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domingo, 31 de mayo de 2020

¡Doblete freak!

¡Hola!
Me he propuesto retomar poco a poco el blog, darle vida otra vez y acercarlo tanto a gente familiarizada con la salud mental como no familiarizada.
Y quiero hacerlo de una manera que sabéis que me encanta y que bajo mi punto de vista es más cercana, más "amable" por decirlo de alguna forma... Así se facilitan las cosas.

Os presento en este post un libro y una serie -más conocida la segunda que el primero-: "La maldición de Hill House". Da igual que la hayas visto o no, seguro que sabes de qué estoy hablando.

Primero quiero hablar del libro.
Es una novela de terror sobrenatural (por catalogarla en algún subgénero) escrita por la norteamericana Shirley Jackson y publicada en 1959.
Yo no sabía que existía tal novela hasta que llegó a mis oídos la serie. Parece ser incluso que en Estados Unidos fue finalista del Premio Nacional del Libro, ha sido un referente para Stephen King y se considera una obra vertebral de la literatura de fantasmas del siglo pasado.

Shirley Jackson: Infancia y alcohol > Poemas del Alma
Con ustedes, la señora Jackson.

El argumento de la novela es, a priori, muy "manido": el doctor Montague quiere investigar posibles fenómenos paranormales en una casa llamada Hill House, y para ello recurre a la ayuda de tres personas: las señoritas Theodora (no tiene apellido) o Theo, Eleanor (Nell) Vance, y el sobrino de la actual propietaria de la mansión, Luke Sanderson. Los invita a pasar allí unos días y a documentar todo lo que vean, oigan, experimenten... y hasta aquí puedo leer sin spoilers. Ahora sí vienen un par, por lo que...

 ¡OJO SPOILERS!

El intríngulis que tiene esta obra es que se llega a un punto en el que no está muy claro qué es real y qué no. Dejemos por un momento los fantasmas aparte y centrémonos en lo objetivo: en lo que sucede con los vivos.
La historia está narrada en tercera persona, pero el peso de la misma recae en Eleanor. Y eso nos permite tanto saber lo que dice, ve y hace como lo que piensa. Es muy significativo que en muchas ocasiones piense una cosa y al final diga otra, aunque no fuera eso lo que pretendía expresar. Su mente en muchos momentos no tiene nada que ver con su boca o sus manos; es como si estuvieran descoordinadas. De igual forma hay conversaciones que mantiene con otras personas en la casa, y al cabo del rato ve a su interlocutor actuando como si no hubiera hablado con ella hace pocos minutos. Como si ella se lo hubiese imaginado.
En otro pasaje Theo y Nell oyen a alguien -o algo-, golpeando las puertas del pasillo donde están los dormitorios. Casi al final del libro sucede lo mismo... con la diferencia de que es Nell la que golpea las puertas en plena noche.

Como bien sabéis, a mí me encanta desmenuzar este tipo de características en cualquier personaje que caiga en mis manos en forma de serie, libro, anécdota o película.
En el caso de Eleanor pensé ciegamente que padece esquizofrenia paranoide sin diagnosticar. Está firmemente convencida de que Hill House actúa como un ente vivo que interacciona con sus inquilinos y que la propia casa quiere que Nell se quede con ella; que forme parte de la mansión. Me parece en este caso que estamos ante un delirio de persecución (1).
Además está desorganizada (me remito a la "desconexión" entre su mente y su cuerpo), y no descarto alucinaciones (1). ¿Por qué? Porque si bien tanto la propia Eleanor como Theodora escuchan los golpes en el episodio que he comentado antes, luego Theo actúa como si hubiera oído un ruido habitual en la noche: la madera asentándose, el aire colándose por una ventana abierta... algo no paranormal, en definitiva. 
¿Cabe dentro de lo posible que la mente de Nell metiera a Theo en la clínica psicótica?

Pero hay más: tampoco he descartado algún tipo de trastorno disociativo no especificado. He llegado a pensar que Eleanor se despersonaliza en algunos momentos; como cuando habla con el doctor Montague, con Luke o con Theodora y luego ellos no parecen haber charlado con ella. De hecho le preguntan varias veces a lo largo de la novela si está bien.
A todo esto se le suma una personalidad muy dependiente; me impresiona que Nell necesita aprobación y refuerzo positivo continuos. Además no está contenta con su vida anterior -fue cuidadora de su madre enferma durante once años, aparcando su vida para dedicarse por completo a su progenitora-.
En fin, hay un caldo de cultivo de problemas de salud mental, como veis.


Aquí ya se ACABAN LOS SPOILERS DE LA OBRA. ¡Podéis seguir leyendo sin problemas si os interesa!

En general y pese a todo lo expuesto, el libro no me ha gustado demasiado. Me esperaba otra cosa totalmente distinta. Más fantasmas, más morirme de miedo y menos base real. ¡Pero nunca llueve a gusto de todos!
Sí que le reconozco a la novela lo bien que se ha plasmado el estado mental de Eleanor: acelerado, delirante, agobiado, preocupado, desorganizado. Tanto su personalidad como la de Theodora están bien delimitadas y en ese aspecto las tienes bien clasificadas enseguida.
Además las descripciones de la propia Hill House son muy detalladas y no cuesta nada imaginarte una casa laberíntica... ni lo que puedas encontrarte al doblar una esquina o abrir la puerta de una habitación. Eso siempre es de agradecer.


*      *      *


Ahora pasamos a la serie. Se estrenó en otoño de 2018 en Netflix, y consta de 10 capítulos que oscilan entre los 50 y 70 minutos de duración, más o menos. Os dejo aquí el tráiler.


La serie intercala las vivencias de los 5 hermanos Crain en su adultez actual y durante su infancia en Hill House. Una casa que, como supondréis, tiene mucha actividad fantasmal. El nexo que une ambas etapas es la muerte de un miembro de la familia -lo que otorga una oportunidad muy interesante para reflexionar y hablar del duelo, de las despedidas, del perdón e incluso del arrepentimiento y la sinceridad, pero la entrada se haría más larga aún de lo que ya es-.
Sí que me gustaría hablar de nuevo sobre Nell.
La chica va al psiquiatra por una serie de circunstancias a las que hay que añadirle que padece lo que en un principio puede considerarse parálisis del sueño; se explica y ve muy bien en el quinto capítulo.
La parálisis del sueño según se recoge en la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño es una parasomnia de la fase REM, en la cual la persona se despierta pero su cuerpo no responde: le es imposible mover un solo músculo a excepción de los de los ojos y los de la respiración. También es reseñable que pueden aparecer incluso alucinaciones hipnopómpicas (propias de cuando te estás despertando), que son muy vívidas y terroríficas. Así quien sufre parálisis del sueño se agobia mucho, se siente vulnerable y por ello puede experimentar incluso un ataque de ansiedad (2).
La parálisis del sueño se asocia al jet lag puntualmente, a malos hábitos de sueño o rutinas de sueño cambiadas, ciclo sueño-vigilia alterado, estrés, cansancio, privación de sueño... y se ha estudiado incluso la influencia que tiene el dormir bocarriba. Puede haber episodios aislados, que se den sólo una vez en la vida, y no pasa nada ni es algo de lo que preocuparse (2).
Podemos entonces imaginar mejor la angustia que tiene Nell algunas noches: se despierta de pronto, su cabeza está lista y funcionando al 100% y quiere moverse, levantarse... pero es incapaz. No puede por mucho que se lo ordene a sus músculos. Y lo que es peor: ve a alguien cerca de su cama que se dedica a mirarla fijamente y a chillar.
El tratamiento de la parálisis del sueño es fundamentalmente la higiene del sueño (3): horario fijo para acostarse y levantarse, no permanecer en la cama si se tiene insomnio, rutinas relajantes antes de dormir, nada de excitantes o ejercicio físico intenso, temperatura de la habitación adecuada... También se ha comprobado que los fármacos ISRS como citalopram, escitalopram, paroxetina, sertralina...(3) pueden ir bien.


Dejo una escena en la que se aprecia mejor este trastorno.
Desde ahora hasta que no leáis lo contrario, hay varios spoilers (y en el caso concreto del vídeo, a partir del 1:03).




Retomando a Nell, tampoco es descabellado pensar que podría padecer esquizofrenia también en la serie.
El capítulo que la tiene como protagonista es muy claro en ese sentido, sobre todo en sus escenas finales: va a Hill House y entra en la casa. Es increíble porque además la diferencia entre su imaginación (o lo que le provocan los fantasmas de la casa, ¿quién sabe?) y lo que ve el espectador -y se supone que es lo real- está presente: se alternan escenas entre una situación y la otra. Asimismo hay una escena en la que se deshace de su medicación tirándola al váter. No sé qué tipo de fármacos son porque no llego a saber su nombre, pero podríamos pensar que son antipsicóticos o antidepresivos.

Hay otro personaje con problemas de salud mental. En este caso Luke, que tiene un problema de drogadicción y está deshabituándose.

De igual forma y a medio camino entre el duelo patológico y los espíritus tenemos a Hugh Crain, el padre de los hermanos Crain. Viudo desde hace años, admite que ve a su mujer fallecida y habla con ella... ¿fantasma o alucinosis (alucinación que la persona reconoce como tal y por tanto sabe que no es real)? Del espectador depende.

Y por supuesto no faltan dos cosas:
1) El escepticismo de la mano de Steven Crain, el hermano mayor.
Él está convencido de que la locura corre por sus genes: insiste en que su madre y su hermana se suicidaron, en que su hermano está enganchado a la droga -aunque esto es evidente- y que las dos hermanas restantes tienen ciertos rasgos de personalidad muy marcados, rayanos casi en el trastorno; cosa con la que yo no estoy de acuerdo, pero ése es otro tema.
2) La locura como justificación de los actos de los dueños originales de la casa, muchos años atrás... y como iniciadora de la maldición de Hill House en sí, perpetuándose en los sucesivos poseedores de la mansión.
Que se use la mala salud mental de una persona con este pretexto no es algo que me guste: así se tiende a la estigmatización. No obstante también puedo comprender que esta premisa en el terror funciona muy bien como "activador", aunque no comparto esta concepción.

Aquí ya acaban los spoilers de la serie, podéis seguir leyendo tranquilamente.


En lo tocante a dicha producción y de forma excepcional, me gusta mucho más ésta que el libro -a pesar del capítulo final, que empezó prometiendo mucho y al final me decepcionó una barbaridad-. Esto suele pasarme al revés: las novelas siempre me gustan más.
Si hablamos de la Hill House "televisiva", como he dicho antes el argumento es muy diferente: aquí no se exploran fenómenos paranormales sino que se experimentan en la infancia se y evocan sus consecuencias en la actualidad. Las relaciones familiares están muy patentes -por ejemplo Theo, Luke y Eleanor son hermanos; y para más inri los dos últimos son mellizos-, hay para mí mucha más sensación de angustia y desazón, la famosa Habitación Roja en el libro no está, tiene también guiños más que evidentes a Shirley Jackson...
Y lo que más me gusta y que en el libro ni siquiera se deja caer: hay fantasmas EN TODAS PARTES. En cualquier segundo plano, disimulados debajo de una mesa, en el reflejo de un cristal, al fondo de una habitación... Siempre acechando.
No exagero si digo que esto es de las cosas que más me gustan de la serie: se cuidan los detalles y siempre es un reto intentar localizarlos.

En definitiva, tenéis diversas opciones donde elegir; creo que tanto una como la otra si os gusta el terror con un toque "mentalero" os pueden complacer.
A nivel de salud mental creo que tanto la novela como la serie son muy explícitas. Se puede ver la psicopatología del personaje del que tanto he hablado en este post. Y si en cambio os convence más la temática fantasmagórica, podéis ver la serie justo como eso: como una historia de fantasmas sin más.
Tampoco podemos perder de vista la óptica trascendental y filosófica del asunto: en lo que respecta a la serie, estamos ante un compendio de reflexiones no sólo relativas al duelo y todo lo que acarrea, sino también sobre lo que significan para nosotros nuestros fantasmas particulares, los que no nos dejan dormir y sobre los que reflexionamos con frecuencia.


Espero que os haya gustado el post, ¡nos leemos de nuevo muy pronto!


Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
1) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013
2) American Academy of Sleep Medicine. The International Classification of Sleep Disorders, Revised. Diagnostic and Coding Manual. 2001. pag 166. Disponible en:
 https://web.archive.org/web/20060925132444/http://www.absm.org/PDF/ICSD.pdf
3) Carrillo-Mora P, Barajas-Martínez K.G., Sánchez-Vázquez I., Rangel-Caballero M.F. .Trastornos del sueño: ¿qué son y cuáles son sus consecuencias?. Rev. Fac. Med. (Méx.) 2018. 61(1): 6-20. Disponible en:  http://www.scielo.org.mx/pdf/facmed/v61n1/2448-4865-facmed-61-01-6.pdf

domingo, 16 de diciembre de 2018

Serie del mes

¡Hola a todos!

Ya estamos en plenas Navidades prácticamente... pasa el tiempo rapidísimo, la verdad.
En cuanto a los opositores _IR sé que es fácil decirlo, pero no os agobiéis ahora. Lleváis estudiando mucho tiempo y esto es sólo el empujoncito final. El trabajo más grande lo hicisteis hace meses, ahora sólo toca reforzar un poco lo que habéis machacado mil veces. ¡Tranquilos!

El post de hoy aborda una serie, que llevo ya muuuuuuuuuuucho tiempo sin hablar de ninguna.
Se trata en este caso de "Maniac", protagonizada entre otros por Jonah Hill y Emma Stone y estrenada este año. El director es Cary Fukunaga.


Aquí tenéis también el tráiler en castellano.



Por lo visto la serie está basada en otra noruega del mismo nombre, cosa que supe después. Está ambientada en Nueva York en una época indeterminada y el argumento es, cuanto menos, llamativo.

Tenemos por un lado a Owen Milgrim (Jonah Hill), el hijo más pequeño de una familia rica y con un diagnóstico de esquizofrenia. Y por otro lado tenemos a Annie Landsberg -Emma Stone-, que arrastra varios problemas sobre todo familiares y además sufre adicción a un fármaco.
Ambos se enteran de que se está llevando a cabo un ensayo clínico en el cual se dispensa un tratamiento radical que dura tres días (¡sí, como la azitromicina!), y combina medicación oral y exposición a recuerdos traumático y posibles alternativas, en parte debido al trabajo que realiza un gran ordenador llamado GRTA. Cada día los sujetos se toman una pastilla distinta y cada día también sus mentes experimentan cosas diferentes.
Este tratamiento fue ideado por el doctor Mantleray -Justin Theroux-, y no está exento de cierta controversia; no obstante el doctor asegura que con esto se puede curar cualquier problema de salud mental, incluso trastornos mentales graves.
Annie y Owen sin embargo reciben esta pauta con motivaciones diversas, que no voy a explicar por no entrar en más detalles "spoileantes".

Ahora os comento mi opinión sobre la serie.
Me la recomendaron varias personas convenciéndome de verla porque versaba sobre salud mental. Evidentemente, en cuanto oigo esas palabras toda mi atención se dirige al tema en cuestión, así que la comencé muy dispuesta. Pero una vez vistos los diez capítulos puedo decir que, bajo mi punto de vista: 
- La salud mental en "Maniac" no es lo más importante; pasa a un segundo plano muy pronto. Funciona como una especie de macguffin aunque no es tal en el término estricto. Es decir, si esperáis ver clínica positiva en el caso de Owen (sólo la veréis al principio), o las características propias de la patología de Annie... ésta no es vuestra serie, decididamente. Lo estrambótico está provocado por la combinación de la pastilla y GRTA, pero no es clínica propia.
- No le veo a la serie ni pies ni cabeza. Me parece simple y llanamente una secuencia de escenas y situaciones que poco o nada tienen que ver entre sí y que no dirigen a nada concreto. Me dio la impresión de que Cary Fukunaga quiso contar mucho e innovar, y se acabó aturullando.
Esto último me supone un problema: hay series mucho más complejas (como "Westworld"), que me gustan infinitamente más y en el capítulo final me acabó cuadrando todo. Con "Maniac" he terminado igual que cuando empecé: no me ha resuelto ni aclarado nada. Ya no sé si por mi predisposición al no engancharme, o porque realmente no explica gran cosa.
Y aquí viene lo peor, donde puede que alguien me crucifique:
- Me parece que está sobrevalorada.

Repito: ESTO ES MI OPINIÓN, NO UNA VERDAD ABSOLUTA. A lo mejor a alguien le parece una serie buenísima, o a otra persona la deja que ni fu ni fa. Para gustos, colores.
No sé si es que yo esperaba algo más, me ha sabido a poco o (lo más probable), no me he enterado de nada... y mucho menos del quid de la cuestión.
La he visto asimismo de una forma muy irregular: los primeros tres episodios prácticamente en días alternos porque parecía que prometía; del cuarto al octavo tardé un mes o más y los dos últimos los he visto hace dos semanas... Un parón bastante grande.

Igual que señalo los aspectos menos positivos, también remarco los buenos: estos dos últimos capítulos son para mi gusto los mejores de la serie. En el décimo concretamente la parte final es una gozada y Jonah Hill me sorprendió en ese momento. Además algún que otro puntazo divertido tiene, y algunas historias y situaciones son totalmente absurdas... no queda otra más que reírse.
Realmente si te engancha no da pereza verla en una o dos semanas. Ahora bien, si no te llama del todo una de dos: o la dejas abruptamente o empiezas a marear la perdiz para acabarla, como me pasó a mí.

También es cierto que "me he obligado" un poco a ver los últimos capítulos, ya sabéis: "total, son sólo diez episodios; eso se ve en nada de tiempo, y para dos que me quedan no la voy a dejar a estas alturas. Encima si los veo puedo opinar con conocimiento de causa y podré comentar qué me parece la serie en el blog..."
 Las únicas cosas que me parecen realmente destacables de "Maniac" son:
1) La ambientación en una especie de Nueva York futurista donde incluso se habla japonés, aunque hay cosas que parecen sacadas de los años setenta. ¡Y los colorcitos pastel, hacen que la serie sea hasta cuqui! Se trata de un contraste muy curioso.
2) La interpretación de Emma Stone, que lo hace brutalmente bien. Sólo por ella merece la pena ver la serie, la verdad.

En resumen: no es una serie que revisionaría de nuevo, y si os interesa el tema de la salud mental tampoco me parece gran cosa el papel que juega aquí; es importante como tal al principio (para contextualizar), y al final, sin spoilers.

Esto es todo por el momento. ¡Nos volvemos a leer pronto!

Nurse Lecter

domingo, 25 de febrero de 2018

Serie del mes (y II)

¡Hola otra vez!

Traigo en este post la segunda parte de la serie del mes: "Breaking Bad".
En su momento comenté que para no hacer un solo post larguísimo con los dos arcos argumentales en los que predomina la salud mental, iba a hacer dos entradas (si aún no habéis leído la primera podéis hacerlo aquí).

El tema que abordaré en esta ocasión es la evolución de la personalidad de Walter White/Heisenberg (Bryan Cranston), protagonista de la serie.
No tengo muy claro si es un desarrollo secundario -y precipitado- a sus circunstancias vitales (teniendo en cuenta que la personalidad es parcialmente adaptativa a lo largo de la vida), o simplemente es que su verdadera personalidad estaba reprimida y se ha prendido la mecha que la ha hecho estallar.
En cualquier caso sólo me limito a "exagerar" un poco ciertos rasgos que se aprecian en el personaje a fin de que se comprenda mejor lo que digo.

Aviso: igual que en el post anterior sólo di los spoilers mínimos e indispensables, con este no pasará lo mismo. Así que ojo spoilers; a partir de aquí leéis bajo vuestra responsabilidad.

A la izquierda, Heisenberg. A la derecha, Walter White.

Es la pregunta del millón, te la planteas aun habiendo visto -y acabado- la serie:


¿Cómo un profesor de Química, pringado a más no poder (porque sí, es así), pasa a ser un capo de la droga despiadado?


En la primera temporada Walter White es un señor que no ha roto un plato en su vida, que no habla por no pecar y dice a todo que sí. Si algo no le gusta no se opone abiertamente, sino que tiende a vacilar. No le gusta enfrentarse a nadie ni rebatir pese a que él pueda llevar la razón. De hecho te da bastante pena ver que no es capaz de expresar sus pensamientos u opiniones con claridad y quedarse a gusto (o al menos eso fue lo que me pasó a mí).
Esto puede sonarnos muy lejanamente a trastorno de personalidad del cluster C; el que más se le acerca es el trastorno de personalidad dependiente, pero no cumple los cinco criterios mínimos que deben tenerse para ser diagnosticado como tal. Bajo mi punto de vista cumple sólo dos: el tercero  y el quinto -mencionados ambos en el párrafo anterior- (1).
Así que el problema es que Walt no encaja del todo en ninguno de los tres trastornos de este grupo... aunque sí que podría venirle como anillo al dedo el trastorno de personalidad no especificado por esta misma razón: porque no cumple todos los criterios y no puede acomodarse a ninguno.

No obstante a finales de la primera temporada empieza a medio vislumbrarse el cambio de Walt a Heisenberg. Poco a poco empieza a enfrentarse con gente "inocua" (por ejemplo deja su trabajo de por las tardes previa discusión con el encargado, defiende a su hijo Walter Jr...), y el click definitivo, el que ha dado el verdadero pistoletazo de salida al cambio, se produce en el capítulo 1x06. Mirad:


Ése es el principio de la degradación moral de Walt. Y hay otros dos momentos clave. Uno es la muerte por sobredosis de Jane Margolis (2x12); en este caso hubo omisión de socorro por parte de Walter, y podéis verlo aquí.



El otro momento crítico tiene lugar al final de un capítulo que a mucha gente le pareció que era pura y simplemente relleno, siendo por ello muy polémico: el de la mosca (3x10).
Aparentemente aquí no pasa nada: una mosca se cuela en el laboratorio y hay que matarla o echarla para poder cocinar. Pero la miga del asunto está casi al finalizar el episodio, cuando Jesse le echa a Walt medicación en el café para que duerma y él, somnoliento, comenta algo relativo a que siente la muerte de Jane.
Aquí es cuando definitivamente desaparece Walter White para dejar paso a Heisenberg. Es el último rastro de humanidad que veremos. No habrá más.
Tenéis una explicación más detallada aquí (ojo, hay spoilers).

Ahora bien, en vista de todo lo que he contado, ¿cómo es este Heisenberg?
Pues visto objetivamente es un cabronazo. No duda en manipular, falsear, negociar, dejar los escrúpulos a un lado, y por supuesto, matar e inducir a otros a hacerlo.
Y sin embargo a mí -y a la gran mayoría de gente supongo- no me suponía ningún problema que fuese así. Empaticé con él e incluso justificaba su conducta.
Esto es una característica propia de mi querido trastorno de personalidad antisocial, ¡claro!
Sin embargo y personalmente también le veo ciertos rasgos narcisistas, si os soy sincera. Mirad si no este vídeo, en el que comenta que él es esencial (a partir del 1.10): la familia lo necesita, el mundo lo necesita. Él es el mejor.




Como el trastorno de personalidad antisocial ya lo he abordado en varios posts del blog -uno de ellos éste, aunque también hay algún frikipost en el que lo especifico más-, no me explayaré más. Sólo lo he mencionado para los que dudabais de si Walt tiene rasgos psicopáticos.


Lo que realmente quiero es entrar en materia con el trastorno narcisista de personalidad. Creo que alguna vez he hablado de él en el blog, pero no en profundidad. ¡Así que ahí vamos! Lo hacemos con el DSM-V al lado.
Se encuadra dentro de los trastornos de personalidad del cluster B, siendo lo más característico de este trastorno un patrón de grandeza, necesidad de admiración y (al igual que los antisociales), carencia de empatía (1).
Para que Walter/Heisenberg sea diagnosticado como narcisista ha de cumplir como mínimo cinco criterios de un total de nueve. Muy resumidos: grandeza o grandilocuencia, falta de empatía, necesidad de ser admirado, tener fantasías de éxitos, triunfo, aprovecharse de los demás, creerse especial, tener comportamientos arrogantes... (1). Y bajo mi punto de vista, los tiene casi todos. Quiere que le teman, quiere ser el narcotraficante más grande, quiere tener la hegemonía, que su producto sea el mejor... Y no duda en amenazar, extorsionar, manipular tanto a la gente que le rodea como la realidad. Y si algo o alguien le molesta, pronto deja de hacerlo: bien porque se lo carga -previo plan elaboradísimo-, o porque lo atrae hacia su causa.

Por tanto las dos ideas básicas que resumen el narcisismo son (para la gente que no esté muy familiarizada con la salud mental):
1) Primero yo, después yo y por último yo; y si sobra algo, para .
2)  "Yo más y mejor que ".

Creeréis seguramente que las mayúsculas y las negritas son por hacer la gracia y resaltar los conceptos, pero no. Es así; realmente es así.

Por más que he buscado, no he encontrado datos epidemiológicos actualizados y fiables. Si los localizara actualizaría el post, ¡prometido!

En otro orden de cosas ¿cómo se trata el trastorno narcisista de personalidad?
Pues por lo visto, la terapia cognitivo conductual (TCC), no va mal del todo. Pero no podemos pretender que la persona deje de ser narcisista de forma radical -ya que dejaría de ir a las sesiones-, sino hacerlo desde pequeños cambios poco a poco. Es preferible que sea "menos narcisista" a que deje de serlo de golpe (2). Y dentro de esto, debe trabajarse más bien el plano cognitivo más que el conductual.
Por supuesto y como he comentado en otros posts de trastornos de personalidad, también se da medicación de soporte según el caso: para la ansiedad -benzodiacepinas-, control de impulsos (antipsicóticos a dosis bajas), cambios de humor (estabilizadores del ánimo)...
Se trata, por tanto, de combinar varias cosas. Usar una sola es poco eficaz. Aunque en el caso de Walter White tengo mis serias dudas de que acudiera a terapia en algún momento...

A modo de anécdota, nuestro amado abuelito psicópata George R.R. Martin, el autor de "Canción de hielo y fuego", opina que Walter White es un monstruo, mucho peor que cualquiera que pueda existir en los Siete Reinos (que ya es decir). Lo escribió en su blog, podéis leer el post si clickáis aquí.

Y no quiero extenderme mucho más. Sólo me resta por comentar que si Heisenberg es así, Skyler White no se queda atrás. Muchos fans de la serie la odian, es vox populi. Pero la verdad, a mí no me parece tan horrible. Para gustos colores.
Cierto es que la mujer tiene su punto manipulador, demostrativo y algo "psicopático", pero de ahí a odiarla... Walter White se vuelve bastante peor con el tiempo, creo yo. En el mundo de las series hay personajes mejores, claro que sí. Pero también los hay peores...


Post terminado por mi parte. ¡Espero que os haya gustado y que os animéis a comentar si os apetece aportar algo de información!
¡Un saludo, nos volvemos a leer pronto!


Nurse Lecter

Bibliografía consultada:
(1) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013.
(2) Caballo V. E.  Tratamientos cognitivo-conductuales para los trastornos de la personalidad. Psicología Conductual 2001, 9(3): 579-605. Disponible en:

domingo, 21 de enero de 2018

Serie del mes (I)

¡Hola!

¿Qué tal estáis? ¡Espero que bien en general!
Específicamente a los opositores _IR os deseo mucha suerte y os mando muchísimo ánimo para el examen, que queda muuuuuuuuuy poquito, ¡ya veréis qué liberación cuando salgáis del aula!

En lo relativo a la entrada de hoy, toca una serie espectacular. Dudo que no la hayáis visto -aunque puede quedar alguien como yo que la terminó hace poco-, pero por si acaso la recomiendo. ¡A mí me gustó un montón!
Hablo de "Breaking Bad", que ayer cumplió una década.

Todos tenéis el argumento de la serie en mente: profesor de Química (interpretado brillantemente por Bryan Cranston) que al ser diagnosticado de cáncer de pulmón se dedica a sintetizar drogas para que su familia no pase estrecheces cuando él no esté.
Sí, es una premisa correcta. Pero "Breaking Bad" es, bajo mi punto de vista, mucho más que eso. Es un estudio concienzudo de la mente humana, las motivaciones, los anhelos y las relaciones que se establecen entre las personas, y cómo cambian dichas relaciones.
Aviso de que puede haber spoilers, así que vosotros decidís si seguir leyendo o no.


Jesse y Walter, Walter y Jesse. De las mejores parejas que ha dado la tele.

Como siempre, pregunta estrella del post: ¿Qué pinta "Breaking Bad" en el blog? ¡Uh, pues bastante! Veo dos líneas bien delimitadas. Y para no hacer esta entrada muy extensa, prefiero dividir ambos arcos y publicarlos en posts distintos. Una de estas líneas es obvia: el consumo de drogas, que es de la que hablaré ahora. La otra ya la descubriréis en la próxima entrada.

¡Vamos al lío!
La sustancia que Walt y Jesse fabrican en distintos lugares a lo largo de la serie es metanfetamina. Esta droga recibe varios nombres: "cristal", "speed", "crank", "ice"/"hielo", o simplemente "meta", entre otros.
Se trata de una droga estimulante -es un derivado sintético de la anfetamina (1)-, lo que significa que produce activación del sistema nervioso central. Además tiene un alto potencial adictivo (2), y yo diría incluso que es peor que la cocaína.
Puede fumarse, tomarse en píldoras, esnifarse o administrarse intravenosa (3).
Aparte de que Walter tiene los conocimientos suficientes para sintetizarla, los precursores de la meta son comunes en muchos fármacos (2), con lo que puede, por desgracia, fabricarse sin mucho problema.

Ahora pasamos a lo que es la adicción. Tiramos del DSM-V para intentar comprender un poco mejor los trastornos adictivos que tiene aparejados este tóxico. Eso sí, tengo que aclarar que a diferencia de lo que sucede con otros -como el cannabis o los sedantes-, en el manual no encontraréis nunca específicamente "Trastorno por consumo de metanfetamina", "Intoxicación por metanfetamina" ni nada de eso. Dicha sustancia debería encuadrarse en el apartado de "Trastornos relacionados con los estimulantes". A partir de ahí, se especifica el tipo de droga.
Los diez criterios son prácticamente iguales en todos los tóxicos. Por citar unos cuantos que creo que ilustran muy bien el proceso: 
- El hecho de que la sustancia en cuestión te interfiere o repercute tanto en actividades como en relaciones.
- Craving o deseo de consumir.
- Seguir tomando la droga pese a ser consciente de que tienes un problema.
- Tolerancia y abstinencia (estos dos últimos son criterios importantísimos, y aunque van separados yo los uno en el mismo epígrafe).
Como mínimo durante doce meses se deben cumplir dos (4).

Además y dependiendo del tiempo que se esté consumiendo metanfetamina puede haber otros síntomas asociados, como alucinaciones, alteraciones afectivas, ansiedad, depresión, insomnio, agresividad... (2). Obviamente, será peor cuanto más tiempo sea adicto el sujeto.


Esto es en lo tocante a la adicción pura y dura. No obstante también me parece importante destacar otros dos trastornos relacionados con la metanfetamina. Uno de ellos es la intoxicación, y el otro la abstinencia.
El primero es básicamente el hecho de haber consumido y poco después de hacerlo experimentar cambios psicológicos importantes o problemas de conducta. Además de eso se deben tener también síntomas vegetativos: cambios en la frecuencia cardíaca o la tensión, sudor o escalofríos, náuseas, problemas psicomotores, confusión... y ya si la cosa es muy grave, se puede llegar incluso a convulsiones o coma (2)
En cuanto a la abstinencia, también es sencillo de comprender: se trata de dejar de consumir de golpe tras mucho tiempo haciéndolo, o disminuir la dosis habitual. Aparecerán probablemente fatiga, trastornos del sueño, aumento del apetito, agitación... (4). Y en no pocas ocasiones depresión, ansiedad, agresividad...(2).
Otro efecto común del consumo de metanfetamina es la llamada "boca de metanfetamina": la boca se estropea una barbaridad, tanto los dientes (que llegan a caerse), como las encías (3). Ello se debe a que la meta es ácida y disminuye la producción de saliva. Podéis ver una foto si clickáis aquí.

En "Breaking Bad" hay varios ejemplos de todo. Uno de los más evidentes es el de Tuco Salamanca, traficante que aparece en la primera temporada y está bastante tocado (de hecho la primera vez que lo vi pensé que le había dado un pasote de una sola consumición). Se aprecia sin grandes problemas que Tuco tiene hiperactivación nerviosa: pupilas dilatadas, no puede estarse quieto, vocifera, se irrita fácilmente... No le niego tampoco algo de personalidad basal -como problemas para controlar sus impulsos-, pero me juego el cuello a que gran parte de esa hiperactivación se debe al cristal.
Aquí os dejo un ejemplo de cómo se las gasta Tuco. Ya me diréis si esa agitación y esa agresividad son secundarias al consumo o no.



Otro ejemplo buenísimo lo tenemos en Jesse Pinkman (Aaron Paul), que tras consumir tiene alucinaciones visuales -algo típico del consumo de sustancias-, y delirios persecutorios. Podéis verlo en este vídeo, sin spoilers.


Esto son sólo un par de muestras, pero hay más a lo largo de la serie.

En cuanto a la epidemiología, el consumo de meta ha ido aumentando cada vez más, tomándola los hombres más que las mujeres. En Europa además se consume bastante, sobre todo en la zona del este (5).

Si nos referimos al tratamiento de la adicción por metanfetaminas, os diré que he encontrado poco. A continuación os dejo la información que he conseguido.
En caso de intoxicación el tratamiento se centra en medidas de soporte. Si el paciente está agitado, benzodiacepinas; si hay cambios bruscos de tensión, antihipertensivos (6); si se deshidrata, sueroterapia, y así sucesivamente.
Si hablamos del tratamiento del abuso crónico consta, como en todos los tóxicos, de tres pasos: desintoxicación de la sustancia, deshabituación y reinserción social.
No he encontrado nada relativo a la metanfetamina concretamente, y ni siquiera hay farmacoterapia con eficacia probada, ni con esto ni con los estimulantes en general. Sí que suelen darse antipsicóticos, benzodiacepinas, antidepresivos... en función de la sintomatología, pero no es algo tajante.
En cuanto a psicoterapia, se suele usar mucho la terapia cognitivo-conductual (TCC), así como el asesoramiento sobre drogas. Merece además especial atención el manejo de contingencias (7).

Acabo el "apartado metanfetamínico" explicando, por si no lo sabéis, que esta droga es de color azul en la serie, pero en la realidad es incolora (aunque hubo un tiempo que sí era de color azul, seguramente postureo; noticia aquí). En "Breaking Bad" tiene ese color característico porque Walter White no usa pseudoefedrina; por lo visto es un producto esencial para la meta, pero es muy complicado obtenerlo (3). Más info aquí.


Hasta aquí el tema del cristal azul. Pero no quiero irme sin mencionar aunque sea de pasada que en "Breaking Bad" hay adicciones a más drogas. Una de ella es la heroína, de la cual abusa uno de mis personajes favoritos: Jane Margolis.




Jane es una chica que aparece en la segunda temporada y es vecina de Jesse Pinkman. Poco a poco van enamorándose y acaban saliendo juntos. Cuando Jesse entra en la vida de Jane ella está acudiendo a terapia de rehabilitación y se encuentra abstinente, pero finalmente vuelve a consumir.

No quiero alargar (mucho) más la entrada, así que me limitaré a comentar que la heroína es un derivado semisintético del opio y que tiene los efectos contrarios a la meta: sensación de euforia y en general una "ralentización" del sistema nervioso autónomo -llevando entre otras cosas a depresión respiratoria, disminución de la motilidad intestinal, bradicardia...-, por decirlo de alguna manera.
Los criterios del DSM-V para diagnosticar adicción a la misma son iguales que los de las sustancias estimulantes y el resto de tóxicos. Lo que varía son los síntomas para diagnosticar intoxicación y abstinencia -obviamente, dado que son sustancias distintas-.

La adicción a la heroína tiene varias opciones de terapéutica farmacológica, pero la más conocida quizá sea el uso de metadona. Este fármaco es agonista, lo que traducido al lenguaje normal significa que no quita el deseo de consumir... porque sus efectos son los mismos que cuando consumes heroína. Con lo cual, si experimentas los mismos síntomas con la metadona, no necesitas la heroína y así no la "echas en falta". Es, al fin y al cabo, sustituir la droga por el fármaco; no sé si me he explicado bien, espero que sí.
La metadona, desde luego, no puede darse libremente como cuando te tomas un paracetamol. Es una cosa muy delicada, debe estar pautada por un psiquiatra y consensuada con el paciente, requiere ciertas exploraciones y pruebas, las dosis son cuidadosamente elegidas y "personalizadas", y es preciso ir ajustándolas según la evolución del paciente. Para ello existen los llamados "Programas de Mantenimiento con Metadona" (siglas PMM), que se encargan de todo esto. Además dichos programas han resultado muy positivos en lo que respecta a la mejora de la calidad de vida de estos pacientes y se ha demostrado que, por ejemplo, reducen la transmisión de determinadas enfermedades infecciosas (8).

En la serie no se sabe si Jane toma metadona u otros fármacos, pero es de suponer que sí. Esto es debido a que, si bien la terapia es útil, no es el único recurso que debe usarse en la adicción a opiáceos.



Doy por finalizado el primer post sobre "Breaking Bad" esperando que hayáis pasado un buen rato leyéndolo.
Por supuesto, se admiten comentarios, opiniones, puntualizaciones... ¡lo que queráis!
En unas semanas publicaré el segundo, ¡gracias por vuestra paciencia!

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:

(2) Sommers, I., Bassin D.: "El uso de la metanfetamina y la violencia". Anuario de investigación en adicciones, 2004, 5 (1). Disponible en:

(3) National Institute on Drug Abuse. Drug Facts: Metanfetamina. Disponible en:
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/la-metanfetamina


(4) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013.

(5) Cárcamo Cáceres J. Drogas de síntesis, las metanfetaminas en el mundo y en América Latina. Revista Conceptos. 2011, Edición 21. Disponible en:
 http://www.pazciudadana.cl/wp-content/uploads/2011/08/conceptos-21-drogas-de-sintesis.pdf

(6) Cuesta Vázquez, S. Tratamiento de las intoxicaciones agudas. Revisión de las intoxicaciones por sustancias de abuso. Universidad Internacional de Andaluciá, 2014. p 19. Disponible en:
http://dspace.unia.es/bitstream/handle/10334/2726/0541_Cuesta.pdf?sequence=4

(7) Knapp WP, Soares BGO, Farrel M, Lima MS. Intervenciones psicosociales para los trastornos relacionados con el consumo de cocaína y anfetaminas psicoestimulantes.  Biblioteca Cochrane Plus, 2008, Número 2. Disponible en:
https://www.researchgate.net/profile/Mauricio_De_Lima/publication/228600117_Intervenciones_psicosociales_para_los_trastornos_relacionados_con_el_consumo_de_cocaina_y_anfetaminas_psicoestimulantes/links/0c96053c53bb427a66000000/Intervenciones-psicosociales-para-los-trastornos-relacionados-con-el-consumo-de-cocaina-y-anfetaminas-psicoestimulantes.pdf

(8) Fernández Miranda J.J. Efectividad de los programas de mantenimiento con metadona. Adicciones. 2005;17(2):167-180. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=289122022007 

martes, 4 de julio de 2017

Frikipost

¡Buenas noches a todos!

Espero que estéis bien, ¡es lo que cabe pensar, ¿no?!
Por mi parte, perdonad la tardanza... he estado liadísima estos últimos 3 meses, y soy consciente de que ha sido mucho tiempo sin actualizar... espero que podáis perdonarme.

Para compensar, volvemos de nuevo a los frikiposts de "Juego de Tronos". Así a lo tonto llevamos ya bastantes personajes desmenuzados. Algunos no se puede negar que tienen algo. En cambio con otros cuesta un poco más.
Este personaje ha hecho muchas cosas y ha evolucionado bastante, así que daré los datos justos -ya sabéis... "no spoilers"-. Además es conocido y amado por todos, no nos vamos a engañar. A mí me encanta, ¡y eso que no es un trastorno de personalidad del grupo B! 😋
Voy a hablar de nuestro estupendo, vitoreado y aclamado Tyrion Lannister.
Es prácticamente imposible que a día de hoy alguien desconozca este nombre. Y por si acaso quedara alguien que aún no lo supiera, lo presento como mucha gente lo llama (cariñosamente, espero): es "el enano de «Juego de Tronos»".

¡Qué buena manera de presentarse!

Venga, y ahora vamos a lo de siempre: la presentación oficial.
Tyrion Lannister es el menor de los tres hijos de Tywin y Joanna Lannister. Sus hermanos mayores son Jaime y Cersei. En un principio parece que está ahí sólo para que la gente se ría con su mordacidad o diga "¡qué máquina de tío!", pero no. Llega a ser Mano del Rey, y bueno... luego va haciendo otras cosas. Unas buenas, otras no tanto. Pero al final sale más o menos victorioso de todas.

La gente que no sepa mucho de salud mental puede preguntarse qué pinta Tyrion aquí, puesto que no parece tener esquizofrenia, ni depresión, ni nada de eso. Es cierto, pero tiene otra cosa perteneciente a este campo: en Tyrion se observa un problema serio con el consumo de alcohol. Y eso es algo que no podemos negar, mal que nos pese.

Vamos a ir como siempre; punto por punto. A ver si podemos esclarecer las cosas un poquito más.


1) ¿En qué consiste el acoholismo?
Pregunta peliaguda aunque a priori parezca fácil.
La contestación estándar es "beber más de la cuenta", pero hay muchas más variaciones: "ponerte ciego", "beber todos los días", "beber todo tipo de alcohol". Me vais a matar, pero la respuesta es que depende, es relativo. A lo mejor para una persona tomarse dos quintos todos los días no supone ningún problema y si alguna vez no se los bebe no pasa nada... pero para otra puede suponer un mundo el no beberlo, o le sientan como si se hubiera tomado varias copas.
Vamos al DSM-V, a ver si salimos de dudas. En el libro especifica que hay un trastorno por consumo de alcohol cuando aparece malestar "clínicamente significativo" (palabras textuales), que puede manifestarse por varias cosas. Algunas de ellas son: deseo o esfuerzos fallidos de abandonar el consumo; utilizar mucho tiempo en beber alcohol -consumo recurrente-, quitándoselo a otras cosas: amigos, familia, trabajo...; y otros como tolerancia o abstinencia (1).

También sería importante hablar aquí de dos conceptos relacionados.
El primero sería la conocida como UBE -Unidad de Bebida Estándar-. ¿Qué es eso exactamente?
Bien, en su momento la cantidad de gramos de alcohol que llevaba una bebida se calculaba mediante una fórmula. Pero desde hace unos años esto ha sido sustituido por esta UBE, que en España equivale a 10 gramos de etanol puro (2). Pero no en todos los países es igual, en algunos una UBE implica más cantidad y en otros menos.
Unido a las UBE va el consumo de riesgo. ¿Cuándo un consumo se considera de como tal?
En este punto se hace una división entre sexos. Para las mujeres se considera que el consumo es de riesgo cuando el alcohol semanal supera las 17 UBE. En el caso de los hombres, implicaría superar las 28 UBE semanales. Como también sabemos, el alcohol afecta y se metaboliza de una manera distinta según el sexo del consumidor; por eso las UBEs varían (3).
Sin embargo y dejando la teoría y las UBEs aparte, el consumo de alcohol se vuelve problemático cuando interfiere en tu vida de una forma importante. Te quita tiempo para cosas que te gustan, o para estar con tu familia, amigos, trabajar...

En el caso de Tyrion sabemos que más de una vez, más de dos y más de tres se ha emborrachado. ¿Con qué frecuencia? Ni idea, pero como mínimo yo le calculo 2 a la semana. Suponemos también que este consumo interferirá en su vida cotidiana, aunque no sabemos cómo... porque tampoco es que se levante todos los días a las ocho de la mañana para trabajar. Pero sólo la resaca ya debería impedirle funcionar adecuadamente al día siguiente de coger una melopea.
Aunque claro... también partimos de la base de lo que él mismo dice: "Ése es mi trabajo: bebo y sé cosas".


2) ¿Cuáles son los síntomas de la dependencia al alcohol?
Según nuestro bienamado y querido DSM-V, hay varios síntomas/criterios diagnósticos que denotan que hay un problema. Algunos ya los hemos mencionado en la pregunta anterior, a saber: ansias o deseo poderoso de consumir, se bebe alcohol en gran cantidad o durante mucho tiempo... Además se resienten las relaciones sociales, familiares, laborales, interfiere en el rendimiento...
Y lo más importante: aparecen la tolerancia -necesidad de tomar cada vez más alcohol para obtener los mismos efectos-, y abstinencia, con su síndrome respectivo o consumo de sustancias parecidas para mitigarlo, tal y como he comentado previamente. (1)
Hay más, pero estos son quizá los más significativos.


3) ¿Y su epidemiología?(4)
Si bien las cifras de mujeres alcohólicas son más bajas, poco a poco van acortando distancias con respecto a los hombres en una proporción de 2'5/1. La explicación que se le ha dado a este aumento del consumo de alcohol en mujeres es su incorporación al mundo laboral y con el entorno en el que se mueve la gente joven.
Además se ha visto que las mujeres tienden más a beber solas, en casa, y a negar este consumo; los hombres no se esconden tanto.
Y otra cosa curiosa: la comorbilidad del acohol. Suele estar asociada a trastorno bipolar y ludopatía, es lo más común.
En Tyrion estas patologías no se ven, pero yo me decantaría por el hecho de que quizás fuera ludópata más que bipolar...

Que no se derrame nada...


4) ¿Qué tratamiento tiene?
Aparte por supuesto de psicoterapia, también hay tratamiento farmacológico. Uno de los más conocidos quizás sea el disulfiram. Actúa impidiendo el metabolismo del acetaldehído. Esto puede sonaros a chino si no estáis familiarizados con esto, así que lo traduzco: si tomas disulfiram y al mismo tiempo sigues bebiendo alcohol hace reacción y te pones malísimo. Pero malísimo de náuseas, vómitos, rubefacción, cefalea, taquicardias...
Hay más, como por ejemplo la naltrexona -contraindica en gente que consume no sólo alcohol sino también opioides-, o el acamprosato, pero sinceramente yo éstos nos los he usado ni visto en consulta.  (5)
Otro fármaco que yo sí he utilizado es la carbimida cálcica, que se da vía oral en gotas. El mecanismo es parecido al del disulfiram.



5) ¿Existen escalas para cuantificarlo o para prevenir un consumo peligroso?
Por suerte, sí. La más conocida es el test de Cage, que además consta de sólo cuatro preguntas cerradas y muy cortitas. Con que una se conteste afirmativamente ya se considera consumo de riesgo. Si os interesa verlo, clickad aquí.
Sinceramente y en el caso de Tyrion, creo que menos la pregunta 3 (a la que él respondería con un rotundo "NO"), ¡serían afirmativas todas!
Otras dignas de mención son la MALT y la MAST -Michigan Alcoholism Screening Test-; ésta última además fue el primer test validado en este sentido. (6)

Madre mía las resacas, qué malas son...

Con esto doy por finalizado el post de Tyrion.
Realmente no he mencionado ningún episodio concreto con él porque me parece que el consumo de alcohol es algo muy habitual y no hace falta ilustrarlo. Pero sí he querido resaltar que, por mucho que nos riamos con Tyrion, tiene un problema. Yo creo incluso que de forma más acusada que su hermana Cersei.

Espero que os haya gustado, y de nuevo, perdonad la tardanza al actualizar.
¡Nos volvemos a leer muy pronto!


Nurse Lecter

Bibliografía consultada:
(1) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013
(2) Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. "Alcohol y menores. El alcohol te destroza por partida doble." Campaña 2007. Disponible en:
http://www.msssi.gob.es/campannas/campanas07/alcoholmenores9.htm
(3) Salamó Avellaneda A., Gras Pérez M.E., Font-Mayolas S. Patrones de consumo de alcohol en la adolescencia. Psicothema 2010. Vol. 22, nº 2, pp. 189-195. Disponible en:
http://www.unioviedo.net/reunido/index.php/PST/article/view/8889/8753
(4) Bravo de Medina R., Echeburúa E., Azpirri J. Diferencias de sexo en la dependencia del alcohol: dimensiones de personalidad, características psicopatológicas y trastornos de personalidad. Psicothema 2008. 20(2): 218-223. Disponible en:
http://www.unioviedo.es/reunido/index.php/PST/article/view/8645/8509
(5) Echeverry Alzate V.,Tratamientos farmacológicos en la coadministración de alcohol y cocaína: efectos en la expresión de genes en el córtex prefrontal de la rata [Tesis doctoral]. Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 2016. Disponible en:
http://eprints.ucm.es/35822/1/T36863.pdf
(6) Drexler K. Current Definitions of Alcohol Use Disorders and the Use of Validated Questionnaires in Clinical Practice and Research. Respiratory Medicine, 2013, 14: 11-17. Disponible en: https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-1-4614-8833-0_3#page-1

jueves, 30 de marzo de 2017

Sh(erl)ocked

¡Hola holaaaa!

¿Seguís bien? ¡Ojalá que sí!

Esta vez traigo al blog otra serie.
La temporada terminó en enero, y he querido dejar pasar un tiempo prudencial para intentar evitar los spoilers lo máximo posible aunque tengo que hacer algunos, ¡lo siento! De todas formas, no os preocupéis que esta entrada no es muy extensa.
La que nos ocupa es una de mis favoritas: "Sherlock". (No, no sólo me gusta "Juego de tronos" aunque a veces parezca justo eso, jajajajajaja). No es ningún secreto que soy fan acérrima de la serie de la BBC y que cada temporada me parece una genialidad que supera la anterior... y que tengo que ver dos veces para poder coger los pequeños detallitos que se me escaparon en el primer visionado.
Con esta cuarta y última temporada -las malas lenguas dicen que efectivamente es la que le pondrá punto y final a la serie... ¡espero que no!-, desde luego se han coronado.

En este caso no voy a hablar de un personaje concreto como hago con el hilo de frikiposts de "Juego de tronos". No. Voy a analizar única y exclusivamente un capítulo de "Sherlock". Más concretamente me refiero a "El detective mentiroso". Se trata del segundo capítulo de la cuarta temporada (4x02), y para mi gusto es uno de los mejores de toda la serie.
¿Y qué tiene de especial este capítulo? Pues que todo él rezuma salud mental por los cuatro costados. Nada es lo que parece, y al mismo tiempo es al contrario... no sé explicarlo mejor. El título de la entrada se debe a que "El detective mentiroso" me dejó así, en shock, en varias ocasiones; la fase SHERlocked ya la superé, jajajajajaja.

Ay, ¿qué va a ser sería de mí sin los chicos de Baker Street?

Por otro lado reitero que, aunque ya conocéis mi política de no spoilers, en este post tengo que hacerlos porque sin ellos no puede entenderse nada. Eso sí, intentaré hacer sólo los justos y necesarios.
Así que si no veis la serie pero os interesaría empezarla, o no habéis visto aún la cuarta temporada, leéis bajo vuestra responsabilidad de ahora en adelante.


A ver por dónde empiezo... es que en este capítulo hay muchas cosas dignas de mención. Pero creo que lo más fácil es comenzar por John Watson.
Como se vio en el primer capítulo de esta misma temporada, John se queda viudo cuando Mary recibe una bala que iba dirigida a Sherlock. El pobre se enfada muchísimo con el detective y rompe todo tipo de contacto con él. Además al principio vuelve a ir a la psicóloga que ya lo atendió cuando su amigo "muere" al precipitarse por la azotea del hospital, aunque posteriormente cambia a otra (¡¡y menuda otra!!)...
Pero es que aún hay más: en esta ocasión John sufre alucinosis.

Es importante diferenciar este concepto de las alucinaciones, pues son cosas similares aunque al mismo tiempo distintas. En ambos casos hay percepciones sin objeto o estímulo real: se ve, oye, huele o siente algo que no está, que no existe. Sin embargo cuando una persona tiene alucinaciones no se cuestiona si éstas existen o no; da por sentado que son reales y no hay vuelta de hoja, por mucho razonamiento que se le haga. En cambio con las alucinosis no pasa eso, puesto que la persona que las ve u oye sabe a ciencia cierta que eso no está ahí, que no es algo que sea verdadero o exista (1).
Como habréis podido suponer, el objeto de las alucinosis es Mary. Y es ella, la propia Mary, la que se lo dice: "Estoy muerta, sólo existo en tu cabeza".
Aquí os dejo el vídeo. Es muy cortito y está en inglés, pero el "I am dead" se entiende claramente.


La verdad que yo me quedé de piedra al verla en escena, porque Mary tarda un poquito en decir que ha muerto. Lo primero que pensé al verla fueron estas dos opciones y en este mismo orden:
1) Le había pasado lo mismo que a Sherlock en su momento: de alguna forma había conseguido engañar o despistar a John y realmente seguía viva. John se enteraba de eso en la misma escena que nosotros, la del vídeo de arriba.
2) Su muerte realmente fue un paripé, igual que la de Sherlock... salvo por el hecho de que John ya estaba al corriente de todo y lo que se pretendía con esta falsa muerte era esconder o proteger a Mary.

Pero no... mi gozo en un pozo cuando ella misma confirmó que había fallecido. Bien, pues pese a eso a John le lleva su tiempo asumir que su mujer ha muerto, aunque ella se lo repite muchas veces a lo largo del capítulo. Por eso considero que Mary es una alucinosis: él la ha visto morir, sabe que ya no está y encima se lo oye decir a la propia alucinación... pero no parece importarle, puesto que sigue hablando y razonando con ella como si estuviese viva.
No sé a vosotros, pero a mí eso me pareció triste, devastador.

Una de las causas de las alucinosis la podemos encontrar en el síndrome de Charles Bonnet (2); pero mucho me temo que en el caso de John no es plausible, puesto que esta patología la sufren personas ancianas sobre todo, y hay casos más raros de personas epilépticas -aunque más jóvenes- que lo tienen, o gente con deprivación sensorial. Pero repito, son los menos.


Y ahora, seguimos con Sherlock.
Su caso también es bastante interesante, porque tiene un conglomerado de patologías de salud mental que atrae mucho como sujeto de estudio. Sin embargo me voy a detener en la más obvia, en la que impera durante todo el capítulo, porque las consecuencias son enormes.
Es de dominio público que nuestro querido detective es un consumidor de tóxicos nato. No es la primera vez que lo vemos drogarse -recordemos el capítulo 3x03, por ejemplo-; y si la serie continúa, mucho me temo que no será la última.
En "El detective mentiroso" Sherlock vuelve a consumir... aunque en este caso tiene una razón "de peso" para hacerlo. No la diré porque en la medida de lo posible evitaré spoilers. Pero es que aún hay más: no le hace falta ir a ningún sitio a procurarse la droga. Tiene el laboratorio en la cocina y al proveedor allí de vez en cuando.

No sabría concretar exactamente qué drogas consume Sherlock en este capítulo. Me aventuraría a decir que metanfetaminas y cocaína por cómo actúa: no duerme, está nervioso, con sudoración... Todas esas cosas que a simple vista podemos ver en él se deben a las drogas psicoactivas, que coinciden con las dos que he supuesto que toma.
Aquí me vais a permitir un momento no ser del todo políticamente correcta, pero es que la ocasión lo merece: Sherlock lleva encima un colocón de tres pares de narices. Lo hemos visto consumir antes, sí. Pero esta vez supera todas las anteriores.
Tanto es así, que incluso tiene alucinaciones y delirios debidos a un trastorno psicótico inducido por el consumo de tóxicos/sustancias (3) -también se conoce como "psicosis tóxica"-. Las alucinaciones las vemos cuando comienza a andar por las paredes y el techo del piso; y los delirios cuando empapela entero el salón del 221B con las fotos de Culverton Smith y dice que es un asesino en serie, deducción a la cual llegó con el colocón antes mencionado. Dicho trastorno llega a su punto culminante en la morgue del hospital, cuando Holmes coge un bisturí y quiere matar a Smith.
Vemos por tanto que los delirios de Sherlock son de temática paranoide, algo habitual en el caso del consumo de cocaína (4)... así que se reafirma la teoría de que probablemente sea eso lo que ha consumido.

Me gustó mucho esta escena, fue una de mis prefes... ¡como para no ponerla en el post!

Hay que determinar igualmente si el trastorno comenzó durante el consumo o durante la abstinencia (3). En este caso empezó en el segundo supuesto.
Que sí, que luego este delirio resulta tener base real porque Holmes es más listo que el hambre... pero al principio no tiene ni pies ni cabeza, parece como "cogido con pinzas". Además tened en cuenta que aunque nosotros ya supiéramos que Culverton Smith era el malo desde el capítulo anterior, Sherlock no, que yo sepa.

¿Y cómo se trata esta patología? Muy brevemente os lo cuento, sólo daré unas pinceladas.
Tenemos que tener en cuenta que con nuestro querido detective hay dos cosas que manejar: una es la psicosis, que se trata de algo más bien agudo aunque podría derivar en otras patologías. Y después tenemos el trasfondo del consumo crónico de tóxicos.
En lo tocante a la parte psicótica, comentar que normalmente es un cuadro autolimitado y remite en uno o dos días, aunque si aparecen síntomas graves pueden usarse benzodiacepinas combinadas con antipsicóticos. De rebote se puede comenzar también con la desintoxicación y con terapias psicológicas (4). Necesitamos, por tanto, combinar diversos tratamientos, lo que implica tener una visión amplia de este problema. Así eliminamos el problema agudo y comenzamos a tratar el crónico.

Por mi parte, ya está.
En principio creo haber dicho ya lo más importante. Así que sólo me queda esperar que os haya gustado el post y conozcáis algo más de patología.
¡Hasta pronto!

Nurse Lecter



Bibliografía consultada:
1) Polaino Lorento A., Chiclana Actis C., López Cánovas F., Hernández Torrado G.  Capítulo 8: trastornos de la sensopercepción. Fundamentos de Psicopatología. Madrid: Biblioteca de Salud Mental. 2016. Disponible en: 
2) Yoldi Negrete M., Ramírez Bermúdez J.,Ruiz-Chow Á., Aguilar Venegas L.C., Crail Melendez D., Pérez-Esparza R., Alviso de la Serna L.D.: Alucinaciones visuales en pacientes con privación sensorial: ¿síndrome de Charles Bonnet?. Salud Mental 2015;38(3):217-224. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/pdf/sm/v38n3/0185-3325-sm-38-03-00217.pdf
3) Guía de consulta de los criterios diagnósticos del  DSM-5. EEUU: APA, 2013.
4) Roncero J., Ramos, J.A., Collazos F., Casas M. Complicaciones psicóticas del consumo de cocaína. En:  Francisco Pascual - Meritxell Torres - Amador Calafat. Monografía Cocaína. Madrid; 2001. 179-190. disponible en:
http://entline.free.fr/ebooks_sp/319%20-%20monografia%20cocaina.pdf#page=180

sábado, 14 de enero de 2017

Frikipost

¡Buenas noches a todos!
Qué, ¿va la cosa bien? En estas fechas, donde ya se empiezan a contar los días para el EIR/MIR/PIR/FIR/QIR/RFIR/BIR os encontraréis quizás más agobiados o preocupados, pero creedme que se pasa, ¡podéis con esto y con más!

Seguimos con la edición de "posts tronistas". En este caso hablaremos de una mujer; la segunda en esta línea (no sé por qué hay más hombres, la verdad...). Admito que esta entrada es un poco más corta, porque realmente la patología es conocida de sobra y poco más puedo aportarle yo... De todas formas, ¡allá vamos!

Esta señora de la que voy a contaros alguna que otra cosa en principio es odiada por mucha gente, pero luego se reconcilió con parte de los seguidores de la serie. Esto ya nos hace descartar a unas cuantas, ¿verdad?

En cualquier caso me refiero a Melisandre de Asshai.
Es una de las sacerdotisas de R'hllor, el Señor de Luz o como lo queráis llamar. También se la conoce como "La Sacerdotisa Roja" o "La Mujer Roja". En la serie y los libros la conocemos (si mal no recuerdo porque han pasado mil cosas ya), por medio de Stannis Baratheon, al que ella defiende y considera... bueno, ahora lo explico.



En principio Melisandre no está muy mal. O no parece que lo esté demasiado. Pero podría ser plausible que la mujer tuviera esquizofrenia.
¿Cómo es posible? Pues porque presenta ciertas características que nos hacen barajarla.

Recurramos al DSM-V, a ver qué nos dice sobre esta patología.
Según el criterio A del libro para esta enfermedad, debe haber dos o más de los síntomas siguientes: delirios, alucinaciones, discurso desorganizado, o sintomatología negativa (apatía, anhedonia, aplanamiento afectivo...)(1).
Bien, podemos ir descartando alguno que otro, como la sintomatología negativa. Pero si nos fijamos, podemos ver que Melisandre tiene alucinaciones místico-religiosas -dice que ve a R'hllor en las llamas y que éste le habla por esta misma vía... si eso no es para ponerle un busca al psiquiatra de guardia no sé qué es entonces-, y delirios de la misma temática y también erotomaníacos bajo mi punto de vista.
Estos delirios se basan en que considera a Stannis el elegido, el único rey verdadero y toda esa parafernalia, y en el capítulo 6x03 ya sabemos todos lo que hace, cortando el pelo, hablando en un idioma raro... Por otra parte no come porque según ella su dios le da sustento y no necesita alimentarse. En cuanto a la temática erotomaníaca, además de acostarse con Stannis también lo intenta con un par de personajes más...
Otro punto aparte es el comportamiento extraño, que ella ejecuta siempre en base a lo que el Señor de Luz le dicta y por tanto lo ve como algo lógico y coherente: desnudarse a la primeras de cambio, la promiscuidad sexual -a los bebés de sombra y al delirio erotomaníaco me remito-, el hecho de matar sanguijuelas a modo de ritual, lo que le hace a Shireen Baratheon (¡ay, pobre!)...
Criterio A cumplido con creces; vamos al B, que habla del funcionamiento interpersonal o general. Lo que viene a decir este criterio es que Melisandre no funciona o rinde como antes de su inicio. Síntomas positivos aparte, no lo sabemos, no podemos comparar porque del pasado de esta mujer poco se sabe.
Seguimos con el criterio C, que es el relativo a los tiempos. Para ser considerada como esquizofrénica, Melisandre tiene que haber actuado así o tenido estos síntomas durante al menos 6 meses. Por cómo transcurre el tiempo en a saga de GRRM me parece que sí, que han pasado más de seis meses desde que la vemos por primera vez hasta su última escena -por el momento- en la sexta temporada.

Eso sí, tengo que admitir que Melisandre está muy bien conservada. Y no, no me refiero (sólo) al episodio 6x01. Normalmente los pacientes esquizofrénicos van empeorando con cada recaída, con cada ingreso. Se descuidan más, están más desaliñados, más desorganizados... hasta que la enfermedad cronifica, predomiando entonces la sintomatología negativa: apatía, enlentecimiento, bradipsiquia, aplanamiento afectivo... De momento Melisandre no ha cronificado, porque es una mujer "joven" -los que van al día con la serie saben por qué entrecomillo-, aunque si no sigue el tratamiento más tarde o más temprano sí pasará.

¿Qué tipo de tratamiento puede estar tomando Melisandre para estar así de bien?
Los conocidos como antipsicóticos o neurolépticos, principalmente. Hay muchos...
- Están los típicos o clásicos como haloperidol, clorpromazina, flufenazina, pimozida, loxapina... que salieron en los años 50-60 y supusieron un gran cambio. Todavía algunos se dan, como el haloperidol.
- Podemos mencionar también los nuevos o atípicos, como pueden ser la ziprasidona, la olanzapina, la quetiapina, la risperidona...
Actualmente pueden darse vía oral de forma diaria o inyectarse, normalmente cada mes; éstos son los llamados depot. Esto es una ventaja porque así los pacientes no tienen que estar pendientes de tomar tantas pastillas al día -muchos olvidan las tomas o las omiten-, te aseguras de que están cubiertos en cuanto a medicación y se previenen las recaídas. Es por ello muy importante la adherencia al tratamiento. Y no puede obviarse el uso de anticolinérgicos para los síntomas extrapiramidales  (discinesia, rigidez o acatisia son algunos de ellos) secundarios a los neurolépticos. (3)
Además podría ser que Melisandre tomara benzodiacepinas, no es raro que se den cuando los pacientes con esquizofrenia refieren ansiedad o insomnio.

"Ajá, sí, claro...". Eso piensa Melisandre acerca del post.
Conciencia de enfermedad (insight) tiene poca, parece...

En cuanto al seguimiento (y suponiendo que existiese un equipo de Salud Mental en Poniente), Melisandre debería primero contactar con la red de Salud Mental, y puede hacerlo de 2 formas:
1) Mediante derivación de Atención Primaria -qué falta de personal sanitario hay en los 7 Reinos, oye... ¡ni Primaria tienen!-, al Centro de Salud Mental (CSM).
2) Brotando. Pero brote de puerta de Urgencias, vaya.
En este segundo supuesto ingresaría en planta y cuando se viera oportuno se le daría de alta, aunque ya está metida dentro del circuito. Tras dicha alta debería ir a su CSM a que se le asigne psiquiatra, enfermera y psicólogo. Y a partir de acudir, se seguirá el plan que considere el equipo.

Otro aspecto importante es el síndrome metabólico, del cual he hablado ya alguna vez en este blog. Recuerdo muy brevemente que consiste en alteraciones de la glucemia, el colesterol y la tensión. Esquizofrenia y alteraciones en este sentido van cogidas de la mano, prácticamente. De hecho los problemas orgánicos son los que disminuyen la esperanza de vida de los pacientes que padecen esquizofrenia. (4)
Por suerte el síndrome metabólico puede prevenirse fácilmente con dieta sana, ejercicio y un buen patrón de sueño. Aunque en el caso de Melisandre no parece que vaya a surgir... se pasa el día de un sitio a otro, o sea que ejercicio hace.

No quisiera despedirme sin desear que hayáis podido comprender un poco mejor de qué trata esta enfermedad que tanto miedo causa. No hay que tener miedo de los pacientes con esquizofrenia. No son agresivos, no van por ahí matando gente ni nada de eso. Lo que sí se puede hacer es informarse (en un sitio fiable, claro está..."Internet es oscuro, y alberga horrores"), sobre esta patología de salud mental y no creer todo lo que cuentan los medios de comunicación, que eso da para otra entrada del blog. Lo desconocido puede asustar, por eso es tan importante saber en qué consiste.
Al margen de eso, espero que hayáis pasado un buen rato con el post y os haya gustado. Una vez más, mil gracias por leerme. ¡Hasta muy pronto!

Nurse Lecter


Referencias bibliográficas:
(1) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013
(2) Serrano Carton, MªM.; Serrano Carton, MªC.; Méndez-Iglesias, R.; Menéndez-Sánchez B.; Serrano Váquez, M La recaída en los trastornos esquizofrénicos y los nuevos abordajes: una revisión y las primeras experiencias con palmitato de paliperidona. Revista de la Asociación Gallega de Psiquiatría 2013. 87-97
(3) Cortez Vergaral C., Núñez Moscoso P., Cruzado L. Abuso de anticolinérgicos en pacientes con esquizofrenia: reportes de caso y breve revisión de la literatura. Rev Neuropsiquiatr 2012; 75(4): 139-144.
(4) Medeiros-Ferreira L., E. Obiols J.E., Navarro-Pastor J.B., Zúñiga-Lagares A. Síndrome metabólico y calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con esquizofrenia. Actas Esp Psiquiatr 2013;41(1):16-25. Disponible en:
https://www.researchgate.net/profile/Jose_Blas_Pastor/publication/235730133_Metabolic_syndrome_and_health-related_quality_of_life_in_patients_with_schizophrenia/links/00b4953340ed9774f2000000.pdf