM-5. International Journal of Clinical and Health Psychology. 2016;16(3):266-275. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/337/33747008006.pdf

9) Ruiz-Lázaro P.M., Posada de la Paz M., Hijano Bandera F.. Trastornos del espectro autista: Detección precoz, herramientas de cribado. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009; 11(17):381-397. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/pap/v11s17/8_espectro_autista.pdf

10) Arróniz Pérez M.L., Bencomo Pérez R. Alternativas de tratamiento en los trastornos del espectro autista: una revisión bibliográfica entre 2000 y 2016. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes 2018 5(1): 23-31. Disponible en: http://www.revistapcna.com/sites/default/files/3_1.pdf

viernes, 1 de mayo de 2020

Lectura plena

Buenos días a todos.

He vuelto de nuevo a la carga con mis posts (y su tono) habituales. ¡Hoy toca libro!


APRENDER A PRACTICAR MINDFULNESS | VICENTE SIMON | Comprar libro ...


Autores: Vicente Simón, con la colaboración de Christopher Germer.
Título: "Aprender a practicar mindfulness".
Editorial: Sello Editorial.
Edición: 14ª (2016). 
ISBN: 978-84-15132-04-2
La decimocuarta edición es la que yo me compré hace cuatro años, pero seguro que hay ediciones más recientes.

En la contraportada del libro se especifica que Vicente Simón es catedrático de psicobiología y psiquiatra. Por su parte, Christopher Germer es psicólogo clínico y da clases de esta ciencia en Harvard... ¡ahí es nada!

Los que sepáis de la existencia del mindfulness y en qué consiste quizás tengáis curiosidad por la obra. Y los que no sepáis qué es os lo estaréis preguntando, supongo. Así que creo que lo primero es explicar de qué va la historia.
Ya en el primer capítulo de "Aprender a practicar mindfulness" lo definen. Es una palabra inglesa que no tiene traducción literal al español, pero puede entenderse como "atención plena" o "conciencia plena". Hay varias formas de explicar lo que es, pero yo me quedo con dos de las que se recogen en estas páginas.
La primera es de Jon Kabat-Zinn -que fue el que lo "descubrió" a finales de los 70, por así decirlo: el mindfulness existe y es practicado desde hace mucho tiempo en la India como forma de meditación (1)-. Para él, "mindfulness" significa:
"Prestar atención de una manera especial: intencionadamente, en el momento presente y sin juzgar".

Otra definición interesante y sencilla es la que aporta Guy Armstrong. Sostiene que el mindfulness es:
"Saber lo que estás experimentando mientras lo estás experimentando".

Así que la idea general y llevada a la vida práctica es hacer cosas (leer, escribir, pasear, relajarte, ¡incluso comer o ducharte!) fijándote en que lo estás haciendo; que no pongas el piloto automático, tengas los cinco sentidos y la mente puestos en la tarea... y seas objetivo.
En principio así leído parece fácil. Pero no, no lo es ¡jajaja!
Al principio, cuando empiezas a hacer algo con atención plena te acabas despistando y pensando en otras cosas, te distraes con cualquier circunstancia -como un ruido-, o calificas la situación ("qué aburrido", "está entretenido esto", etc.). La buena noticia es que con la práctica estos despistes y esta subjetividad se tienen cada vez menos.
También escribí un post sobre el mindfulness, aunque tiene ya unos añitos. Por si os interesa leerlo, lo enlazo aquí.


Hasta aquí la noción básica. Ahora, vamos al texto.
El libro consta de 7 capítulos que abarcan distintos aspectos. Son, a saber:
  1. Qué entendemos por mindfulness.
  2. La instrucción fundamental y sus consecuencias.
  3. La actitud apropiada.
  4. Las emociones.
  5. Compasión y autocompasión.
  6. La presencia.
  7. Recomendaciones finales.
Consta también de referencias bibliográficas, índices y links para ampliar información relativa al mindfulness.
Dentro de cada capítulo hay varios subapartados, definiciones e incluso dibujos y esquemas a veces. Y lo que más me gusta de todo: al final de cada uno hay una autoevaluación que te permite ver si has entendido los conceptos básicos del capítulo... y ejercicios para practicar mindfulness con dos versiones, larga y corta.

El libro está pensado para que lo lean tanto personas familiarizadas con el tema como legas (aunque quizás lo podrán entender un poco mejor los del primer grupo... no lo sé realmente porque yo me lo compré cuando estaba acabando la residencia y todo me sonaba bastante).

En lo tocante a mi opinión personal, puedo deciros que en general los capítulos están muy "desmenuzados", en el sentido de que se encuentra todo muy bien detallado, delimitado y claro. Y sin duda lo de tener ejercicios para poder practicar es un puntazo.
Por supuesto puede leerse como un libro de lectura normal, como cualquier otra novela. Sin embargo yo lo leí (y releo) desde el punto de vista profesional, ya que mi idea es usarlo con determinado tipo de pacientes: tomo notas, pongo post-its, profundizo más en conceptos que quizás no he comprendido... No llego al nivel de estudiarme el texto, pero sí es cierto que mi lectura es más analítica que "ociosa".
De igual forma admito que no he sido capaz de pasarme dos horas leyéndolo sino que lo hago a ratos, para poder procesar la información mejor. Si se pretende leerlo de una forma continuada puede hacerse muy denso, bajo mi punto de vista.

En resumidas cuentas, "Aprender a practicar mindfulness" es un texto recomendable tanto para personas que quieran adentrarse en este tipo de meditación como para gente que ya controle un poco más y quiera ampliar, más que conocer por primera vez. Aunque me parece que lo disfrutará más este segundo grupo. Incluso puede servir para la faceta profesional, como me sucede a mí.
Los ejercicios finales del libro están muy bien y suponen un primer paso para seguir buscando más y así aumentar las opciones en cuanto a la práctica del mindfulness. Hay ejercicios para todos los gustos, y abordan unos sectores u otros. Por ejemplo, existen relacionados con la respiración, con los sentidos, con el cuerpo en general...


Espero que esta reseña os sea útil y os animéis a conocer esta disciplina, puesto que puede venir bien en varios ámbitos de la vida.
¡Un saludo!


Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
1) Liétor Villajos, N.; Fortis Ballesteros, M.; Moraleda Barba, S.: "Mindfulness en medicina". Med fam Andal, 2013; 14, (2): 166-179. Disponible en:

domingo, 15 de marzo de 2020

Consejos para el confinamiento (ACTUALIZADO)

Buenas tardes.

Esta entrada es totalmente improvisada, y la iré actualizando conforme vaya encontrando más información. También ruego difusión, por si a alguien puede serle útil.

POST ACTUALIZADO A 23 DE MARZO DE 2020.

No os digo nada nuevo si os informo de que estamos en estado de alarma debido al coronavirus. Ello implica, entre otras muchas cosas, que no se puede salir de casa si no es EXTREMA NECESIDAD O URGENCIA.

Lo he comentado en Twitter: me ofrezco a resolver dudas relativas a la salud mental en caso de que no podáis acudir a un Centro de Salud Mental, Urgencias, etc. Puedo ayudaros también si habláis italiano, más o menos me manejo.

Además de reiterar mi ofrecimiento, quiero dejaros en este post consejos y recursos para sobrellevar mejor estas dos semanas que nos quedan a nivel mental.
Pueden hacerse muy largas, así que nunca está de más tener toda la información disponible a mano para estar lo menos incómodos posible.

Algunos documentos recogen el mismo punto, por lo que procederé a un hiperresumen al final de la entrada.


1) Documento de la OMS que recoge algunas consideraciones sobre la salud mental durante esta epidemia; os lo podéis descargar aquí.
Se divide en varios grupos: trabajadores de la salud, cuidadores de niños y aislados, gente con menos relaciones sociales... Como está en inglés, os traduzco lo más básico: 
  • Hay que cuidar la alimentación, las horas de sueño, los turnos de descanso (sí, estamos en una situación excepcional pero la gente que lo está dando todo tiene que intentar para aunque sea un minuto), no dejarse llevar por el pánico...
  • Lo mejor es usar maneras eficaces de comunicarse con gente con discapacidad para informarlas, tanto en el fondo como en la forma y en la cantidad de información.
  • También habla sobre el estigma que pueden sentir quienes estén infectados o tengan posibilidades. Es muy importante contar con el apoyo de familia, amigos, compis... en definitiva, con el apoyo de gente que te aprecie, y que esté pasando por lo mismo que tú (es decir, que también estén enfermos o en cuarentena). Todo vale: whatsapp, skype, videollamadas, mails, llamadas de teléfono como a la antigua usanza... lo crucial es sentirse apoyado. Ésta es la más relevante, porque parece de perogrullo y no se le da toda la importancia que merece. Porque no es útil sólo para casos posibles y confirmados: es para todos, sanos también.

2) Enlace a la web del Consejo General de Psicología de España, que recoge en español las recomendaciones de la APA (siglas en inglés de la Asociación Americana de Psicología). Podéis acceder aquí.

3) Comunicado del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, donde se abordan diversos escenarios y se dan pautas para cada uno de ellos. Se puede consultar y descargar aquí. Se divide de nuevo en tres grupos:
  • Sanos: si una persona sana se nota nerviosa, preocupada o ansiosa le recomiendan apoyo, ayuda, no estar atento a las noticias y RRSS las 24h del día ni permitir que la bombardeen con ello -lo que se conoce como infoxicación-, y evitar el estigma hacia las personas en cuarentena o diagnosticadas.
  • Riesgo/Cuarentena: seguir indicaciones sanitarias, no trivializar ni magnificar ("ni tanto, ni tan calvo", vaya), seguir una rutina...
  • Enfermos: intentar ver la situación con objetividad. Si estás en casa es porque no estás tan mal como para necesitar ingreso, te vas a curar y además tienes a tu familia relativamente cerca. Si estás ingresado, ten por seguro que te están cuidando al 200%, no lo dudes.
4) NUEVO RECURSO, ACTUALIZADO A 23 DE MARZO DE 2020: Documento de la Sociedad Española de Psiquiatría -SEP- con recomendaciones para el cuidado de la salud mental durante la cuarentena por coronavirus. Hay consejos tanto para personal sanitario como no sanitario, siendo el material totalmente recomendable.

5) NUEVO RECURSO, ACTUALIZADO A 23 DE MARZO DE 2020: De igual manera la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME) ha elaborado recomendaciones para el cuidado de la salud mental del individuo y la familia en este confinamiento. Podéis verlas o descargarlas aquí.

6) No se me han olvidado los peques. Esto para ellos es una situación nueva. Los primeros días, precisamente por ser algo anómalo, es probable que estén algo más tranquilos: no podrán salir a la calle pero harán cosas que normalmente no realizan, como jugar a juegos de mesa, quedarse más tiempo viendo la tele o jugando. Pero la "magia" de esos primeros días al final decaerá y se acabarán subiendo por las paredes -y los adultos que vivan con ellos, también ^^'-.
De nuevo se insiste en la importancia de las rutinas: si por ejemplo desayunáis o coméis todos juntos, hay que mantenerlo. O si les leéis un cuento antes de dormir, también. Preguntadles a ellos, pedidles opinión en la medida de lo posible en cuanto a alternativas para hacer en casa (vamos, cosas razonables y que no supongan un riesgo, pero si les dais a elegir por ejemplo entre 3 opciones para pasar el tiempo, que ellos elijan)... Y por supuesto, informadles de un modo acorde a su edad sobre esta situación tan excepcional. No me refiero sólo al lavado de manos; también a qué es el coronavirus, a quién afecta más y que ellos vean lo necesario que es quedarse en casa.

6) También está bien intentar seguir unos consejos básicos para preservar nuestra salud mental como si estuviéramos en condiciones normales. O sea, que esto que voy a decir debería hacerse normalmente, no sólo en el estado de alarma y el confinamiento en casa.
  • La higiene del sueño, por favor, importantísima. Tener un horario fijo para acostarse y levantarse (sí, incluso en el confinamiento ha de mantenerse), no utilizar pantallas antes de dormir, hacer actividades que ayuden a conciliar el sueño como una ducha caliente, tomar leche o una infusión, cenar poco, no permanecer en la cama si ves que el sueño no llega, intentar no pensar en nada en el momento de dormir... Dejo aquí una tabla que recoge todo esto -si no la veis bien, está en la página 57 de este documento-:

  • Mantener una alimentación saludable, y más ahora que tenéis de todo en casa (sí, reproche encubierto a los histéricos que han arrasado en los supermercados creyendo que esto es el fin del mundo): 3 comidas grandes -desayuno, comida, y cena-, y 2 pequeñas como son el almuerzo y la merienda. Dieta equilibrada, variada y suficiente, donde no pueden faltar frutas y verduras. ¡Y pocos caprichos! Este link del Sacyl está muy bien y es muy completo, quizás os ayude. Os dejo foto/pantallazo de lo más básico:
  • Intentar mantener una actitud positiva. Vale, no es fácil con la que está cayendo, lo admito. Pero debemos pensar en que es por un bien mayor, que nos permite hacer cosas que teníamos postpuestas (como leer, ver esa peli o serie que lleva tanto tiempo muerta de risa, retomar el estudio de un idioma, desarrollar ese hobby que nos encanta pero para el que no teníamos tiempo)... y que es una buena oportunidad para conocernos mejor: qué nos gusta hacer y qué no, nuestros mecanismos de afrontamiento de la situación, pasar tiempo con nuestra familia, también podemos hacer ejercicio, nos volveremos más creativos, no tenemos por qué perder el contacto con la gente -a las RRSS me remito: quien no habla con otro que esté lejos es porque no quiere, jajajaja-... Y a mí hay algo que me está ayudando muchísimo: el humor. Me está dando la vida ver todos los memes, vídeos, fotos, tweets... que estáis haciendo sobre esto. De verdad que me paso gran parte del día recibiéndolos y reenviándolos, y me estoy riendo a carcajadas.
  • No está de más conocer alguna técnica no farmacológica que nos ayude a disminuir la ansiedad. A mí la que más me gusta es la que supone combinar la respiración abdominal (también se la conoce como "respiración diafragmática") con la relajación muscular progresiva. Dejo a continuación un vídeo de cada una de las dos cosas, respectivamente:





También he encontrado un programa autoaplicado de la Universidad de Almería y el Ministerio de Educación donde se desarrolla mejor la relajación muscular progresiva; podéis verla aquí.


Así que a modo de hiperresumen de todo esto:
1) Crucial sentirse apoyado por los seres queridos. Si están lejos se puede paliar la falta manteniendo contacto por teléfono o redes sociales. 
2) Nada de infoxicarse. Es horrible y no ayuda en nada, crea más angustia y ansiedad; hay que recurir a fuentes oficiales. Esto también se aplica en la difusión de bulos.
3) Hay que intentar tener la mente ocupada, y todo vale: pasatiempos, leer, comunicarte con tu gente, estar con los niños...
4) Mantener tus rutinas en la medida de lo posible, y dormir y comer bien.
5) Nada de estigmatizar al personal sanitario que trabaja con pacientes contagiados, a los casos sospechosos y a los diagnosticados. Esta enfermedad en alguien sano y fuerte es leve la mayoría de las veces. El problema es que es muy contagiosa y la población vulnerable puede morir.
6) No dejar de lado a los niños. Son pequeños pero no tontos, y se enteran de todo lo que ocurre. Información veraz y adecuada a su capacidad de comprensión es lo más adecuado.
7) Hay que intentar mantener una actitud positiva.

Y esto es todo por el momento. Repito que volveré a actualizar el post si encuentro más documentos.
Si has llegado hasta aquí sin desfallecer, gracias por leerme. Por favor, difunde, puede servirle a alguien.
¡Muchas gracias!

Nurse Lecter

domingo, 15 de septiembre de 2019

Saturday night fever

¡Hola!

Madre mía, llevo sin aparecer por aquí desde enero, ¡perdonadme! Como siempre, mucho lío porque no puedo ni sé estarme quieta: trabajo, oposiciones, máster acabado, cursos... un poco de todo, para no aburrirme.


En este post trato un potencial efecto adverso de los psicofármacos: el síndrome neuroléptico maligno (SNM de aquí en adelante). Es una de las reacciones adversas más peligrosas conocidas, requiriendo incluso el ingreso en UCI y alcanzado una mortalidad del 10 al 20% incluso. (1).
Fue descrito por primera vez en 1960. Actualmente tiene una incidencia mundial del 0'2 al 2'4% en las personas que toman antipsicóticos (2), y es más frecuente en sujetos que ya han tenido un episodio de SNM previo -siendo las recidivas hasta de un 30%-, y que toman antipsicóticos típicos. Éstos los primeros que salieron al mercado: flufenazina, clorpromazina, pimozida, loxapina, haloperidol, zuclopentixol...

Se debe al uso de antipsicóticos o a una retirada brusca de medicamentos dopaminérgicos, y sus dos principales signos son (3):
- Hipertermia (asociada a diaforesis). Esta hipertermia mayor de 38 ºC debe aparecer al menos dos ocasiones diferentes, y hace acto de presencia en otros casos de efectos secundarios o neurológicos.
- Rigidez cérea o "en tubo de plomo" que no responde a antiparkinsonianos.

Los otros síntomas son algo más generales y parecidos a los efectos secundarios habituales de este grupo de psicolépticos: distonías, obnubilación, discinesias, sialorrea... y variaciones de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. (3)
De igual manera en la analítica hay algunos hallazgos interesantes y que inclinan a pensar en un SNM (4). Los más importantes son aumento de las creatinkinasas -lo que indica rabdomiólisis y tienen valor pronóstico-, y leucocitosis. Otras alteraciones que pueden estar presentes son hipocalcemia, hipomagnesemia y acidosis metabólica.
Es importante mencionar en este punto los criterios de Levenson para su diagnóstico, los cuales se dividen en mayores y menores. Para diagnosticar un SNM es necesario que o bien estén presentes los tres mayores, o bien dos mayores y cuatro menores (5).
a) Los mayores son los signos principales anteriormente mencionados y el aumento de las CPK.
b) Los menores son diaforesis, leucocitosis, taquicardia y taquipnea, variaciones de la tensión arterial, alteración de la conciencia...

Este síndrome suele aparecer a las 48-72 horas normalmente, aunque puede ocurrir en cualquier momento, incluso tras años de tratamiento (4).

En lo tocante a factores de riesgo, algunos de ellos son el haber tenido episodios previos, tomar antipsicóticos, agitación psicomotriz, enfermedad orgánica cerebral... También es más frecuente en hombres (6). Otros estudios mencionan el uso de litio, aumento rápido de dosis, combinación de varios antpsicóticos, deshidratación, déficit de hierro, intervenciones quirúrgicas, catatonía, trastornos afectivos, alcoholismo... (1)
Asimismo hay que tener en cuenta el diagnóstico diferencial con -por ejemplo-, hipertermia maligna, consumo de tóxicos, enfermedades del sistema nervioso central, desequilibrios hidroelectrolíticos... Lo podéis ver mejor en la siguiente tabla (6):


Una vez que sabemos qué es un SNM, por qué se produce y sus factores de riesgo centrémonos en los importante: ¿cómo se trata?
Lo primero es mandar al paciente a UCI para un mayor control. Lo segundo es la suspensión del fármaco, lo cual es algo obvio, ¿no? Además se han de proporcionar medidas de soporte como sueroterapia, soporte ventilatorio si se precisa, asegurar la nutrición y la reposición y mantenimiento de hidroelectrolitos. Para un síndrome neuroléptico maligno está indicado el uso de terapia electroconvulsiva o TEC, con buenos resultados (6)
De igual forma algunos estudios recomiendan el dantroleno como fármaco principal para manejar el SNM (7).


Hasta aquí lo más básico del síndrome neuroléptico maligno.

A pesar de que este post puede dar un poco de miedo, ya véir que la incidencia es a nivel mundial. Yo no he visto ni oído hablar nunca de ninguno en mi entorno laboral y eso que he trabajado en varios lugares, entre ellos plantas de hospitalización. No se trata de no tenerle miedo, para nada. Pero tampoco podemos obviarlo.

Espero que esta entrada os haya sido útil, y de nuevo perdonad la tardanza en actualizar. ¡Espero que volvamos a leernos pronto!


Nurse Lecter



Bibliografía consultada:
(1) González Blanco L., García Prada H., Santamarina S., Jiménez Treviño L., Bobes J. Recidiva de un síndrome neuroléptico maligno. Actas Esp Psiquiatr 2013;41(5):314-318. Disponible en: Actas Esp Psiquiatr 2013;41(5):314-8
(2) Alonso Marín J., Castañeda Arango C., Palomino Camargo L., Pérez Agudelo J.J., Castro Álvarez J.F. Síndrome neuroléptico maligno asociado a la administración del haloperidol. Caso clínico.  Rev. Toxicol (2018) 35: 7-10. Disponible en: http://rev.aetox.es/wp/wp-content/uploads/2018/10/Revista-de-Toxicologia-35.1-11-14.pdf
(3) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013
(4) Vargas A., Gómez-Restrepo C. Síndrome neuroléptico maligno. Rev. Colomb. Psiquiat. 2007. 36 (1): 101-125. Disponible en:  http://www.scielo.org.co/pdf/rcp/v36s1/v36s1a10.pdf
(5) Meregildo E R.D. Síndrome neuroléptico maligno por risperidona. REV Exp Med 2016;2(2): 73-75.
(6) Escobar Córdoba F., Polanía-Dussán I.G., Toro-Herrera S.M. Tratamiento del síndrome neuroléptico maligno. Salud Uninorte, 2011; 27(2): 247-258. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/817/81722541009.pdf
(7) Ramírez S.F. Bello Davila L., Hernández J.F., Marín Muñoz J., Castillo G., Vargas J.D., Roa L., Moreno J. Síndrome neuroléptico maligno con mielinolisis central pontina. Acta Neurol Colomb. 2018; 34(4): 245-249. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/anco/v34n4/0120-8748-anco-34-04-245.pdf

jueves, 18 de octubre de 2018

So sad

¡Buenas tardes!
¿Qué tal estáis? Espero que bien ^^. Siento de nuevo la tardanza, pero he estado muy liada. ¡Prometo volver al blog con las pilas cargadas!


El post de hoy trata sobre una enfermedad psiquiátrica muy prevalente -4'4% a nivel mundial, con una escalada preocupante en pocos años (1)-, ya que la padecen aproximadamente 322 millones de personas (1). Pese a eso, es una gran desconocida dado que mucha gente tiene ideas erróneas o preconcebidas sobre ella, las cuales no ayudan en nada. Se trata de la depresión.

1.- ¿Qué es? (2)
La depresión consiste en un estado de tristeza vital que supone un cambio en relación a cómo se encontraba anteriormente el sujeto.
Según nos cuenta el DSM-V, los síntomas clave y que siempre deben estar son el ánimo triste y la anhedonia (que es la incapacidad para sentir placer o disfrutar con cosas que antes te encantaban). Hay más criterios, a saber: pérdida de peso importante, problemas de sueño, cognición, enlentecimiento, culpabilidad, dificultades cognitivas -como olvidos, pérdidas de memoria, disminución de la capacidad de concentración y pensamiento-, fatiga, sentimientos hacia uno mismo de ser inútil, insignificante, no servir para nada, ser un estorbo... e ideas de muerte o suicidas.
Es importante asimismo saber unas cuantas cositas más:
A) Que el ánimo no es sólo triste, también puede ser irritable; sobre todo en niños y adolescentes.
B) Que puede haber hipersomnia o aumento del apetito, al contrario de lo que podría pensarse. Incidiré luego en esto.
C) Que los sentimientos de culpa o inutilidad pueden llegar a ser delirantes. Luego entraremos mejor aquí también.
D) Que estos síntomas tienen que estar presentes casi todos los días durante sólo dos semanas. Esto puede ser que os choque igual que a mí en su momento, ya que hay otros trastornos que ponen como condición que haya síntomas durante mínimo seis meses, o incluso años -como es el caso de la distimia-, para diagnosticarse como tal. Pero aquí y a priori, con dos semanas basta.

Por supuesto, para que una persona sea diagnosticada de depresión no puede haber tenido nunca un episodio maníaco o hipomaníaco; en ese caso sería trastorno bipolar tipo I o II, respectivamente. Y la depresión no puede deberse tampoco a un trastorno del espectro psicótico, a los efectos fisiológicos de una enfermedad médica o ser secundario a alguna sustancia.


2.- ¿Cuáles son sus causas?
La primera es la más evidente: predisposición genética/antecedentes familiares previos. De igual forma hay factores externos que aumentan el riesgo de padecer depresión como traumas, pérdidas significativas, estrés, abusos, negligencia... Además también hay factores personales; es decir, propios del sujeto (3).
Pero la causa principal en sí es la desregulación serotoninérgica. Esto traducido y muy simplificado quiere decir que la serotonina (la cual es un neurotransmisor) o 5-HT no está en los niveles adecuados (4). Ya veis lo importante que es la serotonina no sólo para la depresión, sino para todo. En cuanto se desajusta, ¡se lía!


3.- ¿Y su comorbilidad con otras patologías?
La depresión suele ir prácticamente de la mano con los trastornos de ansiedad, de pánico... No es para nada raro que una persona tenga un cuadro ansioso-depresivo (5). También se asocia con consumo de sustancias, trastornos adaptativos... Y existe incluso la depresión postpsicótica o postesquizofrénica, la cual va inmediatamente después de un episodio propio de estos trastornos.
Es algo lógico también pensar que el hecho de tener una depresión aumenta el riesgo de suicidio de manera considerable; de hecho es el factor más determinante para la conducta suicida. El 80% de los pacientes con depresión pueden tener ideación autolítica, de muerte o suicida en algún momento, y del 14% al 50% de los pacientes hacen intentos (6). Intentos serios, no llamadas de atención ni con previsión de rescate.


4.- ¿Existen diferentes tipos de depresión? (7)
Pues mirad por dónde, sí. Lo he comentado en el apartado 1 y aquí viene la explicación. Eso sí, todos estos tipos los contempla la CIE-10, no el DSM-V.
Tenemos para empezar que la depresión tiene distintos grados según este manual: leve, moderada y grave. Que la depresión sea de un grado o de otro dependerá fundamentalmente del número de síntomas que tenga el paciente y cómo interfieran en su vida diaria.
Seguimos con esta clasificación. Aparece en este caso la depresión con síntomas psicóticos. Aquí tanto los delirios como las alucinaciones son más light que en la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Las alucinaciones no son las típicas voces que insultan o comentan lo que va haciendo la persona, se limitan a infravalorarla; y los delirios no son del todo inverosímiles. Eso sí, pueden ser congruentes con el estado de ánimo o no. Los más habituales son los hipocondríacos, los de ruina, los nihilistas...
Luego tenemos -siempre según la CIE-10-, la depresión atípica, que es la comentada en el apartado 1.B: en vez de haber insomnio y pérdida de apetito sucede justo al revés.
Y para finalizar tenemos el trastorno depresivo recurrente, que a su vez puede ser también leve, moderado o grave.


5.- ¿Cuál es su epidemiología?
Aparte de la prevalencia comentada anteriormente, es muy llamativo que la depresión se vea sobre todo en África y América (8).
Si nos referimos al sexo, la padecen bastante más las mujeres (9). Y en lo tocante a la edad, lo más ha habitual es que a mayor edad, mayor prevalencia de depresión (10). Aunque siempre hay excepciones que ponen a prueba la regla, claro.


6.- ¿Y su tratamiento?
El principal y habitual son los antidepresivos, más concretamente los conocidos como ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina). Seguro que algunos os suenan: sertralina, paroxetina, citalopram... por nombrar unos cuantos (11).
Antes se usaban los inhibidores de la MAO y los antidepresivos tricíclicos, pero han quedado algo anticuados, ¡jajaja!
De todas maneras hay que saber que los efectos no empiezan a notarse hasta pasadas 2-3 semanas desde que empezaron a tomarse, y que no pueden dejarse de golpe, sino de forma gradual. Si se hace repentinamente puede tener lugar lo que se conoce como "síndrome serotoninérgico". La verdad, puede llegar a ser muy serio. Algunos de los síntomas son los que aparecen en esta tabla que os enseño, en inglés pero muy completa (12):

Además algún coadyuvante se puede tomar, tipo benzodiacepina... sobre todo por dos razones: el insomnio y la más que probable ansiedad comórbida (5).

Fármacos aparte, también son muy importantes la psicoterapia y cómo no, el seguimiento por parte de Enfermería: control del peso, psicoeducación sobre la enfermedad en sí, dieta y sueño, expresión de sentimientos, apoyo familiar, relajación...



Tampoco pretendo alargar mucho el post porque no pretendo aburriros, sino sólo dar unas pinceladas básicas.
Sin embargo sí que quiero comentaros que, aunque parezca que los profesionales de la salud mental estemos muy acostumbrados a estas cosas y no dejamos que nos afecten, hay algunos pacientes depresivos de los que a mí personalmente me resulta muy difícil "protegerme". Recuerdo un caso concreto siendo resi; era la primera entrevista con la persona en cuestión y decía que estaba tan triste que no podía ni llorar. Luego, al preguntarle cuántos hijos tenía, no se acordaba. No se acordaba de absolutamente NADA: ni de cuántos, ni de sus nombres o edades, ni de cuántos se habían independizado... Me quedé muy sorprendida, y cuando salió de mi consulta me di cuenta de que me había chupado la energía. Literal. Esa entrevista me dejó para el arrastre. Así que es muy importante aprender a que eso no te afecte, a poner un poco una barrera en ese sentido.

Acabo con una canción de The Boss, ¡que eso nunca está de más!



Espero que os haya gustado el post, ¡y podéis comentar lo que queráis!
¡Un saludo!

Nurse Lecter

Bibliografía consultada:
1) World Health Organization: Depression and another common mental disorders. Global health estimates. 2017. Pág. 8. Disponible en:
2) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013
3) Klengel T.; Binder E.B. Gene–Environment Interactions in Major Depressive Disorder.
CanJPsychiatry 2013;58(2):76–83. Disponible en:
http://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/070674371305800203
4) Salomon R. M.; Cowan R.L. M.D. Oscillatory Serotonin Function in Depression. Synapse. 2013 November ; 67(11): 801–820. Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3786873/pdf/nihms504110.pdf
5) Aragonès E., Piñol J.L.; Labad A. Comorbilidad de la depresión mayor con otros trastornos mentales comunes en pacientes de atención primaria. Aten Primaria. 2009; 41(10): 545–551. Disponible en:
https://ac.els-cdn.com/S0212656709001905/1-s2.0-S0212656709001905-main.pdf?_tid=b9bbb337-a19b-459e-9dbd-5ad9b1f85bf7&acdnat=1531657279_54cd81d45f8761183a6ba5d8d5635ce0
6) Navío Acosta M., Villoria Borrego L. Factores de riesgo de la conducta suicida. En: Anseán A., director. Suicidios. Manual de prevención, intervención y postvención de la conducta suicida. 2ª edición, revisada. Madrid: Fundación Salud Mental España, para la prevención de los trastornos mentales y el suicidio; 2014. 117-194
7) OMS. CIE-10: Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y pautas para el diagnóstico. (1992) Madrid. Ed. Méditor.
8) World Health Organization: Depression and another common mental disorders. Global health estimates. 2017. Pág. 12. Disponible en:
http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/254610/WHO-MSD-MER-2017.2-eng.pdf;jsessionid=C312F32780DD02B379D2F1CAE4D12E57?sequence=1
9) Cardila Fernández F., Martos Martínez A., Barragán Martín A.B., Pérez-Fuentes M.C., Molero Jurado M.M., Gázquez Linares J.J. Prevalencia de la depresión en España: Análisis de  los últimos 15 años. European Journal of Investigation in Health, Psychology and Education  2015. 5 (2): 267-279.
10) Riquelme, Martín Carbonell M., Ortigosa Quiles J.M., Meda Lara R.M., Pérez Díaz R. y López Navas A.I. Implicaciones de la edad y el país de pertenencia en la relación entre apoyo emocional percibido y depresión: un estudio transcultural. Anales de Psicología, 2016. 32(2): 393-404. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/ap/v32n2/psicologia_clinica1.pdf
11) Pérez Padilla E.A., Cervantes Ramírez V.M., Hijuelos García N.A., Pineda Cortés J.C., Salgado Burgos H. Prevalencia, causas y tratamiento de la depresión mayor. Rev Biomed 2017; 28:89-115
12) Bartlett D. Drug-Induced Serotonin Syndrome.  CriticalCareNurse 2017. 37(1): 49-54.
Disponible en: http://ccn.aacnjournals.org/content/37/1/49.full.pdf+html

jueves, 13 de septiembre de 2018

Monkeys

¡Hola a todos!

Espero que sigáis bien y no os falte trabajo (del estudio no digo nada porque con tanta OPE lo que precisamente no falta es hincar codos, ¡qué remedio!).

En este post quiero hablaros sobre mi último contrato.
Estoy trabajando actualmente en una Unidad de Desintoxicación y Patología Dual; cuando hablo de "patología dual" me refiero a que estos pacientes son adictos o dependientes de una o más sustancias y además tienen un problema de salud mental de diferente índole: puede ser algún trastorno psicótico, afectivo, de ansiedad, trastorno de personalidad... (1)
Uno de mis contratos este año fue en un Centro de Atención a Drogodependientes e igualmente fue mi primera rotación en la residencia, así que algo de experiencia a nivel ambulatorio sí que tengo. Lo que no había pisado nunca es una unidad de hospitalización de este tipo.

En general no me desagrada el servicio. De hecho me gusta bastante.
El objetivo principal que se persigue en este caso es que el paciente se desintoxique de todas las sustancias/drogas/tóxicos que consume. Para los legos en esto: que la persona salga limpia físicamente de allí... lo que implica que es aquí donde pasan el síndrome de abstinencia; el famoso "mono", vaya. Sin embargo hay pacientes en los que es muy acusado, y en cambio en otros no.
En este aspecto estoy aprendiendo una barbaridad porque claro, aquí se ven los síndromes de abstinencia de gran parte de las drogas en todo su esplendor, con todo lo bueno y lo malo que conlleva.

La hospitalización de estos pacientes es programada -lo que significa que alguien que venga a Urgencias no sube nunca a este servicio sino que lo derivan desde la red de Salud Mental-, y voluntaria. Esto último quiere decir que entran por su propia voluntad, y salen por su propia voluntad también. En cualquier instante ellos pueden decir: "me quiero ir, dame que firme el papel de alta voluntaria". En esta tesitura se llama al psiquiatra que habla con él, le informa y listo. Firma su papel y se marcha. Eso sí: una vez que se va, si solicita o precisa volver pasa a una lista de espera que es más larga que un día sin pan; y ya le tocará volver a ingresar.
La estancia media es de una semana y media o dos semanas, descontando las altas voluntarias (los pacientes así sólo aguantan 3-4 días a lo sumo).

El trabajo de Enfermería aquí es, a grandes rasgos: 
- Repartir medicación, toda oral y encapsulada: los pacientes no saben en ningún momento qué fármaco toman ni la dosis. Y si lo preguntan tampoco se les dice, nos limitamos a explicarles que es el tratamiento que llevan para su desintoxicación.
- Toma de constantes y realización de pruebas como análisis de orina periódicos y de sangre.
- Valoración del craving -deseo de consumir- y de los diversos síndromes de abstinencia.
- Tarea administrativa, que tiene mucho peso: llevas todo el tema de faxes, llamadas de teléfono y comunicación con otros dispositivos de la red de Salud Mental (sobre todo Centros de Atención a Drogodependientes), llamas a los pacientes que quieren ingresar para informarles sobre el día y hora de su ingreso, ayudas a gestionar la lista de espera...

Se trata de un servicio muy pequeño, tanto de tamaño como de personal. Somos muy poquitos pero yo personalmente estoy muy a gusto porque me ayudan un montón y me facilitan mucho las cosas. Además se trata de una Unidad cerrada: los pacientes están voluntarios, pero no pueden salir ni entrar libremente ni recibir visitas.
Antes, hace años, sí era abierta; estaba en otro hospital y la verdad, según me han contado la cosa no fue muy bien: no había cámaras, los pacientes a veces llevaban vía, se marchaban en un despiste, se chutaban y regresaban intoxicados de la droga... y encima con el tratamiento puesto de antes de irse. Por eso se pasó a Unidad cerrada de nuevo. Así que en ese sentido creo que es mejor que ahora esté así.

Por supuesto la dinámica del servicio también difiere según los pacientes que haya. El grupo actual es muy tranquilo, muy pasivo: apenas se animan a hacer cosas, pasan gran parte del tiempo en su cuarto y se relacionan poco entre sí... Pero también hay otras temporadas en los que son un poco más difíciles en el tratamiento y en el trato, para qué engañarnos.
Si bien las mañanas son el turno que más carga de trabajo tiene -sobre todo por el tema administrativo, no por el trabajo enfermero o la dinámica de la planta en sí-, las tardes y las noches son distintas, mucho más calmadas. Es sobre todo por la noche cuando aprovecho para seguir leyendo artículos sobre patología dual o (si los pacientes duermen del tirón toda la noche), me llevo algún libro o algo para estudiar.
Aunque hoy por hoy repito que no me quejo, que me gusta. Para ser mi primera experiencia en esta Unidad no estoy nada mal.

Y éste es el trabajo que me ocupa, contado muy resumidamente. Prometo actualizar el post si surge algo nuevo.
Obviamente, si tenéis dudas podéis preguntarme sin problemas.
¡Un saludo, nos volvemos a leer pronto!

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
1) Ordóñez Mancheno JM. Prevalencia de patología dual y factores de riesgo en pacientes con trastornos por consumo de sustancias [Tesis doctoral]. Universidad de Cuenca (Ecuador);  2017. Disponible en:
http://dspace.ucuenca.edu.ec/jspui/bitstream/123456789/27221/1/Trabajo%20de%20Titulaci%C3%B3n.pdf

domingo, 17 de junio de 2018

Trabajo en cadena

¡Buenas tardes y feliz domingo!

Quiero contaros algo que ya os adelanté por Twitter, y es que sí: tengo trabajo de verano... ¡que se suma al de este mes de junio, con el cual no contaba!

Vamos por partes. Lo primero de todo, el contrato que me ocupa actualmente: estoy trabajando en la Unidad de Trastornos Alimentarios de mi ciudad.
Ya estuve por allí siendo residente -puedes leer qué tal mi experiencia aquí-, y la vuelta ha sido genial. A priori no todas las compis se acordaban de mí (tened en cuenta que por allí rotan muchos resis, y es imposible quedarse con todas las caras y nombres), pero sí que les sonaba. En cuanto les dije las fechas en las que estuve, quién fue mi colaborador docente y lo que hice me ubicaron enseguida. Y siempre está bien haber trabajado antes en un sitio, facilita mucho las cosas y la relación con tus compañeros.
En cuanto al trabajo allí, en dos años han modificado algunos aspectos: la forma de registrar el peso diario de las pacientes, los tiempos para comer, los privilegios que han de ganarse... pero la esencia sigue siendo la misma. Se tienen que seguir registrando los pesos, supervisando las comidas, dando mucho apoyo emocional y psicológico, recibiendo ingresos y participando en las terapias. Este servicio me encantó en su momento, y eso es algo que también sigue igual. Además los pacientes que hay ahora son de forma general muy cumplidores, adecuados y estupendos; no hay problemas de relación o comunicación con ellos.


Este contrato se acaba el 30 de junio... y el día 2 de julio empiezo en otro lugar. Pero ese sitio es de sobra conocido para mí, ya que se trata del CSM en el que he trabajado los dos últimos veranos (y donde me dieron mi primer contrato como especialista; también puedes leer aquí cómo me fue). Es continuidad asistencial, aunque de aquella manera ^^'.
En general me ofrecieron pocas cosas, casi todas de dos meses salvo un par que duraban un mes nada más. Así que en cuanto me dijeron que este CSM seguía disponible, no lo dudé y dije con toda la determinación y alegría del mundo: "Ése, quiero ése". Creo que la mujer de la bolsa de trabajo que me lo ofreció se quedó un poco pillada, porque la verdad que no lo pedí precisamente en voz baja, jajajaja. ¡El día que recuerde antes de nada que tengo derecho al contrato X por puntuación y no por mi volumen de voz -si así fuera todos los enfermeros estaríamos afónicos-, habré ganado mucho!
Además el contrato de verano allí tiene muchos puntos a favor:
1) CSM es mi recurso favorito en Salud Mental.
2) Está a 10-15 minutos andando de casa, depende de la prisa que tenga yo por llegar o de si se me pegan las sábanas.
3) Ya lo conozco -cosa que a los compis les viene de perlas también: viene una persona que ya sabe cómo va todo; por tanto no hay que enseñarle nada relativo al funcionamiento del Centro y es productiva desde el primer día-.
4) En un lugar en el que se trabaja genial y los compañeros son un primor.
5) Sigo teniendo contacto frecuente con ellos (incluso he ido de visita), y la relación es estupenda.
6) Los pacientes se acuerdan de mí de un año para otro y eso también es bueno para ellos: soy una enfermera a la que conocen; algunos no aceptan bien que el profesional que los atiende cambie por vacaciones y haya un sustituto.


Ya veis que no puedo pedir más. Estoy muy contenta este año porque como comenté también en Twitter, parece que poco a poco se va a acercando ya mi momento de ir encadenando contratos de Salud Mental y no dejar de trabajar de eso; de algo que me encanta y me hace feliz a nivel profesional. Puestos a pedir, querría un contrato siempre en el mismo lugar aunque fuera a fuerza de renovarlo; pero mientras tanto eso no es posible, así que me conformo con no parar de trabajar "de lo mío".

Y esto es todo por el momento, iré actualizando e informando de todo durante mi próximo contrato, ¡jajajaja!
¡Nos leemos pronto!

Nurse Lecter

martes, 3 de abril de 2018

De nuevo... ¡trabajando!

¡Hoolaaaaaa!

¿Qué tal estáis?
Espero que esté yendo todo bien, ¡ojalá que sí!

En esta mini-actualización vengo a contaros que sí, ¡estoy trabajando en Salud Mental!
Me dieron hace unos cuantos meses un contrato en Drogodependencias y estoy muy contenta, la verdad. Pero también tengo que admitir que los comienzos me resultaron un poco duros, como siempre ocurre. ¿Por los pacientes? En absoluto. ¿Por los compañeros? Más de lo mismo: queja ninguna en ese sentido.
Era realmente por mí.

Hacía casi 4 años que no trabajaba en un Centro de Atención a Drogodependencias -fue mi primer rotatorio de la residencia y mi único contacto con adicciones a nivel comunitario hasta ahora-; y si bien los conceptos básicos los tengo aprendidos e interiorizados, desempolvarlos y actualizarme supuso al principio una fuente de nerviosismo. ¿Y si me equivocaba en algo? ¿Cómo se hacía el seguimiento de estos pacientes? ¿Y si me dejaba alguna pregunta importante en el tintero? Amén de muchas otras cosas, como el funcionamiento interno del centro.

En general la experiencia está resultando muy buena hasta ahora. Como todo, cada sitio tiene su forma de trabajar, pero no tengo queja alguna de momento. Además a tres de los enfermeros ya los conocía, lo que ha facilitado mucho las cosas.
En lo referente al resto de trabajadores hay psicólogos, psiquiatras, trabajador social, auxiliares de Enfermería y auxiliares administrativos.

Se trabaja en turno de mañanas y la dinámica del trabajo de Enfermería está muy bien, porque cada uno tiene unas tareas asignadas: mientras dos hacen acogidas y seguimientos a sus respectivos pacientes otro está para lo que surja: analíticas, pacientes que necesitan ser vistos porque vienen de urgencia, temas administrativos, dispensación de metadona o antagonistas opiáceos. Hay otro enfermero de refuerzo que se dedica a esto último a veces. Así que en general la carga laboral tampoco es tan grande como uno se pueda pensar.

Además de recordar conocimientos que hacía años que no tocaba, estoy aprendiendo muchísimo de estos pacientes; no me refiero sólo a la jerga que usan sino a cómo es realmente el proceso de adicción, la aplicación del modelo transteórico del cambio de Prochaska y DiClemente -porque sí, aquí también se aplica-, así como la vivencia de la abstinencia y en general el proceso de desintoxicación y deshabituación; la reinserción social también es importante, pero no estoy tan en contacto con ella como pueden estarlo los psicólogos. Y por supuesto, estoy cogiendo muchas tablas en lo que respecta a la valoración inicial del paciente que consume sustancias y su manejo posterior.
Este grupo concreto de pacientes tiene algunas particularidades si lo comparamos con las personas que tienen psiquiátrico "puro", por llamarlo de alguna forma (es decir, que sólo tiene trastornos psicóticos, afectivos o un trastorno mental común y no consumen habitualmente): muchos minimizan el consumo o lo ocultan, o vienen sólo porque han tenido problemas legales, como multas o retirada del carnet de conducir. No es raro encontrarte con pacientes que dicen que "mi pareja/mis padres es/son la/los que me han obligado a venir...", "yo no creo que tenga ningún problema...", "vengo sólo para ver si puedo quitarme de encima la multa...". Y durante su seguimiento hay avances y retrocesos, algo que es totalmente y normal en este proceso. Aquí es crucial el apoyo de su círculo más íntimo. Tanto es así que los profesionales siempre procuramos contar con la asistencia a las citas de alguien cercano al paciente: pareja, hijo(s), padre(s), hermano(s)... quien sea, pero que pueda estar siempre disponible para la persona y nos ayude a ratificar la información que ésta nos da.

Entiendo que el paciente adicto a sustancias puede asustar visto desde fuera, ya que todos tenemos la imagen típica. Pero esto no es así: vienen personas de ambos sexos y el rango de edades y perfiles sociales es bastante amplio, así como el tipo de sustancias -ludopatía aún no he visto ninguna, pero sé que de vez en cuando acuden-, y el patrón de consumo que hacen de las mismas. Por no hablar de su evolución, la cual me parece muy interesante y de la que aún me queda mucho por conocer.

Ya sólo me resta seguir aprendiendo y ampliando conocimientos, tarea que enfrento con mucha ilusión y entusiasmo.

¡Nos volvemos a leer pronto!


Nurse Lecter

jueves, 23 de noviembre de 2017

Patología del mes

¡Hooooooooola!
¿Cómo va todo? ¿Bien? Esta vez me dirijo en concreto a los opositores de lo que sea (OPE normal, #_IR18...), para recordarles que es posible pero que hay que darlo todo durante el estudio. ¡Ánimo, merece la pena!

Yo de momento estoy en los abismos insondables del paro, ¡qué remedio! A ver si cae algo de Salud Mental pronto, cruzo dedos.
Mientras tanto, entre rato y rato de estudio de oposiciones, me dedico a redactar posts del blog, ¡jajajajaja!
Hace unas semanas twitteé una encuesta sobre qué patología os gustaría que abordase. Salieron los trastornos de personalidad del cluster A. Sin embargo, puntualicé que el trastorno de personalidad paranoide ya lo expliqué en un frikipost de "Juego de tronos" que podéis leer aquí si estáis interesados. Además complementa la entrada, así que...

Para empezar, quería haceros un breve recordatorio de los distintos trastornos de personalidad o TP. Hay tres grupos o clusters muy bien diferenciados,a saber:
  1. Cluster A, también llamados "raros" o "excéntricos". Aquí están el paranoide, el esquizoide y el esquizotípico.
  2. Cluster B, también llamados "dramáticos". En este grupo podemos encontrar el límite, el antisocial, el histriónico y el narcisista. Creo que no me equivoco al decir que este grupo es el que más conoce la gente, sea sanitaria o no.
  3. Cluster C, también llamados "temerosos". Dentro de este cluster se agrupan el evitativo, el de dependencia y el obsesivo-compulsivo.

Sigo con la etiología. ¿A qué se deben estos trastornos de personalidad (en general, no sólo los del cluster A)? Pues suele ser un poco "por todo", como se suele decir: la genética es importante, pero también el ambiente/entorno juega un papel destacado.
Comento además que la prevalencia es alta, pero generalmente los TP están infradiagnosticados, porque no es una cosa precisamente sencilla de ver... (1).

Otra pequeña premisa son las características comunes de estos trastornos, y es que se inician en la primera edad adulta y son observables en varios contextos -es decir, no se ciñen sólo al hogar, o la universidad o el trabajo, por ejemplo-.

Ahora sí, vamos al lío. Comenzaré por el trastorno de personalidad esquizoide, que creo que se entenderá de forma más sencilla. Y como siempre, tiraré del DSM-V.
Este trastorno se caracteriza concretamente por ausencia de interés en las relaciones sociales, siendo por ello muy solitarios.
No echan en falta el afecto o el cariño de otros, ya sea familia, amigos, pareja, compañeros de trabajo... Les da igual, no les gusta relacionarse. Además tampoco les importa en absoluto ser alabados o criticados (2). Por ejemplificarlo un poco, podrían ser los típicos que se pasan el día encerrados en su habitación con el ordenador... pero no en redes sociales, sino en webs que no impliquen hablar con nadie. Si salen a la calle a comprar o cualquier otra cosa (y eso suponiendo que salgan), las relaciones son mínimas. No hablan apenas, no miran a nadie, no están muy por la labor de seguir una conversación...

Continuamos ahora con el trastornos de personalidad esquizotípico, también guiándonos con el DSM-V. En esencia, la gente que tiene este trastorno de personalidad es solitaria como los esquizoides. Sin embargo a esto se le añade además que tienen "distorsiones cognitivas y comportamiento excéntrico" (2). Su discurso a veces es extraño, refiere ilusiones corporales... y algo que puede despistar a veces, como son las ideas paranoides.
Sé que va a quedar un poco mal ponerlo aquí, pero para que nos quede claro, además de solitarios son gente rara.

Además es interesante saber que el cluster A es el que está más relacionado con la esquizofrenia; y dentro de eso, el trastorno de personalidad esquizotípica es el que tiene más papeletas para asociarse con ella -algo lógico en vista de sus características, ¿no creéis?- (3)

En lo tocante al tratamiento de estos trastornos, reitero (ya lo he dicho alguna vez en Twitter), que no hay una familia de fármacos específica para los trastornos de personalidad. Lo que sí se usa mucho es la psicoterapia, de la cual por más que he buscado no he localizado nada aplicable a este cluster, ya que casi toda la literatura está centrada en el TIE -Trastorno de Inestabilidad Emocional, que también es conocido como Trastorno Límite de Personalidad o TLP-.

Aquí dejo a modo de resumen y para terminar una imagen muy clarita que he encontrado en Internet sobre este grupo de trastornos:

Por el momento nada más. Por supuesto sois libres de aportar más información, opinar, debatir... como queráis.
¡Espero que nos leamos de nuevo enseguida!

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
(1) Giner Zaragoza, F, Lera Calatayud, G, Vidal Sánchez, ML, Puchades Muñoz, MP, Rodenes Pérez, A, Císcar Pons, S, Chiclana Actis, C, Martín Vivar, M, Garulo Ibáñez, T, Tapia Alcañiz, J, Díaz Esteban, E, Ferrer Ferrer, L. Diagnóstico y prevalencia de trastornos de la personalidad en atención ambulatoria. Estudio descriptivo.. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. 2015;35(128):789-799. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=265045386007
(2) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013
(3) Guízar Sánchez D. P., Saracco Álvarez R., Fresán Orellana A. Rasgos de personalidad en pacientes con esquizofrenia. Salud Ment. 2012; 35(4): 339-344. Disponible en: