sábado, 14 de mayo de 2016

Séptima (y última) rotación: UTCA

¡Hola a todos!

Esta entrada es la última que escribo en lo que respecta a rotaciones de la residencia, porque es la que pone el punto y final a la misma.
Para mí resulta algo duro redactarla. Es como tomar conciencia de que sí, de que ya está. De que estos dos años han pasado en un suspiro y además han supuesto una de las mejores etapas de mi vida. He sido muy feliz durante la especialidad. Mucho.
Pero enseguidita viene otra época que será igual de emocionante o incluso más.


En fin, voy a dejarme de sentimentalismos, que no me gustan. Vamos al meollo del asunto.
Actualmente estoy rotando por la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (UTCA). Siendo sincera, me la habían pintado fatal: "es muy aburrida", "Enfermería ahí no hace nada", "qué lata". Y la lindeza más grande: "todas ésas son unas histéricas".
Qué queréis que os diga, me indigné. Lo primero de todo, porque parece que la gente se olvida de que esas personas están enfermas. No han dejado de comer "por la tontería de querer estar delgadas". Hay mucho más en juego, como por ejemplo la autoestima baja, o cosas más serias. Y lo segundo, porque no son maneras de hablar así de nadie -aunque no es mentira que hay un componente de personalidad importante. Pero no es lo mismo eso que "unas histéricas"-. Me da igual que el que lo haya dicho sea profesor, médico, picapedrero, enfermero, mecánico o el Presidente Supremo del Mundo.

Y tras esto, aclaro que estoy encantada de estar rotando aquí. Me parece una pasada, y puntualizo que Enfermería sí hace cosas. Pero claro, es como todo: hace más el que quiere que el que puede. Si tienes ganas puedes trabajar muchas cosas con estos pacientes. Porque pese a la desnutrición con la que a veces ingresan, cognitivamente están mejor que los pacientes de Agudos.

Muy bien. Ahora viene la pregunta crucial: ¿qué se hace en una jornada normal de UTCA?
La mañana comienza con el aseo, y la toma de constantes y peso. Esto último se hace a diario, y los pacientes no saben lo que pesan. Luego, en la terapia semanal específica del peso, es cuando se les informa y se trabaja sobre cómo se sienten en ese aspecto.
Puedes asistir a psicoterapia, y cómo no, pasar tiempo con ellos. Además de preparar y administrar medicación, y revisar y supervisar todas las ingestas y descansos tras las mismas.
Esto es importante. Con la comida se es muy estricto. Tienen un tiempo determinado para comérselo todo y para reposar la comida. Y como no lo cumplan a rajatabla, no se lo coman bien (es decir: trozos adecuados, no comer con las manos, seguir un orden con los platos, sin protestar o poner mala cara, etc), o vomiten/hagan ejercicio, se les da ese combinado de "ingesta+descanso" como no válido.
¿Y qué significa que esa toma no sea válida? Que pierden privilegios.

En UTCA se trabaja con refuerzos. Eso se traduce en lo siguiente: "si tú haces bien las comidas y los descansos se te permiten ciertas cosas". Actos y acciones que para nosotros son habituales -hablar por teléfono, oír música, arreglarse el pelo o las uñas, recibir visitas...-, ellos tienen que ganárselos. Y sobre todo al principio les cuesta. Algún caso ha habido que en su segundo o tercer día tras el ingreso se ha puesto a llorar como una magdalena porque le daba un ataque de ansiedad al ver la bandeja llena. También es verdad que los primeros días se es un poco más permisivo, y se asume que no se van a poder acabar la comida o hacer adecuadamente el reposo.
Conforme van pasando los días la cosa mejora. Se lo comen todo por regla general dentro del tiempo estipulado sin problemas. Y los descansos también los cumplen.
Los baños están cerrados todo el día, y sólo se abren para las duchas y justo antes y después de las comidas.
En la normativa del servicio se contempla que ciertos temas son tabú: en UTCA no puede hablarse del peso, de la moda, de la comida, de las modelos... en fin, de todo lo relacionado con estas patologías. De igual forma no podemos permitir que los pacientes intercambien "trucos" para no comer y derivados. Sobre todo porque hay de todas las edades, y no queremos que "los pequeños" aprendan de "los mayores". ¡Hay que tener mil ojos y mil oídos!
Ahora ya no tanto, pero yo iba con pies de plomo los primeros días. No sabía muy bien de qué podía hablar y de qué no.

Conforme van avanzando en el ingreso y haciendo las cosas bien, los privilegios van aumentando y llega una de las cosas que más ambivalentes les hace sentir: los permisos. Que pueden ir muy bien... o pueden ser catastróficos. Luego vemos por qué.
Se empieza pudiendo salir una hora por los alrededores del hospital, vestidos con ropa de calle. Luego pueden irse más tiempo, o pasar casi toda la tarde fuera (merienda incluida). Después se marchan de permiso fin de semana. Y al final llega un momento en que los permisos son bastante largos y pasan más tiempo fuera que dentro del servicio. Es entonces cuando se plantea el alta si todo va como debe durante dicho permiso.
Esto a priori a los pacientes les encanta, les da la vida. Pero también supone una prueba de fuego. ¿Por qué? Porque ése es el mundo real, el mundo al que se van a enfrentar tras el alta. UTCA es una "burbuja", por decirlo así, donde están protegidas de la gente de fuera. Sí, esa gente que les dice: "¡Ay, pero qué bien estás!", "¡Mírate, que carita tan redonda y qué curvitas tan graciosas!" "¡Esos kilitos que has cogido son justo los que necesitabas!". Muchas veces lo hacen con buena intención, pero se equivocan. Aunque ése es otro tema.
Es por eso por lo que ellos se sienten así y es posible que vuelvan al servicio bastante nerviosos.

En general con lo que son los pacientes no suele haber problemas, salvo casos extremos. "De libro", que se les llama.
Ahora mismo estoy muy a gusto. Y pese a tener un caso grave, nos lo tomamos con filosofía. El resto genial, son pacientes muy cumplidores y adecuados de manera general. Por otra parte, yo también paso mucho tiempo con ellos, les propongo actividades para hacer, temas de los que hablar... Tened en cuenta que son ingresos largos, los permisos no se les dan pronto y las horas allí se arrastran.
Les pregunté a las enfermeras si también ingresan pacientes con bulimia, y la respuesta es afirmativa. Si bien la anorexia y la bulimia son los TCA más conocidos, hay muchos más. Y puede ser que requieran ingreso, ¿por qué no?

Para finalizar, querría recordar a todo el que lea este post que por favor, no se frivolice con el peso. Que la anorexia y la bulimia no son tonterías. Aunque ahora, con lo de los tallajes y la ropa se crea que estar delgada hasta ese extremo es lo que se lleva.
Se pasa mal porque es de esas enfermedades que te destruye sin que te des cuenta. Vas perdiéndolo todo poco a poco, y el riesgo de volver a caer es muy grande. No sé si os sonará el caso de Isabelle Caro, pero en su momento levantó ampollas y es algo a tener en cuenta.

En fin... creo que ya he acabado, que no me dejo nada importante.
Os recomiendo que, si podéis, rotéis por una Unidad como ésta. Os enseñará mucho, no sólo sobre TCA, sino también sobre los propios pacientes que los sufren. Es donde más se les escucha, donde más se les puede ayudar.

¡Muchos besos!

Nurse Lecter

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