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lunes, 6 de julio de 2020

Rutinas

¡Buenas tardes!

Llevaba tiempo queriendo escribir esta entrada porque este problema se ha convertido en algo muy prevalente y además me parece muy interesante.
Voy a hablaros del autismo o Trastorno del Espectro Autista -de ahora en adelante TEA-. Seguiré el esquema que suelo utilizar en estos casos.

Fue descrito casi a la vez (1943) en dos lugares diferentes. Uno de estos sitios fue EEUU, donde Leo Kanner documentó varios casos; el otro lugar fue Austria, encargándose de ello Hans Aspergar (seguro que os suena el apellido, ¿a que sí?). Desde ese instante hasta hoy se ha intentado profundizar en este síndrome a fin de prevenirlo.

1) ¿Qué es?
El autismo NO es una enfermedad sino un síndrome, pues engloba un conjunto de signos concurrentes unos con otros y que acaban dando lugar a una situación específica.
Para ser más concretos se trata de un trastorno generalizado del desarrollo, que por desgracia no presenta marcadores biológicos (no puedes por ejemplo solicitar una analítica de sangre para saber si el niño es autista o no). De igual forma se le considera trastorno porque sus manifestaciones aparecen de manera distinta en cada persona; y también en cada persona tienen una gravedad diferente. Debido a esto hay gran variedad en sus manifestaciones y repercusión, y por ello también se le llama "espectro": porque oscila en un amplio rango de sintomatología.
El TEA interfiere en tres áreas principalmente:
I.- Interacción social.
II.- Comunicación.
III.- Comportamiento.
Son estas tres áreas afectas en las que se agrupan los síntomas. Por tanto y teniendo en cuenta que estamos hablando de un espectro, no todos los autistas tienen afectada de igual manera una cosa, la otra o las tres.

Vamos a explicarlas una por una según la CIE-10 (1); luego me detendré en los otros criterios diagnósticos:
1.- Deterioro de la interacción social. No utilizan como cabría esperar la mirada, la postura, los gestos, tienen falta de interés en los otros o en otras cosas -por ejemplo, no señalan algo que les llame la atención, no mantienen contacto visual, no se abrazan a sus padres-. De igual forma no regulan su comportamiento en ciertas situaciones.
2.- Comunicación. A las personas con TEA les cuesta mucho también este punto. El lenguaje verbal puede aparecer más tarde de lo esperado o no aparecer, si bien esto no quiere decir que no se comuniquen. Lo hacen de otra manera (balbuceos, gestos concretos...). Asimismo el lenguaje es muy estereotipado, poco flexible y pueden tener una entonación muy "rígida", muy forzada. También pueden repetir una palabra o expresión hasta la saciedad.
3.- Comportamiento. Quizá éste sea uno de los rasgos más conocidos del TEA junto a los problemas de interacción social. Las personas con autismo son muy repetitivas: pueden tirarse horas enteras haciendo el mismo movimiento una y otra vez. Tienen estereotipias y también rituales que vistos desde fuera quizás no tienen sentido. De igual manera puede obsesionarse con algo que a priori no tiene ninguna utilidad (es decir, no son juguetes, ropa o algo que pueda gustarle o interesarle a un niño o adulto). 

Añado además que el DSM-V tiene estos tres criterios también, pero  aquí van juntos la comunicación y la interacción; el comportamiento está separado. Según este manual también aparecen otros síntomas, pero no se consideran nucleares (2). Pueden destacar:
- Respuesta a estímulos alterada: ruidos que no son demasiado fuertes pueden angustiarles mucho, rechazan por ejemplo ropa o comida por tener un color concreto... incluso pueden llegar también a no responder cuando te diriges a ellos.
- Trastornos del comportamiento: esto quizás sí lo conozcáis aunque sea de oídas. Pueden manifestar auto o heteroagresividad como respuesta a la frustración o a cambios de rutina.

Es de igual forma interesante hablar de lo que se conoce como "regresión autística".
Es justo eso: al menos el 30% de los niños con autismo diagnosticado a una edad temprana, de pronto y aún no se sabe muy bien por qué, hace una regresión. Es decir, van "hacia atrás".
Pese a no estar muy claro aún el motivo de esta regresión autística, se barajan varias hipótesis como una crisis convulsiva, encefalitis, intoxicación... (3)


2) ¿Cuándo aparece? ¿Y en qué proporción?
El autismo aparece antes de los tres años (1), y es más frecuente en varones (4). Se ha visto también que la prevalencia ha aumentado, pero no está muy claro si es porque ahora se diagnostican más que antaño o por un aumento real; en los años 90 de hecho se llegó a hablar de una "epidemia de autismo" (5).


3) ¿Y las causas?
Lo primero que quiero decir en este apartado es que...

 LAS VACUNAS NO CAUSAN AUTISMO 

La culpa de esta falsa creencia la tuvo un indeseable señor (por no decir otra cosa), que escribió un artículo en 1998 donde se hablaba del tema. Lo más grande de todo es que llegó a ser publicado en "The Lancet"... y la revista obviamente se retractó luego. A este hombre se le llevó a juicio e incluso parece ser que había conflicto de intereses de por medio (6). En fin, que fue un escándalo y posteriormente motivo de vergüenza y de hacer examen de conciencia.
Desde ese día han surgido diversos artículos que refutan la creencia ABSURDA de que las vacunas causan autismo; el último del que yo tengo constancia es de marzo del año pasado (7). Pero nada, que no hay manera: existe aún gente empecinada en que sí, que las vacunas causan autismo.
A esos les lanzo una reflexión: Si eso fuera así, todos los que nos hemos vacunado siguiendo el calendario infantil y ya somos adultos seríamos autistas, ¿no? Digo yo.

Una vez cerrado este apasionado inciso, vuelvo a mi cauce natural. A ver... una etiología más que probable es, cómo no, la genética. Sin embargo también queda mucho por investigar y descubrir en este sentido. No podemos desdeñar tampoco la influencia del ambiente, que es directamente proporcional a la evolución del TEA: si el entorno es adecuado, estructurado, tranquilo y se recibe la información suficiente, el pronóstico será mucho mejor.


4) ¿Puede haber otros problemas (comorbilidad con otros trastornos)? 
Lamento decir que sí... De hecho hay estudios que contemplan que las enfermedades comórbidas podrían acentuar la gravedad del TEA. Sobre todo pueden aparecer trastorno obsesivo-compulsivo -siglas TOC-, ansiedad que se canaliza mediante las auto o heteroagresiones, o trastornos alimentarios en general. No obstante tampoco es raro ver un niño que tenga al mismo tiempo TEA y TDAH (siglas de "trastorno por déficit de atención e hiperactividad")(8).
En otros estudios se mencionan también patologías asociadas como la epilepsia -bastante frecuente por cierto-, y discapacidad intelectual (9).


5) ¿Cuándo y cómo se diagnostica?
Los primero indicios de que algo va mal en el desarrollo del niño suelen aparecer antes de los tres años. De hecho se establece que el inicio es antes de los 30 meses de edad (2 años y medio), así que si a partir de ese momento detectamos que algo no va bien tenemos que ir al pediatra, el cual derivará al niño a Salud Mental para una valoración más específica.
Hay diferentes instrumentos para detectar y valorar el TEA. Uno de ellos es el M-CHAT -siglas de Modified Checklist for Autism in Toddlers-, que se encarga de la detección precoz del trastorno. Se le pasa a los niños entre los 18 y 24 meses. Os dejo aquí el checklist modificado (9):




Hay más pero éste es el principal. Quiero mencionar también otros dos: el ADI-R y el ADOS-2, siglas de "Entrevista Diagnóstica de Autismo-Revisada" y "Autism Diagnostic Observation Schedule", respectivamente. Con la primera, que se le pasa a los padres, se sabe si su hijo tiene TEA u otro TGD. Con la segunda, que se le pasa al niño, se sabe si es autismo o no. En cuaquier caso son prubeas farragosas y largas.


6) ¿Tiene tratamiento? (10)
Sí, pero no. Me explico: No tiene porque el autismo es un trastorno que no se cura. Pero sí que se puede dar tratamiento para sus síntomas. Dicho tratamiento combina la farmacoterapia con otras intervenciones. Los fármacos son antidepresivos (ISRS), antipsicóticos o anticonvulsivos. Se usan como he dicho antes para mitigar la ansiedad, las estereotipias, la posible agresividad... Pero lo interesante es combinarlos con intervenciones psicoeducativas diversas: SAAC, TEACCH, Programa Hanen, modelo Lovaas, el modelo Denver, el de terapia de análisis de conducta aplicado (ABA)...
Y obviamente no podemos olvidar a los padres, ellos también necesitarán apoyo y herramientas que les ayuden para que ellos a su vez puedan ayudar a sus hijos.

Como veis, el trastorno del espectro autista es algo que se ha estudia mucho en los últimos años y por otro lado hay una gran variedad de asociaciones que aportan información adecuada y veraz.
Espero no haberos aburrido con el post... ¡un saludo, nos leemos pronto!

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
1) OMS. CIE-10: Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y pautas para el diagnóstico. (1992) Madrid. Ed. Méditor.

2) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013.

3) Ruggieri V., Arberas L. Regresión autista: aspectos clínicos y etiológicos. Rev Neurol 2018; 66(1): 17-23. Disponible en:
https://www.researchgate.net/profile/Claudia_Arberas/publication/331091758_Regresion_autista_aspectos_clinicos_y_etiologicos/links/5cf812d44585153c3db72cbd/Regresion-autista-aspectos-clinicos-y-etiologicos.pdf

4) González M.C., Vásquez M., Hernández Chávez M. Trastorno del espectro autista: Diagnóstico clínico y test ADOS. Rev Chil Pediatr 2019;90(5):485-491. Disponible en: 
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rcp/v90n5/0370-4106-rcp-rchped-v90i5-872.pdf

5) Alcantud Marín F., Alonso Esteban Y., Mata Iturralde S. Prevalencia de los trastornos del espectro autista: una revisión de datos. Siglo Cero 2016; 47-4, (260): 7-26. Disponible en:
http://riberdis.cedd.net/bitstream/handle/11181/5344/Prevalencia_trastornos_espectro_autista_revisi%C3%B3n_de_datos.pdf?sequence=1

6) Página web del periódico "El Mundo":  
https://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/01/28/medicina/1264697711.html

7)Hviid A, Hansen JV, Frisch M, et al. Measles, Mumps, Rubella Vaccination and AutismA Nationwide Cohort Study. Ann Intern Med. 2019; 170: 513–520.
Disponible en: https://annals.org/aim/article-abstract/2727726/measles-mumps-rubella-vaccination-autism-nationwide-cohort-study

8) Romero M., Aguilar J.M., Ángel RM, Fermín M., M., Peciña M., Barbancho MA., Ruiz-Veguilla M., Lara, JP. Comorbilidades psiquiátricas en los trastornos del espectro autista: estudio comparativo entre los criterios DSM-IV-TR y DSM-5. International Journal of Clinical and Health Psychology. 2016;16(3):266-275. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/337/33747008006.pdf

9) Ruiz-Lázaro P.M., Posada de la Paz M., Hijano Bandera F.. Trastornos del espectro autista: Detección precoz, herramientas de cribado. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009; 11(17):381-397. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/pap/v11s17/8_espectro_autista.pdf

10) Arróniz Pérez M.L., Bencomo Pérez R. Alternativas de tratamiento en los trastornos del espectro autista: una revisión bibliográfica entre 2000 y 2016. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes 2018 5(1): 23-31. Disponible en: http://www.revistapcna.com/sites/default/files/3_1.pdf

domingo, 15 de marzo de 2020

Consejos para el confinamiento (ACTUALIZADO)

Buenas tardes.

Esta entrada es totalmente improvisada, y la iré actualizando conforme vaya encontrando más información. También ruego difusión, por si a alguien puede serle útil.

POST ACTUALIZADO A 23 DE MARZO DE 2020.

No os digo nada nuevo si os informo de que estamos en estado de alarma debido al coronavirus. Ello implica, entre otras muchas cosas, que no se puede salir de casa si no es EXTREMA NECESIDAD O URGENCIA.

Lo he comentado en Twitter: me ofrezco a resolver dudas relativas a la salud mental en caso de que no podáis acudir a un Centro de Salud Mental, Urgencias, etc. Puedo ayudaros también si habláis italiano, más o menos me manejo.

Además de reiterar mi ofrecimiento, quiero dejaros en este post consejos y recursos para sobrellevar mejor estas dos semanas que nos quedan a nivel mental.
Pueden hacerse muy largas, así que nunca está de más tener toda la información disponible a mano para estar lo menos incómodos posible.

Algunos documentos recogen el mismo punto, por lo que procederé a un hiperresumen al final de la entrada.


1) Documento de la OMS que recoge algunas consideraciones sobre la salud mental durante esta epidemia; os lo podéis descargar aquí.
Se divide en varios grupos: trabajadores de la salud, cuidadores de niños y aislados, gente con menos relaciones sociales... Como está en inglés, os traduzco lo más básico: 
  • Hay que cuidar la alimentación, las horas de sueño, los turnos de descanso (sí, estamos en una situación excepcional pero la gente que lo está dando todo tiene que intentar para aunque sea un minuto), no dejarse llevar por el pánico...
  • Lo mejor es usar maneras eficaces de comunicarse con gente con discapacidad para informarlas, tanto en el fondo como en la forma y en la cantidad de información.
  • También habla sobre el estigma que pueden sentir quienes estén infectados o tengan posibilidades. Es muy importante contar con el apoyo de familia, amigos, compis... en definitiva, con el apoyo de gente que te aprecie, y que esté pasando por lo mismo que tú (es decir, que también estén enfermos o en cuarentena). Todo vale: whatsapp, skype, videollamadas, mails, llamadas de teléfono como a la antigua usanza... lo crucial es sentirse apoyado. Ésta es la más relevante, porque parece de perogrullo y no se le da toda la importancia que merece. Porque no es útil sólo para casos posibles y confirmados: es para todos, sanos también.

2) Enlace a la web del Consejo General de Psicología de España, que recoge en español las recomendaciones de la APA (siglas en inglés de la Asociación Americana de Psicología). Podéis acceder aquí.

3) Comunicado del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, donde se abordan diversos escenarios y se dan pautas para cada uno de ellos. Se puede consultar y descargar aquí. Se divide de nuevo en tres grupos:
  • Sanos: si una persona sana se nota nerviosa, preocupada o ansiosa le recomiendan apoyo, ayuda, no estar atento a las noticias y RRSS las 24h del día ni permitir que la bombardeen con ello -lo que se conoce como infoxicación-, y evitar el estigma hacia las personas en cuarentena o diagnosticadas.
  • Riesgo/Cuarentena: seguir indicaciones sanitarias, no trivializar ni magnificar ("ni tanto, ni tan calvo", vaya), seguir una rutina...
  • Enfermos: intentar ver la situación con objetividad. Si estás en casa es porque no estás tan mal como para necesitar ingreso, te vas a curar y además tienes a tu familia relativamente cerca. Si estás ingresado, ten por seguro que te están cuidando al 200%, no lo dudes.
4) NUEVO RECURSO, ACTUALIZADO A 23 DE MARZO DE 2020: Documento de la Sociedad Española de Psiquiatría -SEP- con recomendaciones para el cuidado de la salud mental durante la cuarentena por coronavirus. Hay consejos tanto para personal sanitario como no sanitario, siendo el material totalmente recomendable.

5) NUEVO RECURSO, ACTUALIZADO A 23 DE MARZO DE 2020: De igual manera la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME) ha elaborado recomendaciones para el cuidado de la salud mental del individuo y la familia en este confinamiento. Podéis verlas o descargarlas aquí.

6) No se me han olvidado los peques. Esto para ellos es una situación nueva. Los primeros días, precisamente por ser algo anómalo, es probable que estén algo más tranquilos: no podrán salir a la calle pero harán cosas que normalmente no realizan, como jugar a juegos de mesa, quedarse más tiempo viendo la tele o jugando. Pero la "magia" de esos primeros días al final decaerá y se acabarán subiendo por las paredes -y los adultos que vivan con ellos, también ^^'-.
De nuevo se insiste en la importancia de las rutinas: si por ejemplo desayunáis o coméis todos juntos, hay que mantenerlo. O si les leéis un cuento antes de dormir, también. Preguntadles a ellos, pedidles opinión en la medida de lo posible en cuanto a alternativas para hacer en casa (vamos, cosas razonables y que no supongan un riesgo, pero si les dais a elegir por ejemplo entre 3 opciones para pasar el tiempo, que ellos elijan)... Y por supuesto, informadles de un modo acorde a su edad sobre esta situación tan excepcional. No me refiero sólo al lavado de manos; también a qué es el coronavirus, a quién afecta más y que ellos vean lo necesario que es quedarse en casa.

6) También está bien intentar seguir unos consejos básicos para preservar nuestra salud mental como si estuviéramos en condiciones normales. O sea, que esto que voy a decir debería hacerse normalmente, no sólo en el estado de alarma y el confinamiento en casa.
  • La higiene del sueño, por favor, importantísima. Tener un horario fijo para acostarse y levantarse (sí, incluso en el confinamiento ha de mantenerse), no utilizar pantallas antes de dormir, hacer actividades que ayuden a conciliar el sueño como una ducha caliente, tomar leche o una infusión, cenar poco, no permanecer en la cama si ves que el sueño no llega, intentar no pensar en nada en el momento de dormir... Dejo aquí una tabla que recoge todo esto -si no la veis bien, está en la página 57 de este documento-:

  • Mantener una alimentación saludable, y más ahora que tenéis de todo en casa (sí, reproche encubierto a los histéricos que han arrasado en los supermercados creyendo que esto es el fin del mundo): 3 comidas grandes -desayuno, comida, y cena-, y 2 pequeñas como son el almuerzo y la merienda. Dieta equilibrada, variada y suficiente, donde no pueden faltar frutas y verduras. ¡Y pocos caprichos! Este link del Sacyl está muy bien y es muy completo, quizás os ayude. Os dejo foto/pantallazo de lo más básico:
  • Intentar mantener una actitud positiva. Vale, no es fácil con la que está cayendo, lo admito. Pero debemos pensar en que es por un bien mayor, que nos permite hacer cosas que teníamos postpuestas (como leer, ver esa peli o serie que lleva tanto tiempo muerta de risa, retomar el estudio de un idioma, desarrollar ese hobby que nos encanta pero para el que no teníamos tiempo)... y que es una buena oportunidad para conocernos mejor: qué nos gusta hacer y qué no, nuestros mecanismos de afrontamiento de la situación, pasar tiempo con nuestra familia, también podemos hacer ejercicio, nos volveremos más creativos, no tenemos por qué perder el contacto con la gente -a las RRSS me remito: quien no habla con otro que esté lejos es porque no quiere, jajajaja-... Y a mí hay algo que me está ayudando muchísimo: el humor. Me está dando la vida ver todos los memes, vídeos, fotos, tweets... que estáis haciendo sobre esto. De verdad que me paso gran parte del día recibiéndolos y reenviándolos, y me estoy riendo a carcajadas.
  • No está de más conocer alguna técnica no farmacológica que nos ayude a disminuir la ansiedad. A mí la que más me gusta es la que supone combinar la respiración abdominal (también se la conoce como "respiración diafragmática") con la relajación muscular progresiva. Dejo a continuación un vídeo de cada una de las dos cosas, respectivamente:





También he encontrado un programa autoaplicado de la Universidad de Almería y el Ministerio de Educación donde se desarrolla mejor la relajación muscular progresiva; podéis verla aquí.


Así que a modo de hiperresumen de todo esto:
1) Crucial sentirse apoyado por los seres queridos. Si están lejos se puede paliar la falta manteniendo contacto por teléfono o redes sociales. 
2) Nada de infoxicarse. Es horrible y no ayuda en nada, crea más angustia y ansiedad; hay que recurir a fuentes oficiales. Esto también se aplica en la difusión de bulos.
3) Hay que intentar tener la mente ocupada, y todo vale: pasatiempos, leer, comunicarte con tu gente, estar con los niños...
4) Mantener tus rutinas en la medida de lo posible, y dormir y comer bien.
5) Nada de estigmatizar al personal sanitario que trabaja con pacientes contagiados, a los casos sospechosos y a los diagnosticados. Esta enfermedad en alguien sano y fuerte es leve la mayoría de las veces. El problema es que es muy contagiosa y la población vulnerable puede morir.
6) No dejar de lado a los niños. Son pequeños pero no tontos, y se enteran de todo lo que ocurre. Información veraz y adecuada a su capacidad de comprensión es lo más adecuado.
7) Hay que intentar mantener una actitud positiva.

Y esto es todo por el momento. Repito que volveré a actualizar el post si encuentro más documentos.
Si has llegado hasta aquí sin desfallecer, gracias por leerme. Por favor, difunde, puede servirle a alguien.
¡Muchas gracias!

Nurse Lecter

viernes, 2 de noviembre de 2018

Sad baby

¡Hola a todos!
¿Cómo están yendo estos días? ¿Habéis podido pillar algún contratillo este puente? ¡Ojalá que sí!

Este post es complementario al anterior, en el cual hablé de la depresión -podéis leerlo aquí si queréis-. Será mucho más corto porque no se trata de complementar la patología en sí con más información, sino de enseñaros que la depresión afecta también a un grupo de edad muy concreto aunque suene raro: a los bebés.
Un poco más adelante y dentro de esta misma entrada ilustraré mejor esto con un par de vídeos de series, así que ¡cuidado spoilers! Os avisaré antes.


Ahora vamos a lo que vamos: la patología.
Existe una condición llamada depresión anaclítica, que se observa en niños de poco más de seis meses y se ven separados de su madre por un tiempo máximo de tres meses. Cabe destacar que el vínculo madre-hijo era estupendo hasta ese entonces, por lo que surge una deprivación emocional parcial (es decir, desaparece la figura de apego, pero aparecen otras que lo cuidan... si bien el "feeling" no es el mismo) a partir de separarles: el bebé llora sin consuelo, rechaza el contacto con otros adultos y poco a poco empeora. Aparecen insomnio, pérdida de peso, irritabilidad... sin causa física (1). En ese aspecto la sintomatología se parece a la de los adultos. También puedo comentar que surgen retraimiento, retraso en el desarrollo psicológico, rigidez afectiva... incluso el sistema inmune se ve afectado (2).

¡Ay, pobre! :(

El término fue acuñado por R. Spitz en 1946, que fue el primero que detectó estos cambios y sus síntomas en los niños tan chiquitines. También se le llama síndrome de hospitalismo (3).

Lo curioso -y bonito- de esto, es que si no han pasado más de tres meses y el bebé y la madre se reúnen de nuevo, el peque mejora a una velocidad de vértigo (4). Así que realmente no hay un tratamiento farmacológico como tal, sino que es tan fácil como restaurar el vínculo. Si se puede, claro; obviamente hay situaciones en las que no, como fallecimiento de la madre o que el niño esté internado en algún sitio tipo institución y esas cosas.

Es importante también dar un breve apunte sobre John Bowlby y su "Teoría del apego". Resumidamente consiste en que un bebé se apega a una persona (creándose así un vínculo con ella), con la cual se desarrolla una relación social que sentará las bases de relaciones futuras a todos los niveles, tanto para bien como para mal.
¿Por qué meto a Bowlby en esto? Porque su teoría complementa todo lo expuesto por Spitz en relación a la depresión anaclítica. Para que haya apego se necesita una figura relativamente constante en la vida del peque, y ya hemos visto que en la patología que nos ocupa esto no sucede.


¡Atención que ahora vienen los spoilers!

No recordaba que existía una depresión de estas características hasta que vi el capítulo 2x08 de "El cuento de la criada". Si habéis visto la serie conoceréis a Janine y a su bebé, al que ella puso por nombre Charlotte. También -si habéis llegado a este episodio-, recordaréis que la niña se pone muy enferma de pronto y sin motivo aparente. Tan mal está que la dan por perdida, así que June  mueve sus hilos para que Janine pueda despedirse de su pequeña y pasen su última noche juntas:


Pero gracias a Dios, se obra el milagro (o se restaura el vínculo): en cuanto Charlotte detecta que la que está con ella es su madre biológica mejora de la noche a la mañana, literalmente. Aquí el vídeo:


Mentiría si dijera que no lloré como una condenada con esta escena que os pongo porque me pasé todo el capítulo sufriendo -"¡Ay Dios mío que la cría se va a morir! ¡¡Que alguien haga algo por Dios y por la Virgen!!"- y haciendo cábalas sobre lo que podría pasarle a la bebé para:
1) Haberse puesto tan malita de golpe y porrazo.
2) Que la neonatóloga no supiera la causa, y por ende no tuviera un diagnóstico con sus consecuentes pronóstico y tratamiento.

Luego, ya más tranquila, me acordé de que existía algo así y me empezó a cuadrar todo. Cierto es que no se trata de una entidad muy común y cuesta caer en el detalle, pero una vez que lo haces todo encaja.



Doy por terminada la entrada, ¡ya os dije que sería breve! Si encuentro más información la actualizaré, prometido.
Espero que os haya gustado.
¡Nos leemos pronto de nuevo!


Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
(1) Collazos Cifuentes D., Jiménez Urrego A.M. Depresión infantil: una caracterización teórica. Revista Gastrohnup 2013, 15(2): 15-19. Disponible en: 
(2) Gómez de la Calzada Ruiz C. El duelo en la infancia: elaboración, intervención y relación con la depresión. Trabajo Fin de Grado. 2015. Disponible en:
(3) Diccionario médico de la Clínica de la Universidad de Navarra: https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/depresion-anaclitica
(4) Betancourt M, L. Autismo, depresión anaclítica y prevención en salud mental infantil. Revista Colombiana de Psiquiatría. 2009;38(1):110-124. 



jueves, 19 de abril de 2018

Conducta ejemplar

¡Hola!

¿Qué tal estáis? ¡Supongo y espero que bien!
Especialmente a los futuros resis que entre ayer y hoy están eligiendo plaza, ¡darles la enhorabuena! Ha sido un camino muy duro y sacrificado, pero no os podéis imaginar los dos años tan bonitos que os esperan, por mucho que os lo hayan dicho mil veces. ¡Disfrutadlos, que pasan volando!

En cuanto a los que no lo habéis logrado, recordad: al EIR puede presentarse uno cada año. Me puedo hacer una idea de lo frustrante que es dejarte el alma y renunciar a muchas cosas para al final no tener plaza. Pero si no es este año, ya lo será: el que viene, al otro o cuando vosotros decidáis retomarlo en caso de tomaros un descanso. Cuando lo hagáis, arrasaréis.
Sé que de primeras esto no os supone un consuelo y es muy difícil lo que os voy a decir, pero hay que relativizar. El EIR debe ser una parte de vuestra vida, pero no su totalidad. Así que mucho ánimo ¡y a por ello de nuevo!


Por mi parte, voy a presentaros la entrada de hoy, la cual trata sobre psicopatología infantil.
Bajo mi punto de vista la patología en cuestión es muy compleja y con límites muy difusos entre el propio problema en sí y actos relacionados con él, pero que a veces son de la naturaleza propia o temperamental del pequeño.

La patología en cuestión es el trastorno de conducta -siglas TC-. Y como soy consciente de que explicarla sin ejemplos puede ser aburridísimo e incluso podría costar entenderla, voy a hacerlo con un personaje de la tele. De una serie más concretamente. Sale en "South Park", lo cual nos restringe mucho el rango, ¿verdad?
¿Quién es el niño al que más le pega tener un trastorno de conducta?
¡Correcto! Eric Cartman.

He elegido esta imagen de buenecito a propósito, ¡jajaja!
Vamos a irnos al DSM-V como siempre, a ver lo que nos cuenta.

Hay varios criterios a tener en cuenta aquí, ¡empezamos!
El trastorno de conducta consiste en un comportamiento en el cual el niño pasa completa y olímpicamente de cosas tales como normas sociales, respeto a los demás y consideración de las normas básicas (pero siempre acorde a su edad, claro). Esto debe durar mínimo doce meses; en la serie, claramente, dura más.
Además hay una edad que pondría considerarse "límite", que son los 10 años. Antes de esa edad es otra cosa, no trastorno de conducta. Eso sí, si aparece después de los 18 años estamos hablando también de otro tipo de patología.
A partir de aquí, y siempre dentro del criterio A, hay 15 criterios repartidos en 4 categorías; y en cuanto a dichas categorías, son las siguientes en este mismo orden:
  1. Agresión a personas o animales. En este punto Cartman cumple varios: ha amenazado, ha usado la crueldad física, ha robado, usado armas... Incluso ha llegado a matar.
  2. Destrucción de la propiedad.
  3. Engaño o robo. Claramente Cartman esto lo ha hecho más de una vez, más de dos y más de tres.
  4. Incumplimiento grave de las normas. Esto también lo hace en cuanto puede.
Además el TC puede ser de emociones prosociales limitadas, debiendo aparecer mínimo dos de las siguientes: falta de remordimiento, falta de empatía o afecto superficial/deficiente, despreocupado por su rendimiento (1).

Si me pusiera a enumerar todo lo que ha hecho y dicho Cartman a lo largo de la serie y toda la gente a la que ha humillado, el post no acabaría nunca. Es, de los cuatro niños protagonistas, el peor con diferencia.

También me parece relevante comentar que existe lo que se conoce como trastorno negativista desafiante -siglas TND-. La esencia es la misma, salvo que el TND se da en niños más pequeños. Cartman, por ejemplo, ronda los 9-10 años; el TND aparece antes de esta edad.
Breve repaso con el DSM-V delante: el TND tiene también tres categorías -enfado/irritabilidad; discusiones/actitud desafiante; actitud vengativa- dentro de las cuales hay indicadores, igual que en el TC. Debe durar, asimismo, doce meses o más (1).

En lo que concierne a la etiología del TC y del TND, ocurre algo habitual en estos casos, y es que se entrelazan tanto factores biológicos como sociales y psicológicos. Por mencionar unos cuantos de cada grupo (2):
  • Factores biológicos: el propio carácter del niño, o la herencia genética juegan un papel importante.
    • En el caso de Cartman, podemos decir que es un niño muy egoísta, con un punto narcisista, y además gran parte de sus familiares tienen un carácter muy similar...
  • Factores psicológicos: apego inseguro, escasos o pobres mecanismos de defensa y resolución de problemas...
    • Eric Cartman suele responder a todo con mucha agresividad -sobre todo verbal-, e intenta imponer siempre su punto de vista. Obviamente, esto no es para nada sano ni asertivo, viéndose muy claramente que en lo tocante a habilidades sociales anda bastante escaso.
  • Factores sociales: familias o entornos desestructurados son una cosa muy común en estos casos.
    • Si hablamos de la familia de Eric, su madre Liane no es lo que se dice una madre modelo; y a priori tampoco se sabe quién es el padre, aunque luego sí se descubre. En fin, familia desestructurada total.
Es importantísimo tener en cuenta que si un niño sufre TND, tiene más posibilidades de desarrollar un TC en la adolescencia, y un trastorno antisocial en la adultez. También remarco que "tener más posibilidades" no quiere decir que vaya a tener un trastorno de conducta en la adolescencia o un trastorno antisocial en la madurez sí o sí, ¡ojo! Reitero que es sólo que tiene más papeletas que otros niños que no han tenido trastorno negativista desafiante en la infancia.

Si hablamos de la epidemiología del TC, es reseñable exponer que es más frecuente en varones y su prevalencia oscila entre el 1 y el 3'5%. Suele, asimismo, ser comórbido con el TDAH (2), y mucho ojito a los intentos de suicidio, que se estiman en un 24% aproximadamente (3).

Vamos ahora a la última parte del post: el tratamiento del trastorno de conducta. Huelga decir, por supuesto, que dicho tratamiento siempre es combinado: farmacológico y psicológico, no únicamente una cosa o la otra.
En relación a los fármacos, podemos comentar son útiles en este sentido el litio -sobre todo en el caso de la sintomatología explosiva-, y los ISRS son buenos dado que disminuyen la agresividad (4).
Y en lo tocante a la psicoterapia, se ha visto que la terapia familiar o la cognitivo-conductual (TCC), van muy bien. Pero no podemos obviar tampoco la terapia multisistémica (4).

Acabo el post con un vídeo en el que se puede apreciar claramente cómo es Eric Cartman, notándose por tanto estos rasgos de conducta disocial: insulta, se muestra retador y agresivo también físicamente, se enfrenta a la autoridad...



Aclaro, por si quedaba alguna duda, que Cartman es una versión muy exagerada del trastorno de conducta. Estos niños no matan, no hieren gravemente, pero sí que intentan engañar, se fugan de su casa y tienden más a la a agresividad.


Espero que os haya gustado el post, o al menos os haya entretenido al leerlo. Como siempre, podéis aportar más conocimientos o vuestra opinión en los comentarios.
¡Un saludo y gracias por leerme!

Nurse Lecter

Bibliografía consultada:
(1) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013.
(2) de la Peña Olvera F., Palacios Cruz L. Trastornos de la conducta disruptiva en la infancia y la adolescencia: diagnóstico y tratamiento. Salud Mental 2011;34:421-427. Disponible en:
(3) Bella M.E, Fernández R.A., Willington J.M. Intento de suicidio en niños y adolescentes: depresión y trastorno de conducta disocial como patologías más frecuentes. Arch. argent. pediatr. 2010  Abr; 108(2):124-129. Disponible en: http://www.scielo.org.ar/pdf/aap/v108n2/v108n2a06.pdf
(4) de la Peña-Olvera F.R. Tratamiento multisistémico en adolescentes con trastorno disocial. Salud pública Méx, 2003;  45(1):124-131. Disponible en: http://scielo.unam.mx/pdf/spm/v45s1/15453.pdf

miércoles, 3 de junio de 2015

Lectura del mes

¡Buenas tardes a todos!

Como siempre, vamos con el post cultural mensual. Después de varios meses -me suena que desde enero-, vuelvo a la carga en este apartado del blog con un libro.
Se titula "El curioso incidente del perro a medianoche", cuyo autor es Mark Haddon. Fue lanzado en el año 2003.

En esta obra nos acercamos a un chico de quince años llamado Christopher, que vive con su padre en una ciudad inglesa, Swindon. Una noche, el perro de su vecina aparece muerto. Es entonces cuando Christopher se anima a intentar resolver el misterio: ¿Quién ha matado al perro? ¿Y cuál ha sido el móvil?
Esto, que en principio puede parecer un simple y fácil divertimento para un muchacho de quince años, va a suponer para Christopher un gran reto. ¿Por qué? Porque el chico tiene un trastorno generalizado del desarrollo (TGD); más concretamente, síndrome de Asperger. Y si quiere resolver este misterio, va a tener que buscar testigos y, por tanto, relacionarse con la gente para ello.
Pero el hecho de investigar la muerte del perro hará que Christopher descubra otras cosas, más serias e importantes todavía, y que lo confundirán.

En lo que respecta a opinión personal, sólo puedo decir que es un libro que me encanta; me parece una delicia. Y precisamente por eso, se da en mí una reacción paradójica: me gusta tanto que dejo pasar mucho tiempo entre una lectura y otra, para disfrutarlo todas las veces como si fuera la primera.
Además, tiene el aliciente de que el síndrome de Asperger es una patología que me interesa un montón, me llama mucho la atención (de hecho, escribí un post sobre ella. Si no lo has leído y te apetece, puedes hacerlo pinchando aquí). Y más ahora, que al rotar por Infantil he tratado con estos niños y he hecho consultas y terapias con ellos.
Por último, al estar escrito en primera persona, no está redactado como una novela. No estás leyendo la historia de Christopher; estás leyéndolo directamente a él, sin filtros ni moderaciones: conoces lo que le gusta, lo que no, cómo se relaciona y cómo le enseñan a hacerlo... Eso te ayuda a entender muchísimas cosas.

La primera vez que lo leí fue al poco de salir a la venta el libro (o sea, con 13 ó 14 años). Y por entonces -la ignorancia es muy atrevida-, no tenía ni idea de qué le pasaba a Christopher.
La segunda vez fue en la carrera, pero sin haber estudiado aún absolutamente nada de los trastornos generalizados del desarrollo. Aun así, yo intuía que tenía que ser una cosa relativa a eso; "algo tipo autismo", les comenté a mis amigas. Y no iba muy desencaminada.
Me lo he vuelto a leer ahora, con mayor conocimiento de causa, y no os voy a mentir: me da mucha rabia. Me hierve la sangre de ver a lo que se enfrentan estos chicos cada día: a que los traten de pedantes, de inoportunos, de raros; de tontos incluso, por no pillar los chistes ni los dobles sentidos, por ser tan literales.
Pero también me emociona mucho, muchísimo, leer a Christopher. Una vez que te has leído "El curioso incidente del perro a medianoche" y conoces a alguien con síndrome de Asperger, puedes hacerte una mínima idea de lo que se les pasa por la cabeza, de por qué actúan así, de por qué hablan y dicen esas cosas, de lo lógicos que son, de por qué les gusta tenerlo todo previsto. Y sencillamente, todo te cuadra.


De verdad que releer este libro mientras rotas por un servicio con pacientes de este tipo es toda una experiencia.
Se lo recomiendo a todo el mundo, puesto que supone un acercamiento a esta patología, de una manera relativamente amable -si lo leéis, o ya lo habéis hecho, sabréis a qué me refiero cuando digo "relativamente"-.
Por otro lado, Mark Haddon también ha trabajado con personas que presentan este tipo de problemas. Sabe perfectamente de qué va la cosa.

Sin más dilación, me despido esperando que os haya resultado interesante este post. Ojalá os animéis a darle una oportunidad a "El curioso incidente del perro a medianoche".
¡Hasta muy prontito!

Nurse Lecter

domingo, 17 de mayo de 2015

SA

¡Buenas a todos!

Lo siento, pero no he podido escribir posts patológicos hasta ahora, que es cuando me he liberado un poco más de trabajo y responsabilidades varias.

Como sabéis si habéis leído mis últimas entradas, he estado rotando por Infanto-Juvenil. Una de las patologías que más me llama la atención es "propia" de este servicio: el síndrome de Asperger (SA). 
Y es sobre la que quiero hablar hoy.
Fue descubierto por Hans Asperger en 1944; y en un principio, la llamó "psicosis autística". Lo curioso es que, al mismo tiempo y sin saber nada de Hans Asperger, Leo Kanner también vio las características de este síndrome en otros niños (1).
El formato del "post patológico" es el de siempre, de preguntas y respuestas.


1) ¿Qué es?
Bueno... en lo que respecta a los lectores no sanitarios, lo más probable es que os hayan nombrado a Sheldon Cooper como ejemplo típico de Asperger. La verdad es que un Asperger real no difiere mucho de Sheldon, pero vamos a recapitular.
El síndrome de Asperger se encuadraba dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD). Con el DSM-V, esto ha variado un poquillo. Ahora, el síndrome de Asperger entra dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) (2). Y las características principales de estos trastornos son (3):
1.- Deficiencias en la comunicación y en la interacción social.
2.- Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.


2) ¿Cuáles son las causas?
Pues como suele pasar en estos casos, la genética juega un gran papel. También está muy relacionado con el autismo. Y cabe destacar diferencias estructurales, como por ejemplo en la zona frontal y frontotemporal. (1)
No todo es factor intrínseco, sin embargo: puede haber también factores ambientales, que afectan sobre todo en los primeros años de vida.


3) ¿Y sus manifestaciones?
En general, las personas que lo padecen son 100% literales. La ironía y los sarcasmos no los pillan. En casos graves incluso no distinguen las emociones del interlocutor. No saben interpretar matices muy leves entre tristeza, pena, fastidio...(4) Tampoco "tienen filtro", como se suele decir. Lo que ven o piensan sobre el otro -sea bueno malo-, lo dicen, porque no son capaces de pensar que el otro puede sentirse molesto. No lo hacen a posta, no es falta de empatía: es que simplemente no pueden evitarlo.
Son igualmente retraídos, no les gusta mucho relacionarse(5). Entre otras cosas, por lo anteriormente expuesto: por los problemas que experimentan con la interpretación del lenguaje y las emociones. En casos graves, tampoco son dados al contacto físico. Lo justo y necesario; y si hay contacto cero, mejor.

Otra característica de los Asperger es que son "monotemáticos", tienen rigidez mental (6); de hecho, pueden llegar a cansar o a aburrir. Eso sí, como les gusta tantísimo un tema concreto, se vuelven unos entendidos: leen, investigan, preguntan -de hecho, Hans Asperger los llamaba "pequeños profesores", porque pueden llegar a controlar muchísimo-.
Imaginaos por un momento a alguien que le guste... que sé yo... los insectos, por poner un ejemplo. Tú aceptas escucharle un rato, claro. Pero al cabo de ese rato estás ya un poco harto de los bichos, de sus clasificaciones, familias, hábitats, diferencias entre colores, número de patas... Desvías la conversación hacia otra cosa. Y la persona saca, de una manera o de otra, el tema de los insectos a colación otra vez.

Los Asperger también son muy rutinarios, muy "de costumbres" (o "cuadriculados", dirían algunos); no llevan bien los cambios. Además, son muy repetitivos, no admiten variaciones y les gusta hacer las mismas cosas todos los días... varias veces incluso (5). No hay más que ver, por ejemplo, a Sheldon cuando le quitan su sitio del sofá: no está a gusto en ningún otro lugar del salón, y no para hasta que le vuelven a dejar su sitio. Y siempre llama a la puerta de un modo muy característico.

Es muy importante tener en cuenta lo siguiente: la inteligencia de un Asperger es como la de cualquier otra persona. No hay retraso mental (7). Que tengan problemas para relacionarse e interpretar emociones no quiere decir en absoluto que tengan retraso mental (yo he llegado a oír cada barbaridad... en fin, que hablar sin saber es muy fácil).

Y para finalizar esta pregunta, el lenguaje: los Asperger tienen una manera muy singular de hablar. Usan un lenguaje pomposo, muy florido, muy técnico(8). Y vocalizan muy bien (esto en ciertas zonas de España suena raro, ¿a que sí?).


4) ¿Hay escalas, pruebas o tests para detectarlo o cuantificarlo?(8)
Estas pruebas más bien reflejan en qué destaca un Asperger y en qué no. Por ejemplo, se usa la  Escala Vineland de Madurez Social para observar este aspecto. También se usa el WISC-C para ver cómo van en las diferentes áreas que evalúa esta escala (aritmética, memoria, capacidad de asociación, CI, atención...).
Asimismo, podemos mencionar la Escala Autónoma, que se usa en España.
Como dato, señalar que no se empiezan a detectar los síntomas del Asperger hasta los 4 años, más o menos.


5) ¿Hay tratamiento? (1)
Sí, pero sobre todo es psicoeducativo. En cuanto a fármacos, suelen usarse antidepresivos, psicoestimulantes, los antipsicóticos de segunda generación... Aunque también depende de cada caso y de su gravedad.
Los antidepresivos funcionan sobre todo en la parte motora (estereotipias, rituales...); los psicoestimulantes, en la parte del autocontrol; y los antipsicóticos, en la parte que respecta a la agresividad y conducta en general.



Para acabar, sabéis que siempre me gusta comentar anécdotas y dejar vídeos, así que aquí va una de cada. El vídeo corre a cargo del Dr. Cooper, y muestra algunas de las características del síndrome de Asperger antes citadas. Seguro que habéis visto todos los capítulos, pero aun así, creo que es un buen resumen.




En cuanto a la anécdota/dato curioso, algunos personajes famosos que se cree que tiene síndrome de Asperger son, por ejemplo, Tim Burton, Einstein, Newton, Susan Boyle (creo que este caso es el único con diagnóstico real)... La fuente no es fiable en absoluto, pero me ha llamado la atención ver algunos nombres. ¿Qué creéis vosotros?


Aquí la dejo, es del periódico "El confidencial".


Por mi parte, nada más. Espero que os haya gustado el post y hayáis conocido un poco más en qué consiste el síndrome de Asperger.
¡Hasta muy pronto!


Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
(1) Fernández-Jaén, A.; Martín Fernández-Mayoralas, D.; Calleja-Pérez, B.; Muñoz Jareño, N.: "Síndrome de Asperger: diagnóstico y tratamiento". Rev Neurol 2007; 44 (2): 53-55. Disponible en:
(2) Gattelli, F.: "El Síndrome de Asperger y el DSM-V". Página web de Asperger/Autism Network. Disponible en:
http://www.aane.org/asperger_resources/articles/espanol/aspergers_y_dsm5.html

(3) American Psychiatric Association (APA): "Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM)". 5ª edición. EEUU. APA, 2013.

(4) Paula Pérez, I.; Martos Pérez, J.; Llorente Comí, M.: "Alexitimia y síndrome de Asperger". Rev Neurol 2010; 50 (3): 85-90. Disponible en:
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/44832/1/573424.pdf

(5) Caballero, R.; "Comorbilidad y diagnóstico diferencial en el Síndrome de Asperger". Asociación Asperger de Andalucía, 2010. Disponible en:
http://psyncron.com/wp-content/uploads/2011/05/ASPERGERANDALUCIA.pdf#page=40

(6) Figuero Castilla, X.: "El síndrome Asperger: visión desde el Trabajo Social y recursos en la ciudad de Valladolid", 2014. Disponible en:
https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/7146/1/TFG-G%20676.pdf

(7) Rodríguez, F.: "Aspectos explicativos de comorbilidad en los TGD, el síndrome de Asperger y el TDAH: estado de la cuestión". Rev. chil. neuropsicol. 2009; 4 (1): 12-19. Disponible en:
http://www.neurociencia.cl/dinamicos/articulos/851104-rcnp2009v4n1-3.pdf

(8) Ruiz Lázaro, P.M.; Posada de la Paz, M.; Hijano Bandera, F.: "Trastornos del espectro autista. Detección precoz, herramientas de cribado" Rev Pediatr Aten Primaria. 2009; 11 (17): 381-397. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/pdf/pap/v11s17/8_espectro_autista.pdf

miércoles, 6 de mayo de 2015

Quinta rotación: Infanto-Juvenil

¡Hola a todos!

Qué, ¿cómo estáis? A los pequerresis os quedan días, ya podría decirse que horas, para empezar a vivir el sueño. Se pasa muy rápido, así que disfrutadlo y aprovechad, que es una gozada.

Por mi parte, traigo la experiencia de mi quinta rotación, la que supone el ecuador de mi residencia: el Centro de Salud Mental Infanto-Juvenil.




Ya sabía algo de este servicio, porque mi co-R rotaba justo delante de mí. Entre ambas hay una pequeña y sutil diferencia: a ella le encantan los niños. Yo en cambio prefiero tratar con adultos.
Voy a seros franca: me parece muy interesante y muy llamativo el trabajo en Infantil; me gusta, porque haces muchísimas cosas y exploras aspectos de la salud mental muy curiosos, muy "específicos". Pero por otro lado, yo sé que si en el día de mañana me tocara trabajar en Infantil, me daría algo. Voy a ser más amplia: si en el día de mañana tuviera que trabajar con niños (da igual sitio o especialidad), me daría algo.

Y ahora sí, vamos a lo que os interesa: ¿qué se hace en Infantil?
Es una pregunta fácil: se tratan enuresis, encopresis, problemas de alimentación, modificaciones de conducta, se hacen grupos de habilidades sociales, técnicas de relajación... con niños de todas las clases, edades y diagnósticos.
Ahora, lo difícil es concretar. ¿Qué se hace en cada situación? Yo eso no lo tuve claro hasta tres semanas después de haber empezado aquí.
Un poco en líneas generales, Enfermería se encarga de preguntarle cosas como el curso y el colegio en el que estudia, hacerle un genograma, explorar las relaciones con su familia y amigos, recoger antecedentes familiares, y conocer su rutina diaria.
Según el motivo de consulta, se hará una cosa u otra luego. Pero todas las primeras visitas son así.
Cada consulta es distinta. Y cada niño, independientemente de su diagnóstico, un mundo. No hay dos consultas iguales, ni siquiera parecidas. El niño que no es tímido es la mar de salao; el de más allá se pone a llorar porque está nervioso, el otro sonríe y es muy sencillo entrevistarlo...

¿Pero qué es "una cosa u otra"?
Pues si es una enuresis o una encopresis, se le darán pautas para tratarla. Si es por ansiedad, se le enseñará respiración abdominal y luego se cita al niño para darle sesiones de relajación, individuales o grupales. Y si es una modificación de conducta, se le pide al niño que salga fuera y se le dan a los padres una pautas iniciales.
Todas estas situaciones precisan de seguimiento; se cita en X semanas, dependiendo del caso.

He comentado antes que también se hacen grupos de habilidades sociales -otros profesionales llevan otra clase de grupos-. Se divide a los niños en "pequeños", "mayores" y "adolescentes"; cada uno va al grupo que tiene asignado, en su día y hora correspondientes.
Estos grupos en general están muy bien, es como una modificación de conducta que se le hace directamente los niños. Mediante juegos, ejemplos, puestas en común, interacción, etcétera, aprenden cómo resolver conflictos sin recurrir a la violencia, cuándo una cosa es segura o no...
Enfermería también se encarga de los grupos de padres, que son sesiones de modificación de conducta grupales, por definirlo de alguna manera. Este grupo para mí ha supuesto un cambio de paradigma, porque difiere de cómo me criaron a mí de niña; aunque sólo es un poco, es lo justo para ver cómo han cambiado las cosas durante estos años que he crecido.

Pero mi grupo favorito -por irónico que parezca-, es uno que Enfermería no imparte: el de niños con trastorno generalizado del desarrollo o TGD. Dos de sus patologías representativas son muy muy muy famosas: el síndrome de Asperger y el autismo. Y os parecerá extraño, pero con estos peques me llevo de maravilla.
Entré al grupo por pura casualidad: le propuse a la psiquiatra que lo lleva acudir a una sesión para ver cómo funcionaba. Me gustó tantísimo que ella misma me dijo que contaba conmigo para las siguientes sesiones. Y los niños me acogieron muy bien, sin recelos ni rechazo.

Así que aquí estoy: haciendo bastantes cosas sola, entrando a todos los grupos que puedo y aprendiendo muchísimo. Eso es lo bueno de Infantil: que son cosas muy específicas (a un adulto como que no le vas a hacer un seguimiento de enuresis, o una modificación de conducta franca).
A pesar de que los niños no son mi tipo de paciente preferido, estoy aprendiendo a atenderlos con toda la profesionalidad que soy capaz, dándoles lo mejor de mí como enfermera. Y la verdad, no me está resultando muy complicado hacerlo. Creo que es cosa de acostumbrarse a que son unos pacientes con características peculiares.

Y por el momento, no hay nada más relevante que contar de este servicio.
Espero que os haya gustado el post.
¡Intentaré actualizar pronto! ¡Hasta otra!

Nurse Lecter