miércoles, 30 de diciembre de 2015

Esperienza triestina (II)

¡Hola de nuevo!

Despido el año con la segunda y última parte de mi congreso de Salud Mental en Trieste (Italia). En la primera parte hablé del congreso en sí; si no leíste el post puedes hacerlo aquí.
En esta entrada (que me ha salido bastante larga), abordo la visita a un CSM y a la planta de hospitalización que, ya os adelanto, no tienen nada que ver con lo que hay en España.

1) CSM:
Voy a comenzar con la arquitectura del edificio: todos son como casitas particulares. Tienen su jardincito con cancela, planta baja y primera. Están pintados de amarillo y las ventanas de verde, como el CSM en que tuvo lugar el congreso (no saqué fotos de la fachada, ¡mea culpa, mis señores!). Y por dentro, igual que el otro: blanco, grande y muy luminoso, con suelo de madera y alguna que otra nota de color en los pasillos.

Pasillo del piso superior. Parece una casa particular.
Hay muchos CSMs para una sola ciudad: cuatro, uno por distrito.
Creo que en la distribución de los servicios radica el éxito de la salud mental allí: en vez de ser un solo edificio con muchas cosas, son varios. Y la densidad de pacientes está muy repartida entre todos. De hecho el enfermero que nos enseñó el centro nos dijo que había por lo menos 5-6 enfermeros por turno. Por supuesto, también hay psiquiatra.
Porque sí, allí se trabaja en turnos de mañana, tarde... y noche.

¿Cómo de noche?
¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaamigo! ¡Porque los CSM de Trieste tienen camas! Más concretamente de seis a ocho, pero no suelen estar completas. Hay habitaciones individuales y dobles, todas ellas en la planta baja.
Yo me quedé muy pillada al saberlo. Los Centros de Salud Mental de allí no son al uso. Son más bien como una suerte de Unidad de Rehabilitación con camas -también hice un post relativo a mi rotación de RHB. Puedes verlo aquí-.
Las habitaciones son una monada, la verdad. Todas con su cama, su armario, su mesita de noche... y, para aprensión mía, con un montón de cosas que son susceptibles de usarse como objeto autolesivo: material de aseo del paciente (cuchillas incluidas), radiadores, picos de las mesitas, cortinas, cables de las lámparas... Le preguntamos al enfermero si alguna vez había pasado algo así y nos contestó que dentro del recinto no. Tampoco tienen cámaras, y por las noches suelen acercarse a las habitaciones un par de veces para ver cómo va todo. Aquí fotos:



No podéis negar que parecen las de un piso normal y corriente, de Ikea. Yo me quedé literalmente boquiabierta.
Y si las habitaciones son agradables, las zonas comunes no se quedan cortas. Tienen sala de estar, sala de terapia/comedor...


Y el más difícil todavía: un balcón abierto de par en par en el primer piso -¡esto en España es impensable!-. Los pacientes entran y salen a él como quieren y sin problemas. Las vistas son privilegiadas, por otra parte, ven hasta el mar.


En general la dinámica de vida en un CSM es que trabajadores y pacientes son como compañeros de piso; hay mucha armonía entre unos y otros: ¿Que quieres ver la tele? Sin problema. ¿Que te apetece fumarte un cigarro? También sin problema. ¿Prefieres salirte al jardín? Te sales. Como si te quieres quedar en tu cuarto, no hay ninguna pega. Además tienen servicio domiciliario, como en el TAC (anteriormente posteado, lo podéis comprobar aquí).
Incluso suelen comer juntos muchas veces.
Y en cuanto a la cartera de servicios de los CSM, son todas iguales. Podéis verla aquí. Está en italiano, pero no tendréis problema al leerla.

Había algunos pacientes agudos, pero considero que estaban allí porque su manejo no era muy complejo. Por supuesto también hablamos con pacientes crónicos -muy simpáticos, educados y curiosos, por otra parte-. Ésos no duermen allí, pero van a las actividades matutinas. El CSM no deja de tener su parte de centro de día también.
Y con respecto al estado de los pacientes, cosa curiosa: cognitivamente están bastante mejor que los que yo he visto durante la residencia... pero tienen muchos más efectos secundarios de los fármacos, como temblores y acatisia.
Las intervenciones están muy basadas en el lenguaje; recordad que no se puede contener mecánicamente ni aislar, está prohibido por ley. Se utilizan muchísimo la palabra y la negociación; y si me apuras, la contención piel con piel (sujetarlo tú, vaya). Y las dosis de fármacos son más bien bajas. Se dan, sí, pero no a dosis tan altas como aquí. ¡Es toda una utopía!
Cuando hay un paciente agitado suelen irse con él a su habitación y no dejarlo solo. Se pueden pasar hasta horas hablando con él y conteniéndolo verbalmente. Y ya si precisa, pincharlo. Pero eso es lo último de lo último.


2) Planta:
Si el CSM ya supuso para mí una sorpresa y una revolución, con Agudos me desrealicé. Hablando mal y pronto, me quedé loquísima.
Como es mejor ver para creer, dejo fotos, que hablan por sí solas. Cuando os hayáis repuesto del shock, seguid leyendo.


Tienen hasta cocina (¡ay, los gestos autolíticos!)


Las habitaciones -individuales o dobles-, cada una con su baño. Sólo hay 6 camas y no suelen estar a tope:


Una vez hayáis dejado de hiperventilar, os comento: 3 enfermeros por la mañana, 3 por la tarde y 2 de noche. Psiquiatra presencial por la mañana, y localizado en otro hospital general de la ciudad durante la tarde y la noche. Los profesionales no llevan pijamas y la Unidad es abierta; el paciente si quiere coge la puerta y se larga. Lo único que hay bajo llave, igual que en el CSM, es el cuarto de medicación por razones obvias. Rango del ingreso: de 24 a 72 horas. Ventanas abiertas con batiente. Las visitas no tienen un horario restringido, pueden ir cuando quieran. No hay cámaras de vigilancia en habitaciones ni zonas comunes.

La relación es similar a la que hay en el CSM. En Agudos ingresan los que no pueden controlarse del todo ambulatoriamente. Y mis compañeras y yo sospechamos que a veces los pacientes ingresan aquí para no perder la relación terapéutica con los profesionales del CSM, aun pudiéndose resolver la crisis sin necesidad de ingreso.
En cuanto a la planta, poca cosa más, porque las intervenciones enfermeras son igual en un sitio y en otro.

Si queréis conocer un poco mejor el organigrama de la red de Salud Mental Trieste podéis clickar aquí.


Y a grandes rasgos, esto es lo que hay de mi congreso.
Espero que os haya gustado y os animéis a ir el año que viene. Merece la pena, creedme. Aunque sólo sea por poder verlo con tus propios ojos y traerte alguna ideílla a España.

Antes de despedirme definitivamente, os vuelvo a recomendar -ya lo hice por Twitter-, que veáis el documental "C'era una volta una città dei matti"; disponible en Youtube. Está subtitulado en español y en él se explica muy bien cómo fue la reforma psiquiátrica en Trieste, capitaneada por Franco Basaglia. Es largo, pero es otra cosa que merece la pena ver.

Ya sí que sí, dejo de daros la lata y me despido por el blog hasta el año que viene.
¡Espero seguir leyéndoos en enero! :P

Nurse Lecter

5 comentarios:

  1. Esta me la había perdido >.< Buah, es que es taaaaaaaaaaaan diferente a como se trabaja aquí que se me hace casi una fantasía perfecta, más allá de las utopías. Eso sí, también te digo, tienen una "casa" más bonita que la mía, qué confort solo con ver las fotos de las habitaciones y el resto de instalaciones.

    ¡¡Besos!!

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    1. Es una maravilla. Pero claro, si hay cosas malas no nos lo hanrán dicho. Allí en Agudos quizás pasen miedo, dado que no lo pueden contener... no sé. Lo suyo sería pedirse una rotación externa allí... yo te lo dejo caer, jajajajajajjaa.
      El CSM desde luego es una pasada, me gustó más que la planta a todos los niveles.
      ¡Muchos besos Isi! ¡Ánimo con la recta final!

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  2. Hola, Nurse. Me ha emocionado tu blog. Quizá para ti esta comunicación "llega tarde" (estamos en 2017), pero para mi es un lindo descubrimiento. Te escribo desde Argentina, son licenciado y profesor de psicología, estuve en Leganés con Desviat, brego por la desinstitucionalización en Buenos Aires, digo, para que sepas con quien hablas (o "hablás", dicho en porteño), pero esencialmente te escribo para mostrar mi admiración por tu vocación. siedl.alfredo@gmail.com

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  3. Hola! quería agradecerte por estas entradas sobre tu experiencia en el congreso. Estoy realizando una breve presentación para una clase en la universidad (sobre cooperativismo social, en la licenciatura de Terapia Ocupacional)y la forma en la que transmitís tus impresiones y las fotografías que acompañan las entradas me transportaron allí e hicieron más grata mi investigación del tema (además aprendí un poco sobre otros temas porque seguí leyendo varias entradas). Saludos, Alejandra

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    1. ¡Ay, gracias!
      Me ha hecho mucha ilusión leer este comentario, me alegro de que te haya servido para empaparte más ^^
      La verdad que fue una experiencia maravillosa y aprendí mucho durante el congreso, así que doy los posts por bien empleados si han servido para dar a conocer cómo funciona la red de Salud Mental allí.
      ¡Saludos!

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