¡Hola!
En un principio pensaba hacer una nueva entrada relacionada con la patología diferente a ésta. Pero en el último momento he cambiado de idea porque considero que es más importante lo que explico aquí.
Tiene que ver con el litio. Hagamos un breve repaso antes de ponernos en situación:
1) ¿Qué es el litio?
Se trata de un metal alcalino, de símbolo químico Li. Se localiza en el grupo IA de la tabla periódica (para hacerlo más fácil: columna 1, fila 2 de la tabla) y su número atómico es 3. Como curiosidad, es el metal que posee un peso más ligero.
2) ¿Cuáles son los niveles normales de litio en sangre?
El litio en sangre se encuentra a niveles puramente testimoniales, ya que se considera un oligoelemento, también llamados "elementos traza" o "elementos vestigiales".
Estos niveles son: [0'8-1'2] mEq/L
Como veis, este rango es bastante estrecho.
3) ¿Para qué sirve? ¿En qué enfermedades se usa?
Este metal alcalino inhibe una proteinkinasa llamada glucógeno sintasa kinasa 3 (más conocida y abreviada como GSK-3), la cual ayuda en la transmisión de señales intracelulares. ¿Cómo lo hace? Fosforilando proteínas.(1)
Ahora bien, llega el momento que todos esperábamos: empieza a ponerse interesante la cosa.
El litio se utiliza en forma de carbonato, y casi siempre en enfermedades psiquiátricas. De éstas, las más importantes son la fase maníaca del trastorno bipolar o la depresión (2). Es por ello un estabilizador del ánimo o eutimizante.
Es importante decir que al tener el litio un rango terapéutico estrecho, se debe controlar estrictamente la litemia. Normalmente los pacientes que están en tto con este elemento se hacen analíticas sanguíneas cada tres meses como máximo. Y aun así, muchas veces su litemia sube en pocos días; nunca puedes estar 100% seguro de los niveles adecuados.
Hasta aquí el recordatorio-resumen. A continuación, paso a contar lo que ocurrió en la guardia:
Teníamos a un paciente descompensado de un trastorno bipolar. Yo llevaba desde las ocho de la mañana en la planta y había podido vigilar su evolución durante todo el turno; dentro de su estado, se hallaba perfectamente a nivel "orgánico" así que no había problema en ese sentido.
Bueno, todo perfecto hasta que de repente, a eso de las cuatro de la tarde, nos avisa de que tiene "porquería". Vamos a asearlo y hasta ahí todo normal. Pero cuando vemos que es una diarrea importante, que no cesa por más que esperemos, y que además se ha desorientado totalmente en muy poco tiempo, la enfermera que entró a las tres (a la que le tocaba otra parte de la planta, que no había llevado a ese señor en ningún turno y que, por tanto, no sabía nada de él en lo que a enfermedad se refiere), lanzó la pregunta clave: "¿Está en tratamiento con litio?". Ante la respuesta afirmativa de la otra compañera, deciden pedirle por favor al psiquiatra de guardia una litemia urgente. Por pura especulación, la enfermera comentó que probablemente no la tendría demasiado lejos del 1'2 mEq/L máximo; ella calculaba un valor de 1'40-1'50 mEq/L aproximadamente
Cuando llega la analítica, me llama a mí y me la enseña. El litio estaba en 1'6 mEq/L. Yo personalmente aluciné, porque estuvo muy cerca de clavar la cifra y además no se fue por las ramas: directamente achacó la diarrea a una hiperlitemia. Luego me dijo que no me preocupase por no haberlo sospechado, que ella lo sabe por experiencia dado que lleva trabajando mucho tiempo.
Normalmente el gran problema del litio radica en los riñones. ¿Por qué? Por varias cosas:
-Se elimina por vía renal.
-Compite con el sodio porque los dos son cationes o aniones positivos; ambos "quieren" ocupar los mismos receptores. Con lo cual, si queremos eliminar el litio, debe haber más sodio que litio, para que el primero ocupe todos los receptores. Si es al revés -o sea, hay más litio que sodio-, éste se quedará y el sodio se eliminará. Así que hay que tener mucho cuidado si el paciente en cuestión presenta insuficiencia renal o hiponatremia. En este caso debería reducirse la dosis de litio.
-Además es importante tener en cuenta que si los desechos no se eliminan siguen circulando por sangre, con todos los efectos que eso conlleva.
-Se acumula en los túbulos colectores cuando el sodio ha ocupado todos los receptores, debido a la acuaporina-2. Esta acumulación lleva a la toxicidad renal. (3)
En cuanto a los efectos secundarios del litio, los más comunes son los gastrointestinales (la diarrea, como en este caso, así como náuseas o vómitos), seguidos de cerca por la somnolencia, la pérdida de memoria...
Si el tratamiento es crónico, son frecuentes la diabetes insípida, el hipotiroidismo, el bocio...
Y en lo que a la intoxicación se refiere, efectos gastrointestinales, desorientación, convulsiones o el coma son los más reseñables.
Para terminar, un poco de música, dado que este entrada ha sido bastante extensa. Me hago cargo de que es posible que muchos estéis desesperados a estas alturas, o hayáis parado de leer al ver lo largo que me ha salido este post.
Por favor, reitero que si veis que algún dato no es del todo correcto o queréis hacer vuestra aportación, ¡adelante!
Como siempre, muchas gracias por leerme una vez más, y nos vemos en la próxima entrada.
Para terminar, un poco de música, dado que este entrada ha sido bastante extensa. Me hago cargo de que es posible que muchos estéis desesperados a estas alturas, o hayáis parado de leer al ver lo largo que me ha salido este post.
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Como siempre, muchas gracias por leerme una vez más, y nos vemos en la próxima entrada.
Nurse Lecter
Bibliografía consultada para la realización de este post:
(1): Pérez-Martínez, D.A.: "El papel del litio en las enfermedades neurodegenerativas: nuevos registros para viejos actores". Neurología 2009;24(3):143146. Podéis leer el artículo completo en este link:
(2) Baldessarini, R. J.; Tondo, L.: "Lithium in Psychiatry". Rev Neuropsiquiatr 76 (4), 2013.189-203. Artículo completo aquí, en inglés:
(3) Kumarguru, B. N.; Natarajan, M.; Nagarajappa, A.H.: "The pathology of lithium induced nephropathy: a case report and review, with emphasis on de demonstration of mast cells". J Clin Diagn Res. Feb 2013; 7(2): 374–377. Si os interesa, lo encontraréis aquí:
Cuando vi el título de la entrada también pensé en la canción de Evanescence.
ResponderEliminarSobre la entrada: se nota mucho que la experiencia enseña. A lo mejor a ti te hubiese costado pensar qué puede pasarle, por qué de pronto esa diarrea y desorientación. Pero poco a poco.
Me ha gustado la entrada, con la cosa del caso clínico es muy instructiva. Un beso.
Gracias por leer, Isi :)
EliminarLa verdad que sí, la experiencia es la madre de la ciencia. Esta enfermera ha estado en muchos servicios y toca todos los palos sin problema, jajaja. Yo cuando vi el resultado de la litemia flipé, de verdad; y pensé que cómo no se me había ocurrido asociarla a la diarrea, habiéndolo estudiado para el EIR. Pero bueno, ya hemos constatado que el refrán "Nunca te acostarás sin saber una cosa más" es cierto :D
Me alegro de que te haya gustado la entrada. Puse el caso clínico precisamente para hacer que fuera más fácil de recordar y más cercana a los lectores, y quién sabe... si es pregunta del EIR este año sabrás contestarla :P
¡Un besito, nos leemos!