jueves, 23 de octubre de 2014

Segunda rotación: Agudos (II)

¡Hola otra vez!
No sé si recordaréis que en mi anterior entrada expliqué que dividiría mi rotación de Agudos en dos posts por su extensión. Aquí va la segunda parte (si no leíste la primera puedes hacerlo aquí).
No hablaré aquí sobre la planta propiamente dicha, sino sobre mi valoración u opinión.


Tengo que admitir que Agudos no es de mis recursos favoritos. Aunque sólo he rotado por el CAD y por aquí, me han hablado del resto de rotaciones, tanto enfermeros ya especialistas, como los que han acabado este año y mis diferentes "R mayúscula". Y por lo que me han contado deduzco que los que me esperan me van a gustar mucho más.

También partimos de la base de mis preferencias: entre un hospital y un recurso comunitario (Centro de Salud Mental, Rehabilitación, Infanto-Juvenil...), prefiero la segunda opción. ¿Por qué? Por varias razones:
1) Veo la hospitalización demasiado "mecánica" o "cerrada", no sé si me explico: a tal hora se hace esto, a tal otra aquello, luego lo de más allá... Son horarios muy delimitados, y no siempre se da pie a "entretenerte" más de la cuenta con él: cuando no te interrumpe alguien para algo, el paciente tiene que ver al psiquiatra, o es la hora de las constantes, o la de comer.
2) No los ves en su entorno: no sabes cómo interactúan con su familia -y os aseguro que sólo observando a las visitas no tienes los datos suficientes-, cómo se desenvuelven en el día a día, las dificultades que presentan en cuanto a contacto social...
3) Los propios horarios y las pautas de medicación: ellos no están acostumbrados a comer o cenar tan temprano, muchos ni siquiera meriendan habitualmente, o repercute incluso en cosas tan simples como el aseo: no todos se duchan por la mañana, sino en otro momento del día. Les trastocamos los horarios, y en estos casos eso no es del todo adecuado.
Lo de la medicación es cosa aparte: "¿Por qué llevo dos pastillas iguales si antes sólo era una?" "¿Por qué el psiquiatra de aquí me cambia el tratamiento cada poco tiempo?" "¿Qué dosis llevo de _______ *inserte aquí medicamento psiquiátrico que toma habitualmente el paciente*?" "Con tanta pastilla voy muy amodorrado todo el día, ¿no podrían bajarme la dosis?", y mil cuestiones más. Una de las más recurrentes es que no se las quieren tomar: negocian, las escupen -con o sin disimulo-, se enfadan... Son cosas con las que no siempre están de acuerdo, y hay que lidiar con ello.
4) Cuando hablas con los pacientes tiendes a centrarte más en el episodio que los ha llevado a ingresar (aunque puntualizo, no descartas la visión global). A mí me gusta hacerles un seguimiento general en un ambiente relajado y no amenazante, en el que no se sientan cohibidos o les dé miedo contestarme. 
Entendedme: no es lo mismo que se plante delante de ti una enfermera con una chaquetilla sobre la ropa de calle en una consulta acogedora -en la que puedes entrar acompañado si lo deseas- que la misma enfermera con un pijama completo blanco en un despacho de hospital, frío e insípido, donde sólo estás tú; además la muchacha te va preguntando cosas relativas al motivo de por qué estás ahí metido, y no es muy agradable. Te ves indefenso y "solo ante el peligro", o ésa es la percepción que yo tengo.


No olvidemos que tiene que haber gustos para todo. Una de mis co-R, por ejemplo, es totalmente contraria a mí: adora la planta, pero no le pasa lo mismo con los recursos comunitarios.
Supongo que a algunos de los que elijan Salud Mental en abril del 2015 les pasará lo mismo, que les gustarán más unas cosas que otras.
Así que para gustos colores... y opinad, como siempre.
¡Nos vemos en la próxima entrada!

Nurse Lecter

2 comentarios:

  1. De momento no puedo elegir. He probado las dos cosas, pero no estoy segura de qué es lo que me gusta más. Supongo que cuando lo pruebe más en profundidad, con la especialidad, lo tendré más claro.

    Sigue disfrutando y poniéndome los dientes largos, mardita :P

    Besos.

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    Respuestas
    1. Yo no estoy muy en condiciones de hablar aún, porque sólo he pasado por dos sitios, pero es que desde siempre me ha gustado más la consulta. Es más, te lo extrapolo a otros servicios: Prefiero estar en Atención Primaria curando una herida o poniendo un inyectable tranquilamente, hablando con el paciente, antes que estar haciendo lo mismo en Medicina Interna (por poner un servicio con mucha carga de trabajo), deprisa y corriendo porque se me echa el tiempo encima para revisar vías y poner la medicación de las 12.
      No sé, son maneras de trabajar distintas. Yo no estoy hecha para unos horarios tan marcados, que te dejan margen en contadas ocasiones. Pero ¡ojo! Me pasa con todos los servicios, no sólo con Psiquiatría.
      La Enfermería de hospitalización me gusta, lo que no me gusta es cómo está programada, no sé si me explico.
      Muchos besitos y dale duro al EIR, a ver si me pones los dientes largos a mí el año que viene con lo de que el tiempo pasa volando :)

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