miércoles, 20 de enero de 2016

Patología del mes. Ideas fijas.

¡Buenas noches!

Tras un tiempo con los post directamente patológicos abandonados (¡¡perdonadmeeeeeeeeee!!), volvemos a la carga con ellos.
Patología ambulatoria, mi preferida sin duda.

Hoy toca el Trastorno Obsesivo Compulsivo, el famoso TOC.
Mucha gente que no sabe de salud mental cree que este problema es "una tontería", "se le pasará pronto", "¿pero tú ves normal ponerte así por esa chorrada?", "¿no ves lo ridículo que resulta que hagas *inserte conducta compulsiva llamativa*?", "estás paranoico ya...". No, señores, no es una tontería y los pacientes lo pasan muy mal. Ahora ahondaremos en el por qué.

Formato pregunta-respuesta, que comprende los siguientes puntos:

1) ¿Qué es? (1)
Como siempre, recurrimos al DSM-V para que nos saque de dudas. Según este liviano libro, el TOC consta de obsesiones, compulsiones o ambas cosas. ¿Y qué es cada una de ellas?
  - Obsesiones: son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos fijos e involuntarios, que generan una ansiedad enorme. Y cuando digo "enorme" creo que me quedo corta. El paciente, por otra parte, intenta eliminarlas. ¿Cómo? Con la compulsiones, que ahora mismo explico.
  - Compulsiones: son actos o conductas cuyo fin es el de evitar o eliminar la ansiedad que crea la obsesión, o incluso evitar el hipotético mal aparejado a la misma.

Además, la obsesión o la compulsión ocupan mucho tiempo del día, llegando a incapacitar bastante. ¡Y ojo! El paciente puede ser consciente o no de que las ideas o las conductas no tienen una base lógica.
El ejemplo tipo, el que todos tenemos en mente, es de la contaminación. Claro, es el más conocido. Una persona se obsesiona con los microbios que hay en todas las superficies, y pasa más tiempo en el baño lavándose las manos que haciendo su vida normal. Está reflejado en libros, películas... en mil sitios.

Recalco: puede haber TOC sin compulsión. En este caso el paciente tiene una ansiedad que se muere, tremenda, porque no canaliza la idea con una conducta; se la queda toda para él.


2) ¿Cuál es la causa? (2)
En principio no parece haber una concreta, pero se barajan muchas opciones: genética, entorno, problemas en la infancia... Incluso desencadenantes ya en la edad adulta, que no tienen por qué ser enfermedades. Por ejemplo, problemas sentimentales.
Lo que sí se sabe es que suele empezar de forma gradual; no hay una idea que irrumpa por primera vez de un día para otro.


3) ¿Cómo se distribuye?
En cuanto a su prevalencia, ronda el 2% (3). Suele empezar en la adolescencia tardía; y a partir de los 30-35 años normalmente ya no surge. La distribución por sexos es más o menos igual, pero en el caso de las mujeres se ven más ataques de pánico asociados (4).


4) ¿Qué experimenta el paciente?
Lo primero es la idea obsesiva. Viene sola, sin que nadie le dé permiso, y agobia sobremanera al paciente. En el caso de la obsesión con la contaminación, el individuo no toca un objeto contaminado por miedo, ni siquiera permite que roce su cuerpo. Poco a poco la idea va "tomando copero", como decimos por mi tierra. Y va a más, a más y a más, llegando a la ansiedad -y a toda su sintomatología física, psicológica y conductual-. El sujeto se pone muy nervioso y acaba concluyendo con la compulsión: "Estoy contaminado, tengo que lavarme". Y allá que va al aseo a lavarse las manos, que incluso se las puede despellejar de todas las veces que lo hace al cabo del día.

Luego ocurre una cosa curiosa: cuando ya ha pasado la situación amenazante, el propio paciente puede hacer crítica de la obsesión y la compulsión -"si yo sé que esto no tiene sentido..."-. En un sitio seguro, el paciente se arma de valor y dice que la próxima vez se enfrentará al factor obsesivo y lo superará.
Llega ese momento y el paciente va muy dispuesto... pero al final aparece la ansiedad, la cual sube, sube, y sube... y el sujeto se rinde a la compulsión, como todas las otras veces.
Frustra, claro que frustra. El primero en sentirse mal es él, pero le resulta inevitable.


5) ¿Cómo es el tratamiento?
Hay dos vertientes: la psicológica y la farmacológica.
La segunda se centra sobre todo en los antidepresivos conocidos como Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS): fluoxetina, sertralina, citalopram, escitalopram... Este tratamiento debe mantenerse como mínimo 1 año (3). Mención especial a la clomipramina, que se ha visto que es muy buena. Además, si se abandona las recaídas son más frecuentes y peores. (6)
Por otro lado, en cuanto a la psicología se usa comúnmente la terapia de exposición con prevención de respuesta (5). Suena así como muy bonito, pero es muy radical ya que consiste en exponer al paciente a lo que le provoca la obsesión o la compulsión -por ejemplo, tocar un material, si seguimos con el ejemplo de la contaminación-. Obviamente se hace de forma paulatina. Ya veis que se parece mucho al tratamiento de las fobias.
El problema de esta terapia de exposición es que hay muchos rechazos y faltas de asistencia ("para pasar un mal rato no estoy yo", suelen pensar los pacientes).
Tampoco es desdeñable la Terapia de Aceptación y Compromiso, relativamente nueva.

Dejo aquí para ilustrar un poquito el post una escena de "Cuando menos te lo esperas". Ya la posteé precisamente por esta patología. Y la verdad que lo refleja perfectamente.





Y poco más, hasta aquí el TOC.
Espero que os haya gustado y os hayáis familiarizado un poco más con él. Y recordad: desde fuera puede dar una impresión equivocada ("menudo neuras"... "qué tío, siempre está igual..."); pero realmente es una cosa seria. Bastante seria. Puede inahbilitar mucho y aislar a la persona. Recordadlo.

Con esto me despido. ¡Saludos y sed buenos! ;)

Nurse Lecter


Bibliografía consultada:
(1) American Psychiatric Association (APA): "Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM)". 5ª edición. EEUU. APA, 2013.


(2) Montaño González C.A.: Sobre la heterogeneidad del TOC. El Trastorno de Ansiedad del siglo XXI. Trabajo Final de Grado,  Facultad de Psicología, 2015. Universidad de la República (Uruguay). Disponible en
http://sifp1.psico.edu.uy/sites/default/files/Trabajos%20finales/%20Archivos/montano.pdf

(3) Brakoulias V. Managing obsessive compulsive disorder. Australian Prescriber. 2015;38(4):121-123. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4653979/

(4) Organización Mundial de la Salud: "Tratamiento farmacológico de los trastornos mentales en la Atención Primaria de Salud", 2009. Página 43. Disponible en: 
http://www.who.int/mental_health/management/psychotropic_book_spanish.pdf?ua=1

(5) León Quismondo L., Lahera G., López Ríos F.: Terapia de aceptación y compromiso en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. 2014, 34, (124): 725-740. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v34n124/original05.pdf

(6) Rosa Alcázar, A.I., Iniesta-Sepúlveda M., Rosa-Alcázar Á.: Los tratamientos farmacológicos en el Trastorno Obsesivo-Compulsivo en niños y adolescentes: Una revisión cualitativa. Actas Esp Psiquiatr 2013;41(3):196-203. Disponible en:
http://actaspsiquiatria.es/repositorio/15/83/ESP/15-83-ESP-196-203-487448.pdf

jueves, 7 de enero de 2016

Lectura del mes

¡Hellooooooooooooo my friends!

¿Vamos bien? ¡Espero que sí!
¿Cómo se han portado los Reyes? Bien seguro, si habéis estudiado mucho y trabajado duro es lo que cabe esperar. Y si no, siempre quedan las rebajas.

Bueno... creo que últimamente en los posts culturales le estoy dando más propaganda a las películas que a los libros. Eso es porque conozco más de las primeras que de los segundos -para matarme, vaya-.

Peeeeeeeeeeeeeeero... hoy vengo con papel y tinta, ¡sí!
No sé si os acordaréis de mi primera "entrada cultural", allá por abril o mayo de 2014 (madre mía cómo pasa el tiempo, por Dios). Estuvo patrocinada por Edgar Allan Poe, y a él vuelvo de nuevo.
Os recuerdo de paso que es mi escritor preferido y, como he sabido hace poco, que padeció trastorno bipolar. 



Es curioso, desde que conocí su obra con sólo 8 años y empecé a investigar sobre su vida -eso ya fue a los 15 ó 16-, pensaba que lo suyo era más de adicciones y tendencias depresivas/suicidas. Hace unas semanas me sorprendió mucho que fuera bipolar, porque no había leído de él nada que mencionase el trastorno en sí ni sus posibles fases maníacas o hipomaníacas. Por eso deduzco que su trastorno bipolar sería de tipo II.
Al margen de todo esto, muchas de sus historias y cuentos giran en torno a la salud mental, de una manera o de otra. El protagonista siempre tiene algún problema "de los nervios", en algunos casos hay alcoholismo y cosas por el estilo. Y siempre hay alguien perjudicado, que no tiene por qué ser el protagonista.

En fin, que me lío.
El relato de hoy es mi favorito sin ninguna duda. Es poco conocido, pero se trata de una verdadera joya. Un diamante en bruto porque además fue de los primeros que escribió -marzo de 1835-. Se titula "Berenice", y en su momento fue un escándalo.

Si queréis leerlo podéis hacerlo clickando aquí.

De todas formas también os dejo el argumento por encima.
El protagonista de la historia, Egaeus, vive desde siempre en la mansión familiar con su prima, Berenice. Ambos son la noche y el día: él es melancólico, nervioso, obsesivo e intelectual. Ella es más movida, alegre y superficial.
Entre unas cosas y otras, pasa el tiempo y ambos se disponen a casarse -cuanto más primo...-. Pero hay un pequeño problema: Berenice tiene una enfermedad rarísima por la cual tiene accesos de catalepsia y parece que ha muerto. Al mismo tiempo, Egaeus posee otra característica peculiar: una monomanía u obsesión.
Ya va asomando en el cuento la salud mental, ¿verdad?
Él os puede describir su patología mejor que yo:

"[...] consistía en una irritabilidad morbosa de esas propiedades de la mente que la ciencia psicológica designa con la palabra atención.[...]
Reflexionar largas horas, infatigable, con la atención clavada en alguna nota trivial, al margen de un libro o en su tipografía; pasar la mayor parte de un día de verano absorto en una sombra extraña que caía oblicuamente sobre el tapiz o sobre la puerta; perderme durante toda una noche en la observación de la tranquila llama de una lámpara o los rescoldos del fuego; soñar días enteros con el perfume de una flor; repetir monótonamente alguna palabra común hasta que el sonido, por obra de la frecuente repetición, dejaba de suscitar idea alguna en la mente; perder todo sentido de movimiento o de existencia física gracias a una absoluta y obstinada quietud, largo tiempo prolongada; [...]."

Esto, aunque en un principio no lo parezca, está muy relacionado con la catalepsia que sufre Berenice. Pero no puedo explicaros más porque si no os destripo el cuento.

En lo que respecta a mi opinión personal puedo deciros que este relato me impresionó literalmente. Me dejó perpleja. Si bien no fue el primero que leí -ese honor lo tiene "El gato negro"-, es de todas las historias de Poe la que más me ha marcado. Y creo que es porque no se trata de un terror fantasmal, sino humano... y que además proviene de la mente. En "Berenice" no aparecen espectros ni por equivocación. Además el ritmo es muy vertiginoso. De hecho yo me lo leí de un tirón en una noche de insomnio; lo recuerdo como si fuera ayer.
Lo he leído tantísimas veces que prácticamente me lo sé de memoria, y hace ya casi una década que lo hice por primera vez (desde aquí le doy las eternas gracias a mi profesora de Lengua de 3º de la ESO por ponernos la edición en la que aparece este relato como lectura trimestral optativa).
Luego han venido más cuentos, más ediciones -uno de mis mayores orgullos en lo que a libros se refiere es la colección de "Cuentos completos" de este monstruo de la literatura-, más sensaciones y más experiencias que han tenido las historias de Poe como telón de fondo. Pero como "Berenice", ninguno. Jamás.

Os recomiendo encarecidamente que si podéis lo leáis. Más si os gusta la salud mental.

Para terminar, os dejo una entrevista que Andreu Buenafuente le hizo a Poe. No me responsabilizo de las posibles asfixias por carcajada y posterior atragantamiento con vuestra propia saliva.



¡Nos leemos a la mayor brevedad posible! ¡ÁNIMO QUE YA NO QUEDA NADA PARA EL _IR!

Nurse Lecter