Mostrando entradas con la etiqueta Trastorno Generalizado del Desarrollo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Trastorno Generalizado del Desarrollo. Mostrar todas las entradas

lunes, 6 de julio de 2020

Rutinas

¡Buenas tardes!

Llevaba tiempo queriendo escribir esta entrada porque este problema se ha convertido en algo muy prevalente y además me parece muy interesante.
Voy a hablaros del autismo o Trastorno del Espectro Autista -de ahora en adelante TEA-. Seguiré el esquema que suelo utilizar en estos casos.

Fue descrito casi a la vez (1943) en dos lugares diferentes. Uno de estos sitios fue EEUU, donde Leo Kanner documentó varios casos; el otro lugar fue Austria, encargándose de ello Hans Aspergar (seguro que os suena el apellido, ¿a que sí?). Desde ese instante hasta hoy se ha intentado profundizar en este síndrome a fin de prevenirlo.

1) ¿Qué es?
El autismo NO es una enfermedad sino un síndrome, pues engloba un conjunto de signos concurrentes unos con otros y que acaban dando lugar a una situación específica.
Para ser más concretos se trata de un trastorno generalizado del desarrollo, que por desgracia no presenta marcadores biológicos (no puedes por ejemplo solicitar una analítica de sangre para saber si el niño es autista o no). De igual forma se le considera trastorno porque sus manifestaciones aparecen de manera distinta en cada persona; y también en cada persona tienen una gravedad diferente. Debido a esto hay gran variedad en sus manifestaciones y repercusión, y por ello también se le llama "espectro": porque oscila en un amplio rango de sintomatología.
El TEA interfiere en tres áreas principalmente:
I.- Interacción social.
II.- Comunicación.
III.- Comportamiento.
Son estas tres áreas afectas en las que se agrupan los síntomas. Por tanto y teniendo en cuenta que estamos hablando de un espectro, no todos los autistas tienen afectada de igual manera una cosa, la otra o las tres.

Vamos a explicarlas una por una según la CIE-10 (1); luego me detendré en los otros criterios diagnósticos:
1.- Deterioro de la interacción social. No utilizan como cabría esperar la mirada, la postura, los gestos, tienen falta de interés en los otros o en otras cosas -por ejemplo, no señalan algo que les llame la atención, no mantienen contacto visual, no se abrazan a sus padres-. De igual forma no regulan su comportamiento en ciertas situaciones.
2.- Comunicación. A las personas con TEA les cuesta mucho también este punto. El lenguaje verbal puede aparecer más tarde de lo esperado o no aparecer, si bien esto no quiere decir que no se comuniquen. Lo hacen de otra manera (balbuceos, gestos concretos...). Asimismo el lenguaje es muy estereotipado, poco flexible y pueden tener una entonación muy "rígida", muy forzada. También pueden repetir una palabra o expresión hasta la saciedad.
3.- Comportamiento. Quizá éste sea uno de los rasgos más conocidos del TEA junto a los problemas de interacción social. Las personas con autismo son muy repetitivas: pueden tirarse horas enteras haciendo el mismo movimiento una y otra vez. Tienen estereotipias y también rituales que vistos desde fuera quizás no tienen sentido. De igual manera puede obsesionarse con algo que a priori no tiene ninguna utilidad (es decir, no son juguetes, ropa o algo que pueda gustarle o interesarle a un niño o adulto). 

Añado además que el DSM-V tiene estos tres criterios también, pero  aquí van juntos la comunicación y la interacción; el comportamiento está separado. Según este manual también aparecen otros síntomas, pero no se consideran nucleares (2). Pueden destacar:
- Respuesta a estímulos alterada: ruidos que no son demasiado fuertes pueden angustiarles mucho, rechazan por ejemplo ropa o comida por tener un color concreto... incluso pueden llegar también a no responder cuando te diriges a ellos.
- Trastornos del comportamiento: esto quizás sí lo conozcáis aunque sea de oídas. Pueden manifestar auto o heteroagresividad como respuesta a la frustración o a cambios de rutina.

Es de igual forma interesante hablar de lo que se conoce como "regresión autística".
Es justo eso: al menos el 30% de los niños con autismo diagnosticado a una edad temprana, de pronto y aún no se sabe muy bien por qué, hace una regresión. Es decir, van "hacia atrás".
Pese a no estar muy claro aún el motivo de esta regresión autística, se barajan varias hipótesis como una crisis convulsiva, encefalitis, intoxicación... (3)


2) ¿Cuándo aparece? ¿Y en qué proporción?
El autismo aparece antes de los tres años (1), y es más frecuente en varones (4). Se ha visto también que la prevalencia ha aumentado, pero no está muy claro si es porque ahora se diagnostican más que antaño o por un aumento real; en los años 90 de hecho se llegó a hablar de una "epidemia de autismo" (5).


3) ¿Y las causas?
Lo primero que quiero decir en este apartado es que...

 LAS VACUNAS NO CAUSAN AUTISMO 

La culpa de esta falsa creencia la tuvo un indeseable señor (por no decir otra cosa), que escribió un artículo en 1998 donde se hablaba del tema. Lo más grande de todo es que llegó a ser publicado en "The Lancet"... y la revista obviamente se retractó luego. A este hombre se le llevó a juicio e incluso parece ser que había conflicto de intereses de por medio (6). En fin, que fue un escándalo y posteriormente motivo de vergüenza y de hacer examen de conciencia.
Desde ese día han surgido diversos artículos que refutan la creencia ABSURDA de que las vacunas causan autismo; el último del que yo tengo constancia es de marzo del año pasado (7). Pero nada, que no hay manera: existe aún gente empecinada en que sí, que las vacunas causan autismo.
A esos les lanzo una reflexión: Si eso fuera así, todos los que nos hemos vacunado siguiendo el calendario infantil y ya somos adultos seríamos autistas, ¿no? Digo yo.

Una vez cerrado este apasionado inciso, vuelvo a mi cauce natural. A ver... una etiología más que probable es, cómo no, la genética. Sin embargo también queda mucho por investigar y descubrir en este sentido. No podemos desdeñar tampoco la influencia del ambiente, que es directamente proporcional a la evolución del TEA: si el entorno es adecuado, estructurado, tranquilo y se recibe la información suficiente, el pronóstico será mucho mejor.


4) ¿Puede haber otros problemas (comorbilidad con otros trastornos)? 
Lamento decir que sí... De hecho hay estudios que contemplan que las enfermedades comórbidas podrían acentuar la gravedad del TEA. Sobre todo pueden aparecer trastorno obsesivo-compulsivo -siglas TOC-, ansiedad que se canaliza mediante las auto o heteroagresiones, o trastornos alimentarios en general. No obstante tampoco es raro ver un niño que tenga al mismo tiempo TEA y TDAH (siglas de "trastorno por déficit de atención e hiperactividad")(8).
En otros estudios se mencionan también patologías asociadas como la epilepsia -bastante frecuente por cierto-, y discapacidad intelectual (9).


5) ¿Cuándo y cómo se diagnostica?
Los primero indicios de que algo va mal en el desarrollo del niño suelen aparecer antes de los tres años. De hecho se establece que el inicio es antes de los 30 meses de edad (2 años y medio), así que si a partir de ese momento detectamos que algo no va bien tenemos que ir al pediatra, el cual derivará al niño a Salud Mental para una valoración más específica.
Hay diferentes instrumentos para detectar y valorar el TEA. Uno de ellos es el M-CHAT -siglas de Modified Checklist for Autism in Toddlers-, que se encarga de la detección precoz del trastorno. Se le pasa a los niños entre los 18 y 24 meses. Os dejo aquí el checklist modificado (9):




Hay más pero éste es el principal. Quiero mencionar también otros dos: el ADI-R y el ADOS-2, siglas de "Entrevista Diagnóstica de Autismo-Revisada" y "Autism Diagnostic Observation Schedule", respectivamente. Con la primera, que se le pasa a los padres, se sabe si su hijo tiene TEA u otro TGD. Con la segunda, que se le pasa al niño, se sabe si es autismo o no. En cuaquier caso son prubeas farragosas y largas.


6) ¿Tiene tratamiento? (10)
Sí, pero no. Me explico: No tiene porque el autismo es un trastorno que no se cura. Pero sí que se puede dar tratamiento para sus síntomas. Dicho tratamiento combina la farmacoterapia con otras intervenciones. Los fármacos son antidepresivos (ISRS), antipsicóticos o anticonvulsivos. Se usan como he dicho antes para mitigar la ansiedad, las estereotipias, la posible agresividad... Pero lo interesante es combinarlos con intervenciones psicoeducativas diversas: SAAC, TEACCH, Programa Hanen, modelo Lovaas, el modelo Denver, el de terapia de análisis de conducta aplicado (ABA)...
Y obviamente no podemos olvidar a los padres, ellos también necesitarán apoyo y herramientas que les ayuden para que ellos a su vez puedan ayudar a sus hijos.

Como veis, el trastorno del espectro autista es algo que se ha estudia mucho en los últimos años y por otro lado hay una gran variedad de asociaciones que aportan información adecuada y veraz.
Espero no haberos aburrido con el post... ¡un saludo, nos leemos pronto!

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
1) OMS. CIE-10: Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y pautas para el diagnóstico. (1992) Madrid. Ed. Méditor.

2) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013.

3) Ruggieri V., Arberas L. Regresión autista: aspectos clínicos y etiológicos. Rev Neurol 2018; 66(1): 17-23. Disponible en:
https://www.researchgate.net/profile/Claudia_Arberas/publication/331091758_Regresion_autista_aspectos_clinicos_y_etiologicos/links/5cf812d44585153c3db72cbd/Regresion-autista-aspectos-clinicos-y-etiologicos.pdf

4) González M.C., Vásquez M., Hernández Chávez M. Trastorno del espectro autista: Diagnóstico clínico y test ADOS. Rev Chil Pediatr 2019;90(5):485-491. Disponible en: 
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rcp/v90n5/0370-4106-rcp-rchped-v90i5-872.pdf

5) Alcantud Marín F., Alonso Esteban Y., Mata Iturralde S. Prevalencia de los trastornos del espectro autista: una revisión de datos. Siglo Cero 2016; 47-4, (260): 7-26. Disponible en:
http://riberdis.cedd.net/bitstream/handle/11181/5344/Prevalencia_trastornos_espectro_autista_revisi%C3%B3n_de_datos.pdf?sequence=1

6) Página web del periódico "El Mundo":  
https://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/01/28/medicina/1264697711.html

7)Hviid A, Hansen JV, Frisch M, et al. Measles, Mumps, Rubella Vaccination and AutismA Nationwide Cohort Study. Ann Intern Med. 2019; 170: 513–520.
Disponible en: https://annals.org/aim/article-abstract/2727726/measles-mumps-rubella-vaccination-autism-nationwide-cohort-study

8) Romero M., Aguilar J.M., Ángel RM, Fermín M., M., Peciña M., Barbancho MA., Ruiz-Veguilla M., Lara, JP. Comorbilidades psiquiátricas en los trastornos del espectro autista: estudio comparativo entre los criterios DSM-IV-TR y DSM-5. International Journal of Clinical and Health Psychology. 2016;16(3):266-275. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/337/33747008006.pdf

9) Ruiz-Lázaro P.M., Posada de la Paz M., Hijano Bandera F.. Trastornos del espectro autista: Detección precoz, herramientas de cribado. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009; 11(17):381-397. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/pap/v11s17/8_espectro_autista.pdf

10) Arróniz Pérez M.L., Bencomo Pérez R. Alternativas de tratamiento en los trastornos del espectro autista: una revisión bibliográfica entre 2000 y 2016. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes 2018 5(1): 23-31. Disponible en: http://www.revistapcna.com/sites/default/files/3_1.pdf

miércoles, 3 de junio de 2015

Lectura del mes

¡Buenas tardes a todos!

Como siempre, vamos con el post cultural mensual. Después de varios meses -me suena que desde enero-, vuelvo a la carga en este apartado del blog con un libro.
Se titula "El curioso incidente del perro a medianoche", cuyo autor es Mark Haddon. Fue lanzado en el año 2003.

En esta obra nos acercamos a un chico de quince años llamado Christopher, que vive con su padre en una ciudad inglesa, Swindon. Una noche, el perro de su vecina aparece muerto. Es entonces cuando Christopher se anima a intentar resolver el misterio: ¿Quién ha matado al perro? ¿Y cuál ha sido el móvil?
Esto, que en principio puede parecer un simple y fácil divertimento para un muchacho de quince años, va a suponer para Christopher un gran reto. ¿Por qué? Porque el chico tiene un trastorno generalizado del desarrollo (TGD); más concretamente, síndrome de Asperger. Y si quiere resolver este misterio, va a tener que buscar testigos y, por tanto, relacionarse con la gente para ello.
Pero el hecho de investigar la muerte del perro hará que Christopher descubra otras cosas, más serias e importantes todavía, y que lo confundirán.

En lo que respecta a opinión personal, sólo puedo decir que es un libro que me encanta; me parece una delicia. Y precisamente por eso, se da en mí una reacción paradójica: me gusta tanto que dejo pasar mucho tiempo entre una lectura y otra, para disfrutarlo todas las veces como si fuera la primera.
Además, tiene el aliciente de que el síndrome de Asperger es una patología que me interesa un montón, me llama mucho la atención (de hecho, escribí un post sobre ella. Si no lo has leído y te apetece, puedes hacerlo pinchando aquí). Y más ahora, que al rotar por Infantil he tratado con estos niños y he hecho consultas y terapias con ellos.
Por último, al estar escrito en primera persona, no está redactado como una novela. No estás leyendo la historia de Christopher; estás leyéndolo directamente a él, sin filtros ni moderaciones: conoces lo que le gusta, lo que no, cómo se relaciona y cómo le enseñan a hacerlo... Eso te ayuda a entender muchísimas cosas.

La primera vez que lo leí fue al poco de salir a la venta el libro (o sea, con 13 ó 14 años). Y por entonces -la ignorancia es muy atrevida-, no tenía ni idea de qué le pasaba a Christopher.
La segunda vez fue en la carrera, pero sin haber estudiado aún absolutamente nada de los trastornos generalizados del desarrollo. Aun así, yo intuía que tenía que ser una cosa relativa a eso; "algo tipo autismo", les comenté a mis amigas. Y no iba muy desencaminada.
Me lo he vuelto a leer ahora, con mayor conocimiento de causa, y no os voy a mentir: me da mucha rabia. Me hierve la sangre de ver a lo que se enfrentan estos chicos cada día: a que los traten de pedantes, de inoportunos, de raros; de tontos incluso, por no pillar los chistes ni los dobles sentidos, por ser tan literales.
Pero también me emociona mucho, muchísimo, leer a Christopher. Una vez que te has leído "El curioso incidente del perro a medianoche" y conoces a alguien con síndrome de Asperger, puedes hacerte una mínima idea de lo que se les pasa por la cabeza, de por qué actúan así, de por qué hablan y dicen esas cosas, de lo lógicos que son, de por qué les gusta tenerlo todo previsto. Y sencillamente, todo te cuadra.


De verdad que releer este libro mientras rotas por un servicio con pacientes de este tipo es toda una experiencia.
Se lo recomiendo a todo el mundo, puesto que supone un acercamiento a esta patología, de una manera relativamente amable -si lo leéis, o ya lo habéis hecho, sabréis a qué me refiero cuando digo "relativamente"-.
Por otro lado, Mark Haddon también ha trabajado con personas que presentan este tipo de problemas. Sabe perfectamente de qué va la cosa.

Sin más dilación, me despido esperando que os haya resultado interesante este post. Ojalá os animéis a darle una oportunidad a "El curioso incidente del perro a medianoche".
¡Hasta muy prontito!

Nurse Lecter

domingo, 17 de mayo de 2015

SA

¡Buenas a todos!

Lo siento, pero no he podido escribir posts patológicos hasta ahora, que es cuando me he liberado un poco más de trabajo y responsabilidades varias.

Como sabéis si habéis leído mis últimas entradas, he estado rotando por Infanto-Juvenil. Una de las patologías que más me llama la atención es "propia" de este servicio: el síndrome de Asperger (SA). 
Y es sobre la que quiero hablar hoy.
Fue descubierto por Hans Asperger en 1944; y en un principio, la llamó "psicosis autística". Lo curioso es que, al mismo tiempo y sin saber nada de Hans Asperger, Leo Kanner también vio las características de este síndrome en otros niños (1).
El formato del "post patológico" es el de siempre, de preguntas y respuestas.


1) ¿Qué es?
Bueno... en lo que respecta a los lectores no sanitarios, lo más probable es que os hayan nombrado a Sheldon Cooper como ejemplo típico de Asperger. La verdad es que un Asperger real no difiere mucho de Sheldon, pero vamos a recapitular.
El síndrome de Asperger se encuadraba dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD). Con el DSM-V, esto ha variado un poquillo. Ahora, el síndrome de Asperger entra dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) (2). Y las características principales de estos trastornos son (3):
1.- Deficiencias en la comunicación y en la interacción social.
2.- Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.


2) ¿Cuáles son las causas?
Pues como suele pasar en estos casos, la genética juega un gran papel. También está muy relacionado con el autismo. Y cabe destacar diferencias estructurales, como por ejemplo en la zona frontal y frontotemporal. (1)
No todo es factor intrínseco, sin embargo: puede haber también factores ambientales, que afectan sobre todo en los primeros años de vida.


3) ¿Y sus manifestaciones?
En general, las personas que lo padecen son 100% literales. La ironía y los sarcasmos no los pillan. En casos graves incluso no distinguen las emociones del interlocutor. No saben interpretar matices muy leves entre tristeza, pena, fastidio...(4) Tampoco "tienen filtro", como se suele decir. Lo que ven o piensan sobre el otro -sea bueno malo-, lo dicen, porque no son capaces de pensar que el otro puede sentirse molesto. No lo hacen a posta, no es falta de empatía: es que simplemente no pueden evitarlo.
Son igualmente retraídos, no les gusta mucho relacionarse(5). Entre otras cosas, por lo anteriormente expuesto: por los problemas que experimentan con la interpretación del lenguaje y las emociones. En casos graves, tampoco son dados al contacto físico. Lo justo y necesario; y si hay contacto cero, mejor.

Otra característica de los Asperger es que son "monotemáticos", tienen rigidez mental (6); de hecho, pueden llegar a cansar o a aburrir. Eso sí, como les gusta tantísimo un tema concreto, se vuelven unos entendidos: leen, investigan, preguntan -de hecho, Hans Asperger los llamaba "pequeños profesores", porque pueden llegar a controlar muchísimo-.
Imaginaos por un momento a alguien que le guste... que sé yo... los insectos, por poner un ejemplo. Tú aceptas escucharle un rato, claro. Pero al cabo de ese rato estás ya un poco harto de los bichos, de sus clasificaciones, familias, hábitats, diferencias entre colores, número de patas... Desvías la conversación hacia otra cosa. Y la persona saca, de una manera o de otra, el tema de los insectos a colación otra vez.

Los Asperger también son muy rutinarios, muy "de costumbres" (o "cuadriculados", dirían algunos); no llevan bien los cambios. Además, son muy repetitivos, no admiten variaciones y les gusta hacer las mismas cosas todos los días... varias veces incluso (5). No hay más que ver, por ejemplo, a Sheldon cuando le quitan su sitio del sofá: no está a gusto en ningún otro lugar del salón, y no para hasta que le vuelven a dejar su sitio. Y siempre llama a la puerta de un modo muy característico.

Es muy importante tener en cuenta lo siguiente: la inteligencia de un Asperger es como la de cualquier otra persona. No hay retraso mental (7). Que tengan problemas para relacionarse e interpretar emociones no quiere decir en absoluto que tengan retraso mental (yo he llegado a oír cada barbaridad... en fin, que hablar sin saber es muy fácil).

Y para finalizar esta pregunta, el lenguaje: los Asperger tienen una manera muy singular de hablar. Usan un lenguaje pomposo, muy florido, muy técnico(8). Y vocalizan muy bien (esto en ciertas zonas de España suena raro, ¿a que sí?).


4) ¿Hay escalas, pruebas o tests para detectarlo o cuantificarlo?(8)
Estas pruebas más bien reflejan en qué destaca un Asperger y en qué no. Por ejemplo, se usa la  Escala Vineland de Madurez Social para observar este aspecto. También se usa el WISC-C para ver cómo van en las diferentes áreas que evalúa esta escala (aritmética, memoria, capacidad de asociación, CI, atención...).
Asimismo, podemos mencionar la Escala Autónoma, que se usa en España.
Como dato, señalar que no se empiezan a detectar los síntomas del Asperger hasta los 4 años, más o menos.


5) ¿Hay tratamiento? (1)
Sí, pero sobre todo es psicoeducativo. En cuanto a fármacos, suelen usarse antidepresivos, psicoestimulantes, los antipsicóticos de segunda generación... Aunque también depende de cada caso y de su gravedad.
Los antidepresivos funcionan sobre todo en la parte motora (estereotipias, rituales...); los psicoestimulantes, en la parte del autocontrol; y los antipsicóticos, en la parte que respecta a la agresividad y conducta en general.



Para acabar, sabéis que siempre me gusta comentar anécdotas y dejar vídeos, así que aquí va una de cada. El vídeo corre a cargo del Dr. Cooper, y muestra algunas de las características del síndrome de Asperger antes citadas. Seguro que habéis visto todos los capítulos, pero aun así, creo que es un buen resumen.




En cuanto a la anécdota/dato curioso, algunos personajes famosos que se cree que tiene síndrome de Asperger son, por ejemplo, Tim Burton, Einstein, Newton, Susan Boyle (creo que este caso es el único con diagnóstico real)... La fuente no es fiable en absoluto, pero me ha llamado la atención ver algunos nombres. ¿Qué creéis vosotros?


Aquí la dejo, es del periódico "El confidencial".


Por mi parte, nada más. Espero que os haya gustado el post y hayáis conocido un poco más en qué consiste el síndrome de Asperger.
¡Hasta muy pronto!


Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
(1) Fernández-Jaén, A.; Martín Fernández-Mayoralas, D.; Calleja-Pérez, B.; Muñoz Jareño, N.: "Síndrome de Asperger: diagnóstico y tratamiento". Rev Neurol 2007; 44 (2): 53-55. Disponible en:
(2) Gattelli, F.: "El Síndrome de Asperger y el DSM-V". Página web de Asperger/Autism Network. Disponible en:
http://www.aane.org/asperger_resources/articles/espanol/aspergers_y_dsm5.html

(3) American Psychiatric Association (APA): "Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM)". 5ª edición. EEUU. APA, 2013.

(4) Paula Pérez, I.; Martos Pérez, J.; Llorente Comí, M.: "Alexitimia y síndrome de Asperger". Rev Neurol 2010; 50 (3): 85-90. Disponible en:
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/44832/1/573424.pdf

(5) Caballero, R.; "Comorbilidad y diagnóstico diferencial en el Síndrome de Asperger". Asociación Asperger de Andalucía, 2010. Disponible en:
http://psyncron.com/wp-content/uploads/2011/05/ASPERGERANDALUCIA.pdf#page=40

(6) Figuero Castilla, X.: "El síndrome Asperger: visión desde el Trabajo Social y recursos en la ciudad de Valladolid", 2014. Disponible en:
https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/7146/1/TFG-G%20676.pdf

(7) Rodríguez, F.: "Aspectos explicativos de comorbilidad en los TGD, el síndrome de Asperger y el TDAH: estado de la cuestión". Rev. chil. neuropsicol. 2009; 4 (1): 12-19. Disponible en:
http://www.neurociencia.cl/dinamicos/articulos/851104-rcnp2009v4n1-3.pdf

(8) Ruiz Lázaro, P.M.; Posada de la Paz, M.; Hijano Bandera, F.: "Trastornos del espectro autista. Detección precoz, herramientas de cribado" Rev Pediatr Aten Primaria. 2009; 11 (17): 381-397. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/pdf/pap/v11s17/8_espectro_autista.pdf

miércoles, 6 de mayo de 2015

Quinta rotación: Infanto-Juvenil

¡Hola a todos!

Qué, ¿cómo estáis? A los pequerresis os quedan días, ya podría decirse que horas, para empezar a vivir el sueño. Se pasa muy rápido, así que disfrutadlo y aprovechad, que es una gozada.

Por mi parte, traigo la experiencia de mi quinta rotación, la que supone el ecuador de mi residencia: el Centro de Salud Mental Infanto-Juvenil.




Ya sabía algo de este servicio, porque mi co-R rotaba justo delante de mí. Entre ambas hay una pequeña y sutil diferencia: a ella le encantan los niños. Yo en cambio prefiero tratar con adultos.
Voy a seros franca: me parece muy interesante y muy llamativo el trabajo en Infantil; me gusta, porque haces muchísimas cosas y exploras aspectos de la salud mental muy curiosos, muy "específicos". Pero por otro lado, yo sé que si en el día de mañana me tocara trabajar en Infantil, me daría algo. Voy a ser más amplia: si en el día de mañana tuviera que trabajar con niños (da igual sitio o especialidad), me daría algo.

Y ahora sí, vamos a lo que os interesa: ¿qué se hace en Infantil?
Es una pregunta fácil: se tratan enuresis, encopresis, problemas de alimentación, modificaciones de conducta, se hacen grupos de habilidades sociales, técnicas de relajación... con niños de todas las clases, edades y diagnósticos.
Ahora, lo difícil es concretar. ¿Qué se hace en cada situación? Yo eso no lo tuve claro hasta tres semanas después de haber empezado aquí.
Un poco en líneas generales, Enfermería se encarga de preguntarle cosas como el curso y el colegio en el que estudia, hacerle un genograma, explorar las relaciones con su familia y amigos, recoger antecedentes familiares, y conocer su rutina diaria.
Según el motivo de consulta, se hará una cosa u otra luego. Pero todas las primeras visitas son así.
Cada consulta es distinta. Y cada niño, independientemente de su diagnóstico, un mundo. No hay dos consultas iguales, ni siquiera parecidas. El niño que no es tímido es la mar de salao; el de más allá se pone a llorar porque está nervioso, el otro sonríe y es muy sencillo entrevistarlo...

¿Pero qué es "una cosa u otra"?
Pues si es una enuresis o una encopresis, se le darán pautas para tratarla. Si es por ansiedad, se le enseñará respiración abdominal y luego se cita al niño para darle sesiones de relajación, individuales o grupales. Y si es una modificación de conducta, se le pide al niño que salga fuera y se le dan a los padres una pautas iniciales.
Todas estas situaciones precisan de seguimiento; se cita en X semanas, dependiendo del caso.

He comentado antes que también se hacen grupos de habilidades sociales -otros profesionales llevan otra clase de grupos-. Se divide a los niños en "pequeños", "mayores" y "adolescentes"; cada uno va al grupo que tiene asignado, en su día y hora correspondientes.
Estos grupos en general están muy bien, es como una modificación de conducta que se le hace directamente los niños. Mediante juegos, ejemplos, puestas en común, interacción, etcétera, aprenden cómo resolver conflictos sin recurrir a la violencia, cuándo una cosa es segura o no...
Enfermería también se encarga de los grupos de padres, que son sesiones de modificación de conducta grupales, por definirlo de alguna manera. Este grupo para mí ha supuesto un cambio de paradigma, porque difiere de cómo me criaron a mí de niña; aunque sólo es un poco, es lo justo para ver cómo han cambiado las cosas durante estos años que he crecido.

Pero mi grupo favorito -por irónico que parezca-, es uno que Enfermería no imparte: el de niños con trastorno generalizado del desarrollo o TGD. Dos de sus patologías representativas son muy muy muy famosas: el síndrome de Asperger y el autismo. Y os parecerá extraño, pero con estos peques me llevo de maravilla.
Entré al grupo por pura casualidad: le propuse a la psiquiatra que lo lleva acudir a una sesión para ver cómo funcionaba. Me gustó tantísimo que ella misma me dijo que contaba conmigo para las siguientes sesiones. Y los niños me acogieron muy bien, sin recelos ni rechazo.

Así que aquí estoy: haciendo bastantes cosas sola, entrando a todos los grupos que puedo y aprendiendo muchísimo. Eso es lo bueno de Infantil: que son cosas muy específicas (a un adulto como que no le vas a hacer un seguimiento de enuresis, o una modificación de conducta franca).
A pesar de que los niños no son mi tipo de paciente preferido, estoy aprendiendo a atenderlos con toda la profesionalidad que soy capaz, dándoles lo mejor de mí como enfermera. Y la verdad, no me está resultando muy complicado hacerlo. Creo que es cosa de acostumbrarse a que son unos pacientes con características peculiares.

Y por el momento, no hay nada más relevante que contar de este servicio.
Espero que os haya gustado el post.
¡Intentaré actualizar pronto! ¡Hasta otra!

Nurse Lecter