miércoles, 24 de septiembre de 2014

Lectura del mes

¡Hola a todos de nuevo!

Ya sabéis que cada mes toca "post cultural".
En esta ocasión os presento un libro de una figura vital en el campo de la Psiquiatría: Sigmund Freud, también conocido como "el padre del psicoanálisis".
Seguro que todos conocéis a este señor. ¡Que levante la mano el opositor EIR/MIR/PIR que no ha tenido que estudiarse sus etapas del desarrollo psicosexual para el examen! (Y que levante la mano también el que al oírlas por primera vez no se inmutó ni pensó ciertas cosas de Sigmund...)



Con respecto a la obra, se trata de "La interpretación de los sueños", escrita en 1889 aunque fechada en 1900. Actualmente la estoy terminando de leer. (La encontré) Vino a mí en un mercadillo de libros de segunda mano sin pretenderlo, y no dudé en comprarla.

Se divide en varios capítulos, entre los que podemos destacar el estudio del "material y fuentes de los sueños", "la elaboración onírica" o "la psicología de los procesos oníricos". En cuanto leí el índice supe que me iba a resultar un libro interesante, como así está siendo.
El capítulo relativo al "material y fuente de los sueños" es el que me atrae más, dado que Freud expone aquí sueños típicos, el de la muerte de seres queridos, o el "sueño de examen" (ése que yo experimenté alguna vez que otra el año pasado mientras estudiaba el EIR y que me hacía despertarme angustiada creyendo que no iba a sacar plaza; ¡espero que a vosotros no os haya pasado u os pase!).

En este libro el autor aborda varios temas:
-Habla por primera vez del concepto "Yo".
-Empieza a vislumbrarse aquí el conocido "complejo de Edipo", que aparece en la fase fálica del desarrollo psicosexual que él mismo describió.
-Teniendo en cuenta que Freud es famoso por el peso que le otorgaba al plano sexual, "La interpretación de los sueños" no iba a ser menos: también se toca este aspecto en la obra.
-Le da una gran importancia al subconsciente en los sueños, indicando que se manifiesta o expresa cuando soñamos, dado que el preconsciente en esos momentos ha "bajado la guardia", por decirlo así.

Por otro lado "La interpretación de los sueños" está salpicada precisamente de eso: de ejemplos de sueños, tanto del propio Sigmund Freud como de pacientes y conocidos suyos. Primero los expone y luego los analiza -aun así, hay todo un capítulo dedicado a dicho análisis-.


En cuanto a mi opinión personal, creo que es una obra muy interesante, sí. Pero también considero que hubiese disfrutado más si la hubiera comenzado teniendo más conocimientos relacionados con la psicología y la psiquiatría; por ejemplo, cuando hubiera empezado de nuevo y más en profundidad las clases de la residencia. Tendría la posibilidad de haberme formado una idea menos abstracta quizás. Seguramente lo relea teniendo esos conocimientos, y estoy segura de que entonces lo veré con otros ojos.
En todo caso, repito que es un libro interesante y además el más famoso de Freud. Si realmente el tema de los sueños os gusta, no perdáis la oportunidad de, al menos, echarle un ojo.

Por mi parte, nada más. ¡Nos vemos en el próximo post!

Nurse Lecter

lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Amor medicalizado?

¡Hola!
Este post es una opinión personal, nada más. ¡Aquí va!


El otro día, mientras iba paseando por la calle, escuché la conversación de dos chicas treintañeras. Estaban hablando de sus respectivos noviazgos. Nada fuera de lo normal, de no ser porque me llamó la atención lo que dijo una de ellas:

-Cuando tuve aquella ruptura estuve en tratamiento con antidepresivos y ansiolíticos...
-Ya, ya. Si a mí me pasó lo mismo cuando lo mío se terminó- le contestó la otra muy convencida.


Al margen de que las pobres muchachas no hayan tenido suerte en el amor (por lo que se ve), yo me puse a darle vueltas al hecho de que no son las primeras personas a las que les escucho algo similar. Y sinceramente, me preocupa un poco oírlo cada vez más a pie de calle.

No sé... yo también he sufrido algún que otro chasco sentimental, y no he tenido la necesidad de usar medicación o ir a la consulta de un psicólogo o un psiquiatra -ni me lo ha recomendado nadie, ni he querido yo-. Y os aseguro que no, que la edad no tiene nada que ver: puedes pasarlo mal con esto tengas la edad que tengas. Al fin y al cabo, un chasco es un chasco.
Pero lo superé con ayuda de mis amigos, que creo que son más eficaces que cualquier medicamento. Los primeros días no estaba ni para nada ni para nadie: no quería salir de casa, estaba bastante triste, sólo hacía "cama-sillón"... Pero ellos me llamaban, me sacaban a la calle día sí y día también, me escucharon y me dejaron desahogarme, me dieron ánimos, estuvieron conmigo todo el tiempo que necesité... y así en unas pocas semanas me repuse. Además, pasé religiosamente las cinco etapas del duelo establecidas por nuestra querida Kübler-Ross (si no las conoces, pincha aquí), ¡y lista!
A partir de ese momento fui como un ave fénix y además me sirvió para reforzar lazos con mis amigos.

Esta mujer no se está medicando para superarlo, pero la solución a su duelo es poco ortodoxa.


Me hago cargo de que cada persona es distinta, y de que unos soportan este tipo de duelos mejor que otros. Puedo entender también que a veces una persona le recomiende a otra que busque ayuda profesional para esto "porque a mí me vino muy bien y quizás a ti también te ayude". Pero mi reflexión personal es que estamos medicalizando los sentimientos. Si a alguien lo deja su pareja, a medicarse. Si un ser querido fallece y el duelo se alarga más de lo (pre)establecido, a medicarse. Y así un sinfín de ejemplos más. Y no siempre es necesario tomar fármacos de esta clase.
De hecho, creo que esto no debería ser así. Cada persona tiene su propio proceso de duelo, y éste a su vez tiene una duración diferente. A lo mejor alguien tarda en superar una ruptura sentimental tres semanas, mientras que otro la resuelve en cinco meses y el de más allá en un año y medio. Las etapas de Kübler-Ross no son secuenciales -no todo el mundo las sigue en orden, ni las tiene por qué pasar sólo una vez-, por ejemplo. ¿Se considera por ello que esa persona no tiene un duelo normal? O más interesante aún: ¿le aconsejamos que se trate para evitar situaciones que nos resultan desagradables o violentas (por ejemplo, que se nos ponga a llorar y no sepamos qué hacer)?

Vale, quizás esto último es rizar el rizo y ser malpensada, pero ya se sabe... "Piensa mal y acertarás".


En fin, la esencia de todo esto puedo resumirla en dos puntos:
1) Creo que estamos sacando de tiesto estas situaciones, por otra parte normales. ¿Quién no conoce a personas a las que ha dejado una pareja? ¿A quién no se le ha muerto un ser querido? Al final lo han superado, ¿a que sí? Y muchas veces sin medicación, ¿verdad? 
2) Considero que actualmente la sociedad tiene a ocultar el dolor y el sufrimiento de cualquier tipo. No sólo el psicológico, sino también el físico. Porque ¿no habéis oído alguna vez "una larga y penosa enfermedad" en vez de "cáncer" en los medios de comunicación? Pues eso.


Espero no haber ofendido a nadie con este post; el que tiene boca -y ahora cada vez más, dedos y teclado-, se equivoca. Sólo es una humilde opinión y no pretendo ni sentar cátedra ni hacer cambiar a nadie su punto de vista. Únicamente quería exponer lo que pensaba sobre esto.
Sin más dilación, me despido hasta otra.

Nurse Lecter

sábado, 6 de septiembre de 2014

Lithium

¡Hola!

En un principio pensaba hacer una nueva entrada relacionada con la patología diferente a ésta. Pero en el último momento he cambiado de idea porque considero que es más importante lo que explico aquí.
Tiene que ver con el litio. Hagamos un breve repaso antes de ponernos en situación:


1) ¿Qué es el litio?
Se trata de un metal alcalino, de símbolo químico Li. Se localiza en el grupo IA de la tabla periódica (para hacerlo más fácil: columna 1, fila 2 de la tabla) y su número atómico es 3. Como curiosidad, es el metal que posee un peso más ligero.

2) ¿Cuáles son los niveles normales de litio en sangre?
El litio en sangre se encuentra a niveles puramente testimoniales, ya que se considera un oligoelemento, también llamados "elementos traza" o "elementos vestigiales".

Estos niveles son: [0'8-1'2] mEq/L

Como veis, este rango es bastante estrecho.

3) ¿Para qué sirve? ¿En qué enfermedades se usa? 
Este metal alcalino inhibe una proteinkinasa llamada glucógeno sintasa kinasa 3 (más conocida y abreviada como GSK-3), la cual ayuda en la transmisión de señales intracelulares. ¿Cómo lo hace? Fosforilando proteínas.(1)
Ahora bien, llega el momento que todos esperábamos: empieza a ponerse interesante la cosa.
El litio se utiliza en forma de carbonato, y casi siempre en enfermedades psiquiátricas. De éstas, las más importantes son la fase maníaca del trastorno bipolar o la depresión (2). Es por ello un estabilizador del ánimo o eutimizante.
Es importante decir que al tener el litio un rango terapéutico estrecho, se debe controlar estrictamente la litemia. Normalmente los pacientes que están en tto con este elemento se hacen analíticas sanguíneas cada tres meses como máximo. Y aun así, muchas veces su litemia sube en pocos días; nunca puedes estar 100% seguro de los niveles adecuados.


Hasta aquí el recordatorio-resumen. A continuación, paso a contar lo que ocurrió en la guardia:
Teníamos a un paciente descompensado de un trastorno bipolar. Yo llevaba desde las ocho de la mañana en la planta y había podido vigilar su evolución durante todo el turno; dentro de su estado, se hallaba perfectamente a nivel "orgánico" así que no había problema en ese sentido.
Bueno, todo perfecto hasta que de repente, a eso de las cuatro de la tarde, nos avisa de que tiene "porquería". Vamos a asearlo y hasta ahí todo normal. Pero cuando vemos que es una diarrea importante, que no cesa por más que esperemos, y que además se ha desorientado totalmente en muy poco tiempo, la enfermera que entró a las tres (a la que le tocaba otra parte de la planta, que no había llevado a ese señor en ningún turno y que, por tanto, no sabía nada de él en lo que a enfermedad se refiere), lanzó la pregunta clave: "¿Está en tratamiento con litio?". Ante la respuesta afirmativa de la otra compañera, deciden pedirle por favor al psiquiatra de guardia una litemia urgente. Por pura especulación, la enfermera comentó que probablemente no la tendría demasiado lejos del 1'2 mEq/L máximo; ella calculaba un valor de 1'40-1'50 mEq/L aproximadamente
Cuando llega la analítica, me llama a mí y me la enseña. El litio estaba en 1'6 mEq/L. Yo personalmente aluciné, porque estuvo muy cerca de clavar la cifra y además no se fue por las ramas: directamente achacó la diarrea a una hiperlitemia. Luego me dijo que no me preocupase por no haberlo sospechado, que ella lo sabe por experiencia dado que lleva trabajando mucho tiempo.

Normalmente el gran problema del litio radica en los riñones. ¿Por qué? Por varias cosas:
-Se elimina por vía renal.
-Compite con el sodio porque los dos son cationes o aniones positivos; ambos "quieren" ocupar los mismos receptores. Con lo cual, si queremos eliminar el litio, debe haber más sodio que litio, para que el primero ocupe todos los receptores. Si es al revés -o sea, hay más litio que sodio-, éste se quedará y el sodio se eliminará. Así que hay que tener mucho cuidado si el paciente en cuestión presenta insuficiencia renal o hiponatremia. En este caso debería reducirse la dosis de litio.
-Además es importante tener en cuenta que si los desechos no se eliminan siguen circulando por sangre, con todos los efectos que eso conlleva.
-Se acumula en los túbulos colectores cuando el sodio ha ocupado todos los receptores, debido a la acuaporina-2. Esta acumulación lleva a la toxicidad renal. (3)


En cuanto a los efectos secundarios del litio, los más comunes son los gastrointestinales (la diarrea, como en este caso, así como náuseas o vómitos), seguidos de cerca por la somnolencia, la pérdida de memoria...
Si el tratamiento es crónico, son frecuentes la diabetes insípida, el hipotiroidismo, el bocio...
Y en lo que a la intoxicación se refiere, efectos gastrointestinales, desorientación, convulsiones o el coma son los más reseñables.

Para terminar, un poco de música, dado que este entrada ha sido bastante extensa. Me hago cargo de que es posible que muchos estéis desesperados a estas alturas, o hayáis parado de leer al ver lo largo que me ha salido este post.
Por favor, reitero que si veis que algún dato no es del todo correcto o queréis hacer vuestra aportación, ¡adelante!
Como siempre, muchas gracias por leerme una vez más, y nos vemos en la próxima entrada.


Nurse Lecter


Bibliografía consultada para la realización de este post:
(1): Pérez-Martínez, D.A.: "El papel del litio en las enfermedades neurodegenerativas: nuevos registros para viejos actores". Neurología 2009;24(3):143­146. Podéis leer el artículo completo en este link:

(2) Baldessarini, R. J.; Tondo, L.: "Lithium in Psychiatry". Rev Neuropsiquiatr 76 (4), 2013.189-203. Artículo completo aquí, en inglés:

(3) Kumarguru, B. N.; Natarajan, M.; Nagarajappa, A.H.: "The pathology of lithium induced nephropathy: a case report and review, with emphasis on de demonstration of mast cells"J Clin Diagn Res. Feb 2013; 7(2): 374–377. Si os interesa, lo encontraréis aquí:


martes, 2 de septiembre de 2014

Puesta al día

¡Hola a todos de nuevo!

¿Cómo ha ido vuestro verano? Yo no puedo quejarme del mío, aunque las vacaciones se han hecho cortas...

El post de hoy es una actu tan rápida como Flash Gordon en sus mejores momentos, ¡jajajaja! Sólo es para que el lector/a sepa que sigo viva, que he superado la depresión post-vacacional -al menos de momento...-, que he comenzado un nuevo rotatorio (sobre el cual hablaré más adelante, cuando ya me haya "hecho" con él), y que he comenzado con el temido proyecto de investigación. Sí, ése que tanto miedo nos da a los residentes de cualquier especialidad. A ver si sobrevivo, aunque no creo que sea peor que el EIR, ¡jaja!

Me despido no sin antes recordarles a los opositores EIR que estáis un mes más cerca de conseguir vuestro sueño, esa ansiada placita. No lo dejéis justo ahora -para mí septiembre fue un mes particularmente crítico-, ¡os queda nada para acabar!
El tiempo pasa más rápido incluso de lo que pensáis. Ya veréis cómo para cuando queráis daros cuenta será 31 de enero por la noche y estaréis de fiesta (seguro que no puede compararse siquiera con la Nochevieja más épica de vuestra vida, ¡jaaaaajajajaja!), celebrando que el examen os ha salido a pedir de boca.
Éste es el momento exacto de tener las cosas más claras que nunca. Y no, no me refiero precisamente al temario. Es el ecuador de todo el tiempo que le estáis dedicando y es importante que estéis concienciados de que la mitad del esfuerzo ya está hecho. Queda terminantemente prohibido echarse atrás ahora.
¡Muchísimo ánimo a todos!

Nos leemos en el próximo post.

Nurse Lecter