Hace unos días caí en la cuenta de que la patología que os presento hoy no es del todo conocida y a veces lleva a error. Por eso quiero que, al menos, conozcáis el nombre y sus rasgos generales. A mucha gente que no está familiarizada con la salud mental le suena a chino. ¡Así que eso lo vamos a apañar en un vuelo!
Se trata del trastorno esquizoafectivo o TEA.
No creáis que he localizado mucha bibliografía -y eso que he intentado redefinir los términos de búsqueda mil veces...-. Lo justo para poder explicar con fundamento en qué consiste.
No creáis que he localizado mucha bibliografía -y eso que he intentado redefinir los términos de búsqueda mil veces...-. Lo justo para poder explicar con fundamento en qué consiste.
1) ¿Qué es exactamente?
Bien... el TEA pertenece al espectro de los trastornos psicóticos (catalogados en el DSM-V del F20 al F29). A priori puede sonar un poco raro, porque en él aparecen juntos el criterio A para la esquizofrenia -sintomatología positiva y/o negativa típica de esta enfermedad- y un episodio maníaco o depresivo mayor. (1)
Por ello os puede ser más fácil recordar en qué consiste si recordáis que:
- Esquizo(frenia).
- Afectivo(alteración anímica importante).
Hay más criterios, como por ejemplo síntomatología positiva en ausencia de alteraciones afectivas; o que los síntomas afectivos sean imperantes la mayor parte del curso de la enfermedad, sin importar que sea una etapa descompensada o residual(1).
Además es crucial diferenciar si el TEA en cuestión es de tipo bipolar -episodio maníaco y episodios depresivos- o es de tipo depresivo solamente. Éste último es el más común (2).
Todos sabemos que algunos de los síntomas negativos de la esquizofrenia son, por ejemplo abulia, apatía, afectividad escasa, funcionamiento disminuido en general... ¿cómo se diferencia esto de los síntomas depresivos? A veces eso te hace dudar, sobre todo si tienes poca experiencia.
2) ¿Cuáles son las causas?
Como es habitual, la genética tiene un gran peso en esta enfermedad, igual que los neurotransmisores (2). No he encontrado nada relativo a otros factores externos como consumo de tóxicos o problemas de infancia relacionados con el entorno inmediato.
2) ¿Cuáles son las causas?
Como es habitual, la genética tiene un gran peso en esta enfermedad, igual que los neurotransmisores (2). No he encontrado nada relativo a otros factores externos como consumo de tóxicos o problemas de infancia relacionados con el entorno inmediato.
3) ¿Y la epidemiología del TEA?
Es más frecuente en mujeres; y en lo que respecta a la edad de aparición, suele ser rondando la veintena (2). De igual forma su esperanza de vida es menor, en parte porque aumenta también el riesgo de patología orgánica (4). Por no hablar de las recaídas, cuyo porcentaje suele ser alto (5).
Es reseñable asimismo el consumo de sustancias en lo que respecta a la comorbilidad (2).
Es reseñable asimismo el consumo de sustancias en lo que respecta a la comorbilidad (2).
4) ¿Qué hacer en estos casos?
Es esencial recordar que si bien presenta síntomas pertenecientes a entidades distintas -psicótica vs afectiva-, no podemos dejar de lado una y centrarnos más en la otra. Por ejemplo, en el caso del TEA depresivo mucho ojito al riesgo suicida. Y en los episodios maníacos o psicóticos, lo mismo: vigilar conductas de riesgo (sexual, auto/heteroagresivo, de índole económica...).
Se ha de trabajar muy bien la adherencia al tratamiento en estos pacientes, sobre todo en la etapa maníaca. No es raro que cuando ingresan tras una descompensación te digan que "me he dejado las pastillas porque yo estoy bien".
Como curiosidad, decir que los pacientes con TEA están un poquito mejor que los que padecen esquizofrenia, por ejemplo: tienen un mejor contacto, y si bien la sintomatología psicótica aquí puede resaltar más, tienen un mejor funcionamiento y evolución (5).
5) ¿Qué tratamiento puede usarse?
Se ha visto que los antipsicóticos de nueva generación (olanzapina, risperidona, quetiapina...), van bien. Lo que causan en estos pacientes es una estabilización anímica, haya o no síntomas psicóticos (6). Puede ser además tanto como monoterapia como en combinación con otros fármacos.
Al margen, claro está de psicoterapia si se precisa, y seguimiento estrecho por parte de los profesionales de Salud Mental.
Espero con esto haber dado a conocer el trastorno esquizoafectivo. Toda aportación será bienvenida.
Muchas gracias por leerme, ¡os espero en el próximo post! ¡Besitos!
Se ha de trabajar muy bien la adherencia al tratamiento en estos pacientes, sobre todo en la etapa maníaca. No es raro que cuando ingresan tras una descompensación te digan que "me he dejado las pastillas porque yo estoy bien".
Como curiosidad, decir que los pacientes con TEA están un poquito mejor que los que padecen esquizofrenia, por ejemplo: tienen un mejor contacto, y si bien la sintomatología psicótica aquí puede resaltar más, tienen un mejor funcionamiento y evolución (5).
5) ¿Qué tratamiento puede usarse?
Se ha visto que los antipsicóticos de nueva generación (olanzapina, risperidona, quetiapina...), van bien. Lo que causan en estos pacientes es una estabilización anímica, haya o no síntomas psicóticos (6). Puede ser además tanto como monoterapia como en combinación con otros fármacos.
Al margen, claro está de psicoterapia si se precisa, y seguimiento estrecho por parte de los profesionales de Salud Mental.
Espero con esto haber dado a conocer el trastorno esquizoafectivo. Toda aportación será bienvenida.
Muchas gracias por leerme, ¡os espero en el próximo post! ¡Besitos!
Nurse Lecter
(1) American Psychiatric Association (APA): Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). 5ª edición. EEUU: APA, 2013
(2) Benabarre Hernández A.: "Trastornos esquizoafectivos. Abordaje multidisciplinar". 2ª edición. Madrid: Editorial médica Panamericana, 2015.
(3) Rodríguez Losada J., Sánchez Pedraza R.: La sintomatología afectgiva en el trastorno esquizoafectivo. Evaluación con un instrumento de auto-reporte: Implicaciones para el diagnóstico. Rev. de Neuro-Psiquiat. 2004; 67(1-2):52-63. Disponible en:
http://www.scielo.org.pe/pdf/rnp/v67n1-2/a05v67n1-2.pdf
(4) Muñoz-Calero Franco P., Sánchez Sánchez B., Rodríguez Criado N., Pinilla Santos B., Bravo Herrero S., Cruz Fourcade J.F., Martón Aragón R.: Síndrome metabólico y riesgo cardiovascular en pacientes con diagnóstico de esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo y trastorno bipolar. Nutr Hosp. 2015;32(6):2715-2717. Disponible en:
http://www.aulamedica.es/gdcr/index.php/nh/article/view/9951/pdf_8664
(5) Sapag S. F, Holmgren G. D, Soto-Aguilar B. F, Lermanda S. V, Trastorno esquizoafectivo. ¿Cuánto de esquizofrenia? ¿Cuánto de bipolar?. Revista Chilena de Neuropsiquiatría 2013 51(1): 46-60. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=331527733007
(6) Benabarre A., Castro P., Sánchez-Moreno J., Martínez-Arán A., Salamero M., Murru A., Franco C., Vieta E.: Eficacia y seguridad de risperidona inyectable de larga duración en fase de mantenimiento del trastorno bipolar y esquizoafectivo. Actas Esp Psiquiatr 2008;37(3):143-147.
Disponible en: http://www.actaspsiquiatria.es/repositorio/10/57/ESP/13530+4-1265.pdf
(3) Rodríguez Losada J., Sánchez Pedraza R.: La sintomatología afectgiva en el trastorno esquizoafectivo. Evaluación con un instrumento de auto-reporte: Implicaciones para el diagnóstico. Rev. de Neuro-Psiquiat. 2004; 67(1-2):52-63. Disponible en:
http://www.scielo.org.pe/pdf/rnp/v67n1-2/a05v67n1-2.pdf
(4) Muñoz-Calero Franco P., Sánchez Sánchez B., Rodríguez Criado N., Pinilla Santos B., Bravo Herrero S., Cruz Fourcade J.F., Martón Aragón R.: Síndrome metabólico y riesgo cardiovascular en pacientes con diagnóstico de esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo y trastorno bipolar. Nutr Hosp. 2015;32(6):2715-2717. Disponible en:
http://www.aulamedica.es/gdcr/index.php/nh/article/view/9951/pdf_8664
(5) Sapag S. F, Holmgren G. D, Soto-Aguilar B. F, Lermanda S. V, Trastorno esquizoafectivo. ¿Cuánto de esquizofrenia? ¿Cuánto de bipolar?. Revista Chilena de Neuropsiquiatría 2013 51(1): 46-60. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=331527733007
(6) Benabarre A., Castro P., Sánchez-Moreno J., Martínez-Arán A., Salamero M., Murru A., Franco C., Vieta E.: Eficacia y seguridad de risperidona inyectable de larga duración en fase de mantenimiento del trastorno bipolar y esquizoafectivo. Actas Esp Psiquiatr 2008;37(3):143-147.
Disponible en: http://www.actaspsiquiatria.es/repositorio/10/57/ESP/13530+4-1265.pdf
El trastorno esquizoafectivo puede ser difícil de comprender, sobre todo porque los humanos tenemos la necesidad de clasificarlo todo en diferentes parcelas para que nos resulte más facil comprender las cosas. El paciente que cumple criterios de TEA sería aquel paciente psicótico que de manera paralela o independiente a la psicosis desarrolla un trastorno afectivo mayor. ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?. La psicosis es un espectro en el que se van solapando diferentes enfermedades, nosotros decidimos donde ponemos el límite entre una y otra, pero los enfermos no se colocan en uno u otro lado. La línea de la psicosis se solapa con el trastorno bipolar, y en estos pacientes, en los que no tenemos claro si son psicóticos que se han puesto maniacos/depresivos, o son maniacos que se han psicotizado, está el TEA. Creo que es algo que se produce de manera bastante frecuente y es fácil de observar en una UHB. El diagnóstico de TEA queda reservado para aquellos pacientes que sufren descompensaciones de este estilo de manera frecuente y no de manera más "pura" (sólo psicosís o sólo trastorno del ánimo).
ResponderEliminarLos criterios del DSM 5 la verdad es que me parecen redactados de manera rebuscada. Me parecen más claros los del CIE 10, que en resumidas cuentas sería tener síntomas psicóticos durante al menos 2 semanas durante el desarrollo de un trastorno afectivo (manía o depresión). Esto lo he visto yo sobre todo en manias.
http://psiquiatraca.blogspot.com.es/
¡Gracias por la aportación como siempre!
EliminarCreía que la dificultad era mía, por eso de llevar poco tiempo trabajando en Salud Mental, pero ya veo que no. La verdad que para mí es algo muy complejo, porque la línea entre las dos patologías que aúna es muuuuuuuuuuuuy difusa. Como todo, los libros y su teoría son muy bonitos; pero cuando te toca tratar a un paciente la cosa cambia.
Los criterios del DSM-V son los que he estado usando desde el nacimiento del blog porque para mí son los habituales, lo que suelo manejar. Pero todo es verlo y empezar con la CIE-10 :)
¡¡Besitos!!
Yo creo que los manuales diagnósticos están bien, pero no dejan de ser unas fronteras que creamos para poder apañarnos con los pacientes y, independientemente del país o cultura del que dianostica, haya unos criterios comunes para saber que hablamos "más o menos" de lo mismo. No creo que la CIE 10 sea mejor, aunque es el manual europeo. Para investigar a nivel internacional es mejor apañarse con el DSM V. Yo a veces consulto los dos porque puede resultarme más fácil comprender la categoría diagnóstica, aunque hay cosas como la duración de los síntomas, edad de diagnóstico y otras variables que cambian de uno a otro. ¡¡Menudo lío!!
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