La entrada de hoy es una continuación de la anterior, y está dedicada a vosotros. A todos los valientes que os presentáis al #EIR2015 (o al BIR, FIR, MIR, PIR, QIR, RIR). El sueño está a la vuelta de la esquina, lo veis saludándoos con la mano. El examen será puro trámite, un simulacro más.
No importa si esta convocatoria es la primera, la segunda, la vigésima o la enésima. Sólo el hecho de pelear y haber estudiado os hace grandes, muy grandes; no todo el mundo está dispuesto a pasarse un año entero -en algunos casos bastante más-, encerrado entre cuatro paredes y repasándose lo mismo una y otra vez. Os habéis enfrentado a algo para lo que hace falta mucho valor y mucho sacrificio.
La ambición y la ilusión son motores muy fuertes, ¿a que sí?
La ambición y la ilusión son motores muy fuertes, ¿a que sí?
Sé que con eso que digo no os basta a ninguno; a mí también me pasó. Y si bien el resultado es importante, no hay que quitarle mérito a todos esos meses con el culo pegado a la silla, los codos hechos un criadero de callos y el pelo recogido en un moño choni, de cualquier manera.
El EIR no depende de la suerte, pero yo me puse esta canción en bucle la tarde antes.
Si sacáis plaza, para qué pedir más; sería la leche. Y si no sacáis, pues mirad, ya sabéis un poco más que otros que no se han presentado y por ende no han estudiado. Es crecimiento personal de todas formas.
Pase lo que pase, sentíos orgullosos de vosotros mismos. Sois de una pasta distinta y tenéis mucho aguante.
Además, quiero repetiros que yo estuve como estáis vosotros ahora: asustada y nerviosa, una simple enfermerita novata que creía que no iba a estar ni entre los cinco mil primeros. Y si bien los días previos -léase la última semana-, lo veía todo negro, me aguantaba las ganas de llorar y tenía pensamientos negativos no, lo siguiente, la tarde anterior algo me pasó.
No sé muy bien lo que fue... supongo que quizás la barrera psicológica de "es-la-última-tarde-antes-de-morir-porque-no-voy-a-tener-plaza-ni-de-coña". El caso es que se me fue la cabeza.
Las amigas que se presentaban (al igual que yo), se tomaron la tarde libre: se fueron de compras, de paseo, se pusieron una peli...
Y yo también desconecté, pero a mi manera. Es decir, a las 15.00 cerré los libros... y a las 16.00 los volví a abrir.
"¡Está loca!", diréis algunos, horrorizados.
"¡Eso es algo que NUNCA debe hacerse!", exclamaréis otros, consternados.
"¿Por qué no te tomaste la tarde libre como tus amigas?", preguntarán los de más allá.
"Querría tener la cabeza ocupada", elucubraréis los de más acá.
"En esos momentos ya no se rinde", insistís exasperados.
Los que más se acercan son los penúltimos, los que elucubran. A mí repasar la tarde antes me da seguridad. Muchísima seguridad, de siempre me ha pasado. Aunque sepa que no se rinde. Eso de coger un tema al azar, recitarlo en voz alta y ver que no me equivoco me hace sentir mejor, más "mañana lo bordo".
Sí, sé que no es recomendable hacerlo, pero como al fin y al cabo la que decide soy yo, y además me va bien...
Por supuesto, hice mis pausas -"repaso pero sin martirizarme, que bastante he hecho ya"-, cortaba para oír música, merendar, usar el WhatsApp, pensar en los mil planes que me esperaban a partir del día siguiente por la noche...
A las 9 corté definitivamente. Para bien o para mal.."¡se acabó!", que diría María Jiménez.
Cené lo que se me antojó y me apeteció. Mientras cenaba vi mi película preferida -cada uno se relaja de una manera; aunque por razones obvias no me dio tiempo a verla completa... había que estar descansada-, y a una hora prudente me acosté. Y de verdad, me dormí enseguida, como si no fuera a pasar algo importantísimo al día siguiente. Como si fuera un sábado normal.
Para darme ánimos, la banda sonora de ese sábado la puso mi cantante favorita: Nina Simone.
Para darme ánimos, la banda sonora de ese sábado la puso mi cantante favorita: Nina Simone.
Letra positiva como ella misma de una cantante que adoro...
¡el EIR no podía salir mal de ninguna manera!
No sé si habré logrado dar ánimos o no. Espero que sí, porque hacen mucha falta estos días.
Descansad, estad tranquilos porque no dudo de que habéis hecho todo lo humanamente posible.
Ahora relajaos.
Espero ver el 31 de enero a las 20:01 #PostEIR2015 como TT :D
Nos leemos enseguida, y espero que me contéis cómo fue la experiencia.
Nurse Lecter
Estos años atras no he estado nerviosa de cara al examen. El mismo día tampoco me ponía nada especial, lo que hubiese en la radio mientras iba camino a Granada a hacer el examen.
ResponderEliminarEste año sigo sin estar nerviosa, solo ando harta. Esta vez al menos me ahorro las dos horas de viaje en coche. Ya con eso creo que me saldrá mejor. También ayudará la carbonara que se va a marcar mi novio para comer ese día.
¡Besos!
Eso que te has llevado, porque yo desde luego estaba para que me diera algo. Qué suerte no dejarse dominar por los nervios, porque vamos, lo que soy yo... ¡nula!
EliminarClaro... lo del coche hace mucho... ir ese sábado a tu ritmo, hacer lo que te dé la gana. ¿Que quieres remolonear? Remoloneas. ¿Que te da por limpiar? Pues a limpiar. O mucho mejor: ¿Que te da por leer? A LEEEEEEEEEEEER :D
Saldrá mejor no por no viajar, sino porque es tu año.
¡Besazos!
A ver, una está hasta arriba de estrés, de ganas y de todo, pero no nerviosa. Mi neurona a estas alturas chilla "libertad", así que le da igual ocho que ochenta.
EliminarEste año creo que me voy a pasar la mañana cantando. Poco voy a poder hacer, ando con tendinitis, pero bueno, ya me ahorro dos horas de trayecto y puedo levantarme a horas más decentes, vaguear y eso está bien también.
Espero que sea mi año, desde luego. Luchando estoy para que lo sea.
¡Besazos!