domingo, 29 de julio de 2018

¡Esto no es mío!

¡Hola!

¿Qué tal va el mes de julio? ¿Tenéis días de vacaciones o estáis haciendo el verano como yo? En cualquier caso, espero que estéis aprendiendo y disfrutando mucho con el trabajo, y que las veteranas sean comprensivas con vosotros.

Hace unos días hice una encuesta en Twitter sobre el próximo post del blog (o sea, éste). Decidisteis que tocaba hablar de psicopatología friki, así que ahí vamos. Es breve dado que no hay mucha información al respecto, pero es lo que tiene preparar posts sobre psicopatología rara.
Esta enfermedad la conocí gracias a la serie "Chicago Med". Admito que sólo la veo por el psiquiatra, el Dr. Daniel Charles. Es un personaje muy bien construido... y sé que suena a tópico, pero es que es verdad: se nota que es el psiquiatra, ¡jajajajajaja!

Se trata de algo chulísimo y muy poco frecuente: el conocido como desorden de identidad de la integridad corporal -en inglés "Body Integrity Identity Disorder", siglas BIID-. Antes se le llamaba "apotemnofilia" o "xenomelia"; el término actual surgió en 2005 (1).
Consiste en que el sujeto no reconoce como suya una extremidad del cuerpo. Esto le produce una sensación de molestia e incomodidad muy grande, y la persona pide la amputación de ese miembro concreto (2), cuando no se lo amputa por sus medios, ya sea de forma casera o ilegal.
Realmente a la extremidad en cuestión no le pasa nada: no tiene ninguna enfermedad o tara local, ni lesiones de ningún tipo. Se trata de una pierna o un brazo totalmente sanos... pero al paciente esto no le acaba de convencer. Es algo que no es suyo, que está ahí como "pegado" de forma artificial.
Asimismo existen extensiones y variantes de la enfermedad, como el deseo de ser parapléjico. Pero vamos más allá: hay veces en las que una persona desea amputarse algo porque les parece muy erótico y quieren ser igual que el objeto de deseo (3). Podría ser por tanto una parafilia, y los que la padecen se conocen como "wannabees".

Voy a ser sincera: esto en el DSM-V no está, y tampoco en la CIE-10. Sin embargo hay gente que lo considera una variante del síndrome de Munchausen (ahora llamado "trastorno facticio"), debido a que en ocasiones lo que se busca es producir una discapacidad (4). De igual forma no se considera que una persona tenga BIID como tal si se encuadra dentro de un trastorno del espectro psicótico -delirios en los que la extremidad tiene alguna clase de infección, o alucinaciones auditivas que incitan al paciente a amputarse el miembro en cuestión-.
Ya veis que es una entidad muy difícil de encuadrar puesto que no casa completamente con ninguno de los grupos psicopatológicos que aparecen en los manuales diagnósticos.

Tampoco hay datos epidemiológicos fidedignos al respecto, ya que mucha gente que padece xenomelia no lo dice por vergüenza o miedo al estigma (1).

En cuanto al origen del desorden de identidad de la integridad corporal tampoco está claro del todo. Hay varias teorías, pero una que resuena con fuerza es la de una alteración de los circuitos del sistema nervioso central; más concretamente una anomalía en el lóbulo parietal derecho. Sin embargo se ha mirado desde una perspectiva tanto psiquiátrica como neurológica (3).
Por otro lado podemos irnos a la parte psicodinámica del asunto y mencionar que la causa de este problema puede deberse en parte a que la persona que la padece vio de niño a alguien amputado y dicha experiencia impactó en su psique. Busca parecerse a él bien por el propio impacto o bien porque admira su entereza ante la adversidad. En cualquiera de los dos supuestos queda como consecuencia el desorden de identidad de la integridad corporal (4).
Sea como sea parece surgir en la niñez y perdura a lo largo de la vida (1).

Según lo que he encontrado en cuanto a tratamiento, pueden funcionar en parte la terapia conductual y el psicoanálisis. Si bien no desaparece el deseo de querer amputarse algo, sí se reduce bastante por lo visto. Pero realmente y según afirman Smith y Furth no hay ningún tratamiento verdaderamente efectivo para el BIID (5).

Este problema por supuesto implica un dilema ético evidente:
1) No le cortamos a la persona una extremidad sana (principio de no maleficencia)... cosa que puede ser peor porque el sujeto no será feliz, e incluso la larga podría amputársela él mismo con el riesgo que eso conlleva - shock hipovolémico, infecciones e incluso la muerte-.
2) Le cortamos a la persona la extremidad sana (principio de autonomía), y así el paciente será feliz y vivirá en paz.
También es muy interesante en este sentido el hecho de que los sujetos están mental,ente sanos la mayoría de las veces y aunque quieren que se les ampute algo, en caso de hacerlo saben que van a tener que vivir el resto de su vida así, sin un brazo o pierna. Lo saben... y lo aceptan y asumen. Y no se arrepienten una vez hecha la cirugía en caso de realizarse. De hecho es más bien al revés: están encantados.
¿Qué haríais vosotros?

Como veis, se trata de un trastorno muy llamativo y que toca varios palos: sexualidad, neurología, identidad corporal, ética, subconsciente... es muy completo. ¿Lo conocíais?

Por mi parte, entrada finalizada. Estoy abierta a recibir ideas, opiniones, más información... ¡lo que queráis! Y si encontrara más información sobre el tema, no dudéis de que actualizaría este post.
De igual forma espero que os haya gustado, ¡volvemos a leernos pronto!

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
1) García Guindo V., Iglesias Oronoz N. Orientaciones diagnósticas y tratamiento del Trastorno de la Identidad de la Integridad Corporal: Revisión bibliográfica [Trabajo Fin de Grado]. Sant Cugat del Vallès. Escola Universitària d’Infermeria Gimbernat: 2016. Disponible en:
2) Blom R.M., Hennekam RC, Denys D. Body integrity identity disorder. PLoS One [Internet]. 2012;7(4): 34702. Disponible en:
3) Brugger P., Lenggenhager B., Giummarra M.J. Xenomelia: a social neuroscience view of altered bodily self-consciousness. Frontiers in Psychology. 2013, 4. Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3634160/pdf/fpsyg-04-00204.pdf
4) Mora, C. Wannabees (personas que desean ser amputadas). Evaluación neuropsicológica con el WAIS-III. Interamerican Journal of Psychology [Internet]. 2017;51(2):239-523.
Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/284/28454546009.pdf
5) Mora, C. Devotees, wannabees y pretenders: parafilias vinculadas a la discapacidad. Interamerican Journal of Psychology [Internet]. 2016;50(3):359-370. 
Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/284/28450492004.pdf