domingo, 27 de septiembre de 2015

Libro + película del mes

¡Holaaaaaaaaaaaa a todos!

¿Qué, qué tal vais? ¿Bien? ¡Espero que sí! ¡Ahora más que nunca hay que darle duro al _IR! Es cuando más decaen las fuerzas, pero no podéis rendiros ahora. Ya conocemos la fecha y a partir ahí se va a darlo todo, más todavía.

Sabéis que según lo que postee aquí, podéis conocer patologías nuevas, saber cómo es la residencia de Enfermería de Salud Mental, o bien desconectar un poco. Como el post de hoy es cultural y vuelvo al 2x1, toca desconexión.
Abordo una de mis lecturas veraniegas: "El resplandor" (1977), de Stephen King -el mismo título en España podría aplicarse a una novela que hablase sobre la factura de la luz... eso sí que esplende (como dicen en la novela) y da pavor-.
La película la he visto así como mil doscientas veces, pero el libro no lo había leído por falta de tiempo y por tener acumuladas muchísimas lecturas pendientes. Este verano llegó su momento.
En lo que respecta a la película, aquí podéis ver la ficha técnica:



Título: "El resplandor". "The shining" en VO.
Dirección: Stanley Kubrick.
País: Estados Unidos.
Año: 1980.
Duración: 146 minutos.
Género: Terror.
Guión: Stanley Kubrick & Diane Johnson.
Reparto: Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd, Scatman Crothers, Barry Nelson, Philip Stone, Joe Turkel, Lia Beldam,  Billie Gibson, Barry Dennen, David Baxt,Manning Redwood, Lisa Burns, Louise Burns, Alison Coleridge, Norman Gay.
Productora: Warner Bros. Pictures / Hawk Films / Peregrine.
Presupuesto: 15 millones de dólares.






Sabemos todos que muchas veces las películas difieren de los libros, aunque sea un poco. Vale, aquí no es que difieran: es que lo único que tienen en común ambos es una familia (matrimonio + niño con poderes), encerrada en un hotel. A partir de ahí, cualquier parecido entre el libro y la peli es pura coincidencia. De hecho, King se enfadó mucho con Kubrick porque el libro no tenía mucho que ver con la película
Por eso este post me resulta algo complicado: porque me gustaría casar las dos cosas, pero no es sencillo.


Para los que no hayan leído nunca el libro o visto la peli -cosa bastante improbable ésta última-, os pongo un poco en situación. La novela nos presenta a la familia Torrance, compuesta por Jack, su mujer Wendy, y su hijo de cinco añitos, Danny.
Qué bonito conjunto... hasta que empiezan a desmadrarse.

Jack era profesor universitario y escritor, pero tuvo lugar un incidente por el cual lo alejaron de la cátedra; por ello, se queda sin trabajo. Un amigo suyo habla con el responsable de un hotel de temporada (el Overlook, situado entre montañas y totalmente incomunicado cuando nieva), para que lo contrate como vigilante del recinto durante el invierno. Jack acepta el puesto y toda la familia va para allá el último día de septiembre; la intención es permanecer hasta mayo; sí, habéis leído bien. Siete meses allí metidos los tres. Solos (¿seguro?). Encerrados. Sin ayuda posible en caso de que pasase algo cuando empiecen las nevadas.
Por si fuera poco, a eso hay que añadirle el hecho de que Danny es un niño especial. Tiene algo, tiene un don, lo que se da en llamar "el resplandor" o premonición. Es capaz de ver y oír según qué cosas. Y en el Overlook hay muchísimas cosas que ver y que oír. Algunas malas, y otras peores.... y ninguna viva.
Con esto tenemos todos los ingredientes necesarios para pasar miedo durante un rato, ¿verdad?

"El resplandor" no trata la salud mental abiertamente, pero hay dos o tres aportaciones a tener en cuenta.
La primera es que Jack es alcohólico. Y a lo largo de toda la novela vemos su evolución en este sentido. Sus problemas, sus altibajos y sus recuerdos y actos pasados (alguno que otro increíble en su sentido más literal) en relación a esta adicción. Por supuesto, no podemos olvidar el síndrome de abstinencia y todo lo que trae aparejado. Además Jack es de naturaleza irascible... da mucho juego.
Ya veis que el alcohol desempeña un papel importante en "El resplandor", que vosotros mismos podréis juzgar.
El segundo aspecto es el hecho en sí de ir al hotel solos. Un sitio tan grande y tan poca gente viviendo junta tanto tiempo... Es lo que Jack describe como"fiebre de encierro":

"Es la forma popular de denominar una reacción claustrofóbica que puede darse cuando varias personas se encuentran encerradas durante un tiempo prolongado. La sensación de claustrofobia se exterioriza como aversión hacia la gente con quien uno se encuentra encerrado. En los casos extremos puede dar como resultado alucinaciones y violencia, que pueden llevar al asesinato por motivos tan triviales como una comida quemada o una discusión sobre a quién le toca lavar los platos."
Jack Torrance - "El resplandor"

Para seros sincera, yo no había oído hablar en mi vida de este tipo de claustrofobia. Conocía la que conocemos todos: el ataque de ansiedad o de pánico cuando estás en un sitio cerrado y pequeño. Ésta era totalmente nueva para mí. Y la verdad, conforme avanza la peli o el libro lo vas comprendiendo. El hotel es ENORME, tiene muchas puertas, muchos recovecos, espacios de luz y de sombra... Precisamente por falta de metros cuadrados no es. Pero estar día tras día solos (ejem, ejem), sin visitas, sin caras nuevas, haciendo siempre lo mismo, sin más opciones de salir al exterior que pasear por el jardín cuando no está nevando -o sea, casi nunca-... tiene que acabar quemando y desquiciando a la fuerza.
A eso se le suma que en un sitio así, con tanta historia (ya se encargó el gerente del hotel de explicársela a Jack durante la entrevista de trabajo), te ves imbuido por la misma. Llega un momento en que dudas de si lo que has visto por el rabillo del ojo al doblar un pasillo era un efecto de luz y sombra o realmente había algo/alguien más. ¿Qué es real y qué no lo es? Las alucinaciones funcionan así: el sujeto las toma como reales, sean del tipo que sean.

Danny aquí es un punto clave, porque de los tres parece el más cuerdo: se calla todo lo que ve, oye y vive para no preocupar a sus padres. Pero eso supone mucha angustia para el pequeño: demasiadas cosas y muy poca edad para poder comprenderlas. Sabe que pasa algo muy malo y que afecta sobre todo a su padre, pero no sabe muy bien lo que es.
Pero Wendy, que para algo es su madre, sabe que el niño detecta algo que en ella en principio no; y que ese algo es culpa del edificio o de la sugestión, no del encierro en sí.


Vamos ahora a la opinión personal y a la valoración:
-Libro: A mí personalmente me pareció un poco aburrido al principio, me costaba arrancar. Pero luego, cuando me metí en faena y ellos ya están instalados en el hotel, entré en la historia de lleno. Era como estar allí con la familia Torrance de mera espectadora, sentadita al pie de las escaleras observando su día a día. La verdad es que hay pasajes en los que lo pasaba un poco mal, empatizaba mucho con Danny... y pasaba bastante miedo. Por el contrario, había partes en las que no alcanzaba a entender algunas de las cosas que Wendy hacía o decía -demasiado ñoña para mi gusto-.
También es verdad que King tiene un estilo muy personal e inconfundible al escribir. Es directo y a veces muy crudo. Eso quizás puede contribuir a que uno sienta o interprete unas cosas u otras.
En definitiva, el libro a mí ha conseguido ponerme los pelos de punta en muchas ocasiones a lo largo de su lectura. Para muestra, un capítulo -id a la página 252, que es donde se encuentra; el link es el libro al completo-.
- Película: Ay, ¡qué difícil después de leer la novela! He decir que a mí me encanta, pero después de haber leído el libro y comparar lo que (no) tienen en común... es más difícil para mí valorarlo.
Tiene puntos espeluznantes, no lo vamos a negar. Y que se ha convertido en una película de culto, tampoco lo vamos a negar. Como también comento que Kubrick es para mi gusto un tío muy suyo, bastante bizarro y peculiar en cuanto a su forma de rodar -repetía las tomas mil veces, ponía películas de terror al equipo para ponerles en situación...-. Son esas bizarradas que tiene "El resplandor" peliculero las que te ponen los pelos de punta. Hay escenas, como la del ascensor o la del oso/perro que te dejan como: "o.Ô" (lo siento, no se me ocurre otra manera de explicarlo), pero al mismo tiempo son inquietantes como mínimo. Y todos esos planos, esas tomas, esos cortes en los que aparecen los días sobre fondo negro... La vi por primera vez hace años y a mí me impactó, la verdad. Me dejó descolocada, pensando: "¡Qué locura de película, no sé muy bien lo que acabo de ver!". También es verdad que yo soy muy impresionable, jajaja.
Y como he dicho una y mil veces, no hay mejor actor que Jack Nicholson para papeles de paciente psiquiátrico. No sé si es su actitud, su cara y sus expresiones en conjunto, o con su mirada basta; pero yo no tengo problemas para imaginármelo ingresado en la planta, y además en contención mecánica.
Resumiendo: tras leer el libro, mi relación con la peli es un poco "amor-disgusto". Yo la sigo recomendando de todas formas.

Así, como cosita curiosa, deciros que no busquéis a las gemelas ni el laberinto en el libro; y el juego del roqué en la película, tampoco. No vais a encontrar ninguna de las tres cosas.

Para los fans más acérrimos de "El resplandor" en cualquiera de sus dos variantes, he de comentaros que hace unos años se estrenó en el festival de Sundance el documental "Room 237", en el cual se disecciona la película y conocemos muchas hipótesis y teorías. Algunas son plausibles, y otras es que no hay por donde cogerlas. Os dejo aquí un link (¡¡OJO A LOS SPOILERS SI CLICKÁIS, QUE HAY MUCHOS!!), con las principales.

Bueno... macroentrada como siempre, siento la extensión.
Espero que os haya gustado.
¡Nos volvemos a leer pronto! :)

Nurse Lecter

jueves, 17 de septiembre de 2015

Miedo

¡Hola a todos!
¿Habéis tenido vacaciones? Espero que sí, que todos nos merecemos un descansito.

Después de una pausa vacacional en mi residencia -parece que no, pero un residente trabaja como una mula, ¡que no os engañen!-, vuelvo con los habituales posts patológicos.
Como en todo, yo tengo preferencias. Me gustan casi todas las patologías relacionadas con la salud mental; pero, obviamente, algunas me gustan más que otras. Si bien los Trastornos Mentales Graves (esquizofrenia, trastorno bipolar...), y los trastornos disociativos me gustan, también me pierde la "patología ambulatoria"; tipo trastornos ansiosos, TOC, trastorno de estrés postraumático, hipocondría...

La patología del mes es ambulatoria también. Se trata del trastorno de pánico.

1) ¿Qué es? (1)
Se trata de un trastorno que consiste básicamente en eso: en un ataque de pánico repentino, con miedo y malestar intensos, que va subiendo en fuerza y alcanza su pico en minutos.
Durante el ataque tiene que haber 4 ó más síntomas vegetativos, especificados mejor en el DSM-V, como por ejemplo cardíacos (palpitaciones, taquicardia), digestivos -diarrea, dolor abdominal, náuseas-, respiratorio (disnea, ahogo, dolor); amén de temblores, mareos, parestesias, escalofríos, desrealización o despersonalización -esa sensación de incredulidad, como si no te estuviera pasando a ti-; y lo que yo considero más sorprendente e interesante, por raro que suene: miedo a volverse loco o a morir.
También resulta llamativo que haya "síntomas extra" distintos según la cultura, como dolor de cuello, llanto, acúfenos... Pero éstos no se incluyen dentro del cortejo vegetativo enumerado en el párrafo anterior.
Además, a un ataque de pánico tiene que seguirle (un mes después o más) algo como inquietud por si te da otra vez, o una mala adaptación tras el ataque.

2) ¿Cuándo aparecen? (2)
Pueden aparecer de repente y sin motivo. También puede pasar que tengan relación con algún suceso ocurrido previamente, e incluso pueden o no aparecer en relación a un suceso (con lo cual, estás predispuesto, pero no siempre te ocurre).
Además es importante comentar que el trastorno de pánico puede ir acompañado o no de agorafobia.

3) ¿Cuál es la causa? (3)
Tiene un gran componente el tipo de personalidad. Por poner un ejemplo sencillo: imaginemos  que nuestras frecuencias cardíacas se han elevado forma aislada. Donde uno de nosotros puede pensar que es un hecho sin importancia, y otro que es una consecuencia lógica de haber hecho algún tipo de esfuerzo, un tercer lector puede creer que es el primer síntoma de infarto INMINENTE.
Obviamente, la personalidad de estas tres personas es distinta -vamos, que cada uno es de su padre y de su madre-. Y casi casi casi seguro que el tercero ha interpretado erróneamente esa frecuencia cardíaca elevada, porque es de naturaleza temerosa, insegura... no como los otros, que no le dan más importancia de la que tiene.
Además y curiosamente, la gente con trastorno de personalidad es propensa a esto: a no interpretar del todo bien estos síntomas.
Es importante asimismo cómo gestiona su pánico una persona. Yo, por ejemplo, reacciono muy mal ante él, me cuesta horrores mantener la calma (sí, sí... sé que no me gestiono bien; debo cambiarlo). En cambio, otros conocidos míos lo manejan con una sangre fría admirable.
En el caso de las mujeres, además, se sospecha que tienen algo que ver las hormonas. Ay, la mala fama... (4). Para finalizar, hay también estudios bastante antiguos que sospechan que sufrir un trastorno de ansiedad por separación en la infancia es un factor de riesgo para desarrollar trastorno de pánico en la edad adulta.

4) ¿Y la epidemiología? (4)
Bueno... como casi siempre ocurre, las mujeres lo sufren con más frecuencia, aunque empiezan más tarde que los hombres -ellos lo sufren por primera vez en la veintena; ellas, en la treintena-. Además, en las mujeres es más severo.
A modo de apunte curioso, en nosotras es más frecuente ver sintomatología respiratoria (ahogo, taquipnea...); en los hombres, el trastorno de pánico es más de manifestaciones gastrointestinales.

5) ¿Hay escalas o instrumentos de medida? (4)
Mirad por dónde, sí, sí que las hay -hay escalas para todo...-. En este caso, la Anxiety Sensitivity Index (ASI). Esta escala ha ido sufriendo modificaciones, y por ello han ido saliendo diferentes versiones de la misma. La última es la ASI-3.
También es destacable la BSQ  (Body Sensations Interpretation Questionnaire), que yo utilizo mucho en mi rotatorio actual. Enumera una serie de síntomas físicos, y la persona tiene que indicar con qué frecuencia los sufre (de "nada" a "extremadamente").

6) ¿Hay tratamiento?
Sobre todo es terapia psicológica -terapia cognitiva, programa de tratamiento del control del pánico, terapia de relajación, terapia de exposición...- (2).
En cuanto a fármacos, se ha demostrado que los antidepresivos tricíclicos funcionan muy bien, así como los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS), las benzodiacepinas y los iMAO. Y por supuesto, si usas los fármacos y las terapias de forma combinada, mucho mejor.


Doy por finalizado el "post patológico".
Sé que esta patología no es tan espectacular ni vistosa como otras (por ejemplo, la esquizofrenia); pero no deja de ser importante debido a que es muy común e incluso incapacitante. Por ello consideraba necesario mencionarla aquí.

¡Nos leemos pronto!
Nurse Lecter



Bibliografía consultada:
(1) American Psychiatric Association (APA): "Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM)". 5ª edición. EEUU. APA, 2013.

(2) Botella Arbona C.: Tratamientos psicológicos eficaces para el trastorno de pánico. Psicothema 200113465-478. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72713312

(3) Sánchez Arribas C., Chorot P.,  Valiente R.M., Sandín B.: Evaluación de factores cognitivos positivos y negativos relacionadas con el trastorno de pánico: Validación del CATP.  Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2015, 20 (2): 85-100. Disponible en: http://revistas.uned.es/index.php/RPPC/article/view/15164/pdf_44

(4)  Arenas M.C., Puigcerver A.:Diferencias entre hombres y mujeres en los trastornos de ansiedad: una aproximación psicobiológica. Escritos de Psicología, 2009 3, (1): pp. 20-29. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/pdf/ep/v3n1/art03.pdf