jueves, 17 de septiembre de 2015

Miedo

¡Hola a todos!
¿Habéis tenido vacaciones? Espero que sí, que todos nos merecemos un descansito.

Después de una pausa vacacional en mi residencia -parece que no, pero un residente trabaja como una mula, ¡que no os engañen!-, vuelvo con los habituales posts patológicos.
Como en todo, yo tengo preferencias. Me gustan casi todas las patologías relacionadas con la salud mental; pero, obviamente, algunas me gustan más que otras. Si bien los Trastornos Mentales Graves (esquizofrenia, trastorno bipolar...), y los trastornos disociativos me gustan, también me pierde la "patología ambulatoria"; tipo trastornos ansiosos, TOC, trastorno de estrés postraumático, hipocondría...

La patología del mes es ambulatoria también. Se trata del trastorno de pánico.

1) ¿Qué es? (1)
Se trata de un trastorno que consiste básicamente en eso: en un ataque de pánico repentino, con miedo y malestar intensos, que va subiendo en fuerza y alcanza su pico en minutos.
Durante el ataque tiene que haber 4 ó más síntomas vegetativos, especificados mejor en el DSM-V, como por ejemplo cardíacos (palpitaciones, taquicardia), digestivos -diarrea, dolor abdominal, náuseas-, respiratorio (disnea, ahogo, dolor); amén de temblores, mareos, parestesias, escalofríos, desrealización o despersonalización -esa sensación de incredulidad, como si no te estuviera pasando a ti-; y lo que yo considero más sorprendente e interesante, por raro que suene: miedo a volverse loco o a morir.
También resulta llamativo que haya "síntomas extra" distintos según la cultura, como dolor de cuello, llanto, acúfenos... Pero éstos no se incluyen dentro del cortejo vegetativo enumerado en el párrafo anterior.
Además, a un ataque de pánico tiene que seguirle (un mes después o más) algo como inquietud por si te da otra vez, o una mala adaptación tras el ataque.

2) ¿Cuándo aparecen? (2)
Pueden aparecer de repente y sin motivo. También puede pasar que tengan relación con algún suceso ocurrido previamente, e incluso pueden o no aparecer en relación a un suceso (con lo cual, estás predispuesto, pero no siempre te ocurre).
Además es importante comentar que el trastorno de pánico puede ir acompañado o no de agorafobia.

3) ¿Cuál es la causa? (3)
Tiene un gran componente el tipo de personalidad. Por poner un ejemplo sencillo: imaginemos  que nuestras frecuencias cardíacas se han elevado forma aislada. Donde uno de nosotros puede pensar que es un hecho sin importancia, y otro que es una consecuencia lógica de haber hecho algún tipo de esfuerzo, un tercer lector puede creer que es el primer síntoma de infarto INMINENTE.
Obviamente, la personalidad de estas tres personas es distinta -vamos, que cada uno es de su padre y de su madre-. Y casi casi casi seguro que el tercero ha interpretado erróneamente esa frecuencia cardíaca elevada, porque es de naturaleza temerosa, insegura... no como los otros, que no le dan más importancia de la que tiene.
Además y curiosamente, la gente con trastorno de personalidad es propensa a esto: a no interpretar del todo bien estos síntomas.
Es importante asimismo cómo gestiona su pánico una persona. Yo, por ejemplo, reacciono muy mal ante él, me cuesta horrores mantener la calma (sí, sí... sé que no me gestiono bien; debo cambiarlo). En cambio, otros conocidos míos lo manejan con una sangre fría admirable.
En el caso de las mujeres, además, se sospecha que tienen algo que ver las hormonas. Ay, la mala fama... (4). Para finalizar, hay también estudios bastante antiguos que sospechan que sufrir un trastorno de ansiedad por separación en la infancia es un factor de riesgo para desarrollar trastorno de pánico en la edad adulta.

4) ¿Y la epidemiología? (4)
Bueno... como casi siempre ocurre, las mujeres lo sufren con más frecuencia, aunque empiezan más tarde que los hombres -ellos lo sufren por primera vez en la veintena; ellas, en la treintena-. Además, en las mujeres es más severo.
A modo de apunte curioso, en nosotras es más frecuente ver sintomatología respiratoria (ahogo, taquipnea...); en los hombres, el trastorno de pánico es más de manifestaciones gastrointestinales.

5) ¿Hay escalas o instrumentos de medida? (4)
Mirad por dónde, sí, sí que las hay -hay escalas para todo...-. En este caso, la Anxiety Sensitivity Index (ASI). Esta escala ha ido sufriendo modificaciones, y por ello han ido saliendo diferentes versiones de la misma. La última es la ASI-3.
También es destacable la BSQ  (Body Sensations Interpretation Questionnaire), que yo utilizo mucho en mi rotatorio actual. Enumera una serie de síntomas físicos, y la persona tiene que indicar con qué frecuencia los sufre (de "nada" a "extremadamente").

6) ¿Hay tratamiento?
Sobre todo es terapia psicológica -terapia cognitiva, programa de tratamiento del control del pánico, terapia de relajación, terapia de exposición...- (2).
En cuanto a fármacos, se ha demostrado que los antidepresivos tricíclicos funcionan muy bien, así como los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS), las benzodiacepinas y los iMAO. Y por supuesto, si usas los fármacos y las terapias de forma combinada, mucho mejor.


Doy por finalizado el "post patológico".
Sé que esta patología no es tan espectacular ni vistosa como otras (por ejemplo, la esquizofrenia); pero no deja de ser importante debido a que es muy común e incluso incapacitante. Por ello consideraba necesario mencionarla aquí.

¡Nos leemos pronto!
Nurse Lecter



Bibliografía consultada:
(1) American Psychiatric Association (APA): "Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM)". 5ª edición. EEUU. APA, 2013.

(2) Botella Arbona C.: Tratamientos psicológicos eficaces para el trastorno de pánico. Psicothema 200113465-478. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72713312

(3) Sánchez Arribas C., Chorot P.,  Valiente R.M., Sandín B.: Evaluación de factores cognitivos positivos y negativos relacionadas con el trastorno de pánico: Validación del CATP.  Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2015, 20 (2): 85-100. Disponible en: http://revistas.uned.es/index.php/RPPC/article/view/15164/pdf_44

(4)  Arenas M.C., Puigcerver A.:Diferencias entre hombres y mujeres en los trastornos de ansiedad: una aproximación psicobiológica. Escritos de Psicología, 2009 3, (1): pp. 20-29. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/pdf/ep/v3n1/art03.pdf

2 comentarios:

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