miércoles, 23 de diciembre de 2015

Esperienza triestina (I)

Ciao a tutti!! Come state?

Mañana Nochebuena... ¡descansad la tarde-noche por lo menos, que ya sabéis que eso también sube netas!

Por mi parte, bueno... no lo he pregonado por Twitter (y eso que sabéis que yo twitteo muchísimo), porque hasta el último momento tuve mis dudas, pero sí: esta semana pasada he estado de congreso en Italia. Concretamente en Trieste. En el mapa es la zona de color rojo.


¿Y qué se me ha perdido en ese congreso para ir? Pues hay varias razones: 
1) Era de Salud Mental, lo primero de todo.
2) Me iba con mis enfermeros adjuntos y otras resis (en total rondábamos la veintena y era la primera vez que yo hacía un viaje "de trabajo", por llamarlo de alguna manera).
3) No conocía Trieste.
4) Italia es un país que amo, adoro y reverencio. Lo visité por primera y única vez hace 7 años por estas fechas -viaje de estudios-. La verdad, me apetecía regresar aunque fuera unos días.

Y os puedo decir que ha sido un viaje inolvidable. Para recordar por muchos y diversos motivos, con muchas risas y algún que otro momento de apuro, pero de todo tiene que haber.
Al margen de eso, Trieste es una ciudad bastante grande y bonita, con muchos edificios antiguos y un puerto imponente.

Voy a poneros en antecedentes antes en relación al famoso congreso.
Trieste es la cuna de la antipsiquiatría en Italia -país en el que, por otra parte, la contención mecánica está prohibida por ley y ya no existen hospitales psiquiátricos como tal-. 
El movimiento antipsiquiátrico estuvo liderado por Franco Basaglia, un psiquiatra veneciano. Ejerció en Gorizia y luego en Trieste, y allí empezó con pequeños cambios: instauró talleres, terapias, promovió que los pacientes vendieran productos hechos por ellos mismos, les dio tareas remuneradas -limpiar espacios comunes, cuidar el jardín...-. Y poco a poco comenzó a rondarle la idea de cerrar definitivamente los manicomios y de tratar a los pacientes como lo que son: personas.
Eso sí que supuso una auténtica revolución, porque originó el sistema de puertas abiertas: los pacientes no se quedaban encerrados, sino que podían salir de la planta e incluso del hospital a darse un paseo o ¿por qué no?, a su casa.
Y como el que la sigue la consigue, Franco Basaglia logró cerrar el hospital de San Giovanni, y además fue posible establecer la ley 180 en Italia, por la cual quedaba prohibido el encierro involuntario de los pacientes de salud mental.
Al margen, por supuesto, de la victoria a nivel de los pacientes. Crearon un caballo de papel enorme, de color azul cielo, al que llamaron Marco Cavallo. Salieron con él del hospital de San Giovanni llegando a romper los cristales de la puerta, y fueron a pasearlo por Trieste junto a Basaglia, representando así metafóricamente su libertad.
Marco Cavallo es todo un símbolo de este movimiento a nivel nacional allí.

Parece pequeño pero no lo es, de verdad. Esta foto está tomada desde abajo.


Una vez llegados a este punto, vamos al congreso en sí.
Tuvo lugar el 16, el 17 y el 18 de diciembre; el 15 era una visita a un CSM y a la planta de Agudos. La estructura general era de conferencias la primera mitad de la mañana, y luego talleres y charlas hasta las 17h. aproximadamente.
El sitio en el que se celebró fue en uno de los cuatro CSM que tiene Trieste, en lo alto de una colina. Sí, son muchos para una sola ciudad, y cuando en el siguiente post os explique el funcionamiento os vais a quedar de piedra. 
Arriba había muchos edificios y casi todos (algunos pertenecen a la Universidad de Trieste) forman una especie de complejo: CSM, Centro de Deshabituación de Sustancias Legales, Departamento de Dependencia, una iglesia, un bar, la cooperativa donde los pacientes hacen trabajos manufacturados... Estar ahí arriba es como pasearte por una micro ciudad. Nosotros estábamos al lado justo del antiguo hospital psiquiátrico San Giovanni, ya cerrado al igual que los antiguos pabellones de hombres y mujeres. Aquí fotos:




A mí personalmente me recordaba mucho a la situación de los pacientes tuberculosos antiguamente: aislados en mitad de la nada. Así estaban los pacientes de salud mental hasta que el doctor Basaglia entró en escena.
Y los edificios en sí, a las antiguas escuelas que había en España: edificios pequeñitos, con ventanales grandes y muchas salas de suelo de madera, tipo años 30.

Las conferencias eran en inglés e italiano. Como yo para el primero soy una negada y además estoy estudiando el segundo, me ponía los auriculares en esta lengua. La verdad, muy fácil de comprender, hablaban a una velocidad adecuada.
Nos dijeron que había venido gente de 21 países: asiáticos, sudamericanos, europeos... la verdad era que estaba lleno hasta la bandera.

Puerta del edificio de la cooperativa
Mi acreditación. ¡Me hizo una ilu..!




















Las conferencias fueron muchas y muy variadas. Personalmente me gustó mucho una del último día, centrada en cómo evitar la contención mecánica en otros países donde sí está permitida. Fue realmente muy interesante.
También se expuso la experiencia en otros países que intentan llevar a cabo el modelo de Trieste: en qué punto están, las modificaciones que han añadido, los obstáculos que encuentran y cómo los solventan...

En cuanto a los talleres, la única pega es que (como pasa en muchos congresos), había que elegir a cuál entrabas. Algunos de los temas eran, por ejemplo, los derechos humanos en Salud Mental, talleres de contención, empoderamiento de los pacientes, aprendizaje global basado en la comunidad... todo muy enfocado a "liberar" a estos pacientes de las 4 paredes de un hospital. Además eran grupos reducidos, uno en cada sala del CSM, con lo cual todo era más acogedor y personal. Así se te quedaban mejor los conceptos e ideas principales.
Ha sido un congreso muy enriquecedor.

Además el hecho de que los pacientes están integrados en la sociedad es totalmente cierto: vimos a muchos por allí trabajando, e incluso llevando el barecito que hay cerca. Y todos muy simpáticos y agradables.

Algunas cifras sobre la salud mental en Trieste en 2009. Son alucinantes.

Ésa es otra: no os podéis imaginar lo normal que es para los triestinos tener un problema de salud mental. Igual que yo aquí he visto a la gente por la calle apartarse de los pacientes y mirarlos con miedo o asco, allí no hay ningún problema; forman parte plenamente de la sociedad y no son "bichos raros" o "locos". Me dio envidia, mucha. Muchísima. Queda mucho que hacer en este aspecto en España.
Desde luego se nota para bien todo lo que ha hecho Franco Basaglia por ellos.

Para que os quede más claro (y teniendo en cuenta que una imagen vale más que mil palabras) os dejo aquí cómo se organiza la red de SM en Trieste. Este mural lo hicieron en su momento los propios pacientes:


Ya estáis viendo que hay de todo: CSM, planta, asistencia a domicilio, servicio 24h...

Y ya para acabar, os dejo aquí la famosa jaula de contención que twitteé. Tenían también una silla de contención, que no es más que una especie de armadura sentada en la cual metían a los pacientes agitados. Una verdadera barbaridad, ¡me dieron hasta escalofríos al ver las dos cosas!


En unos días postearé la segunda parte, la que más me gustó: cómo son los CSM y la planta allí. Todo un mundo radicalmente distinto a España.

Ci leghiamo presto, ragazzi!
Buon Natale! :D
 Ciao!

Nurse Lecter

4 comentarios:

  1. Envidia cochina y pura, ¡pero qué interesante todo, señora! Estoy segura que disfrutaste como una enana por allí. Muy buenas las fotos, por cierto, van geniales para ilustrar la entrada.

    Besos y felices fiestas.

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    1. Pues no es por nada, pero el congreso es anual... me da a mí que ya tienes un posible plan con tus co-R y adjuntos el año que viene, jajajaja.
      También disfruté mucho del ocio, de lo que supone convivir y divertirte con tus adjuntos -en mi caso, gente super joven y todos especialistas-. Es toda una experiencia que te ayuda a conocerles más, ¡si se vino hasta nuestra supervisora, que es una máquina!
      Desde luego yo recomiendo ir a ese congreso, aunque sólo sea por ver el funcionamiento de la red de SM.
      Lo mismo te digo Isi: ¡Besitos y Feliz Navidad y Año Nuevo y todo eso!

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  2. Hola, voy a Trieste de rotacion. Querría preguntarte si sabes algo de las residencias para voluntarios?

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    Respuestas
    1. Hola!!
      Perdona la tardanza en modera el comentario, he estado muy liada u.u
      Lo siento, la verdad es que no. Sólo nos informamos de cómo eran el CSM y hospitalización...

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